Claudia Scheinbaum es la candidata de facto para la jefatura de gobierno de la ciudad de México, por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) al ser la ganadora de una encuesta organizada por los órganos internos del instituto político. Aunque fueron cuidadosos en no nombrar a la ganadora oficialmente como candidata para no incurrir en actos anticipados de campaña ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), se le denominó como “Coordinadora” general de MORENA en la ciudad de México. Desde esa posición destacada esperará para ser “ungida” candidata oficial y luchar por ganar una posición estratégica en la política mexicana, ya que según las encuestas, el partido MORENA mantiene una amplia ventaja en las preferencias electorales locales.
La encuesta poco transparente que definió a la muy probable candidata a jefa de gobierno de la ciudad de México, se originó en la opacidad total, ya que los cuatro participantes, Martí Batres, Claudia Scheinbaum (la ganadora), Ricardo Monreal y Mario Delgado, confesaron no conocer a plenitud la metodología del ejercicio de consulta ciudadana, no conocer con precisión las preguntas realizadas, así como tampoco conocer la cantidad de personas consultadas, solamente se les informó sobre los resultados finales el pasado jueves 24 de agosto.
Cualquier encuesta, por más “cuchareada” que sea, siempre muestra su metodología que permite analizarla, criticarla o comentarla de forma más profunda. Se ha mencionado que quizás el mismo IECM podría analizar la encuesta en la que se eligió como “coordinadora de organización” a Claudia Scheinbaum, ya que resulta muy confuso y poco transparente dicho proceso selectivo, por decir lo menos.
A excepción del actual jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien tuvo un papel errático, incompetente y sin lucimiento personal, los anteriores jefes de gobierno lograron luchar y ganar la candidatura presidencial por partido en el poder local, el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Las excepciones fueron Marcelo Ebrard y muy probablemente el mismo Mancera, que dilapidó su capital político junto con sus impresionantes cifras de aceptación ciudadana, debido a su insufrible mandato de gobierno, solamente eclipsado por la debacle del ejercicio gubernamental del mismo presidente Enrique Peña Nieto.
La aún delegada en Tlalpan, podría ser la primera mujer científica en gobernar la entidad federativa más importante del país, con un ingreso económico enorme, sede de los tres poderes de la federación, influyente en la política nacional y con una cobertura informativa privilegiada. Al ser también posible la victoria presidencial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la posibilidad de que la ciudad de México reciba múltiples y cuantiosos recursos económicos es igualmente enorme.
Por el contrario, si el nativo de Macuspana, obtiene un nuevo revés en la contienda presidencial, la figura política de Scheinbaum (al ser muy cercana al líder de MORENA) le asegurará a AMLO ser el poder detrás de la silla en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, con un potencial capital político a futuro en su exfuncionaria. De allí la importancia del proceso de selección dentro del partido morenista, ya que después de la figura del caudillo tabasqueño, se define la segunda posición en importancia nacional en el instituto político, que bien pudo ser el exgobernador zacatecano, Ricardo Monreal y que ahora será ocupado por Scheinbaum.
El desaseado proceso de selección desnudó el patrimonialismo con que se conduce MORENA, donde el jefe máximo (o moderno tlatoani) López Obrador, ejerce el poder al interior de su partido, “palomeando” candidaturas y ofreciendo puestos claves en posiciones de gobierno con total discrecionalidad.
El ejercicio antidemocrático debería ser como sangre en el mar para los tiburones partidos de la oposición en cualquier país del mundo; solo que los partidos más fuertes a nivel nacional, como el PRI y el PAN, no tienen presencia importante en la ciudad mas que en algunas delegaciones rurales, y el refugio tradicional que han sido las delegaciones Benito Juárez y Miguel Hidalgo para los panistas. No en vano intentan fraguar una alianza contra natura que les haga medianamente competitivos.
Estos partidos son una ridícula oposición que no contiende por la jefatura de gobierno desde que se elige democráticamente, por lo general su presencia en la ciudad de México es casi como la de un partido de la “chiquillada”, que no incide, no pesa, no existe para los electores capitalinos. A veinte años de la democratización de la ciudad de México, es patético y ridículo que el PRI y el PAN, no hayan creado nuevos cuadros políticos, renovado sus escasas y arcaicas figuras, ni hayan sido capaces de formar una sola personalidad que sea competitiva para medianamente luchar por la jefatura de gobierno. Ante ese escenario de nula oposición y un PRD dividido y gastado en el poder, MORENA tiene todo para que la primera mujer científica (leal como pocas a AMLO) logre ganar la jefatura de gobierno.
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