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8 de marzo #NoMeFelicites

El erróneo fenómeno cultural de felicitar a las mujeres cada 8 de marzo por el día internacional del trabajo femenino...

8 de marzo, 2017

Israel Aparicio

El erróneo fenómeno cultural de felicitar a las mujeres cada 8 de marzo por el día internacional del trabajo femenino, está difundido en muchos estratos sociales en México; ya que se confunde como un día dedicado a destacar la feminidad y la belleza física exclusivamente.

Funcionarios, ciudadanos, incluso muchas mujeres desconocen el motivo trágico de la fecha conmemorativa, que tuvo lugar el 25 de marzo de 1911, cuando la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist en Nueva York se incendió con 146 mujeres en su interior (la mayoría inmigrantes) quienes no pudieron escapar porque los empresarios les mantenían encerradas para evitar robos de mercancía.

En el año de 1977 la Organización de las Naciones Unidas instauró el 8 de marzo para conmemorar el día de trabajo internacional de la mujer, en homenaje a los trágicos acontecimientos en la fábrica Triangle Shirtwaist, mismos que en su tiempo impulsaron mejoras laborales para los trabajadores textiles y los derechos de las mujeres trabajadoras.

Cada conquista laboral, en específico las que tienen que ver con los derechos de las mujeres, es producto de una lucha que costó muertes, represión contra las activistas, encarcelamientos y se obtuvieron a regañadientes dentro un sistema político y económico, que aún hoy en día, es completamente machista y desigual en oportunidades con el género femenino.

El reclamo justificado de #NoMeFelicites de nuestras mujeres mexicanas, en el día que conmemora los múltiples retos y agravios que enfrentan en su quehacer laboral, profesional, social, personal y hasta amoroso, debe ser un llamado de apoyo y compromiso que permita construir una sociedad de igualdad y respeto para todos, sin ningún tipo de distingo.

El transporte público es un nuevo espacio de impunidad ante toqueteos y acosos que reciben las usuarias, que impotentes ante el largo y tedioso proceso legal que se debe cumplir para denunciar el acoso ante las autoridades, deciden resignadas pasar por alto las agresiones sexuales, para continuar su camino rumbo a sus centros laborales y escolares. De forma trágica, cuando una mujer opta por levantar una denuncia ante el Ministerio Público inicia con un proceso de pesadilla, largo, tedioso, donde se le victimiza de nuevo y es tendiente a que no prospere, debido a la ineficiencia del poder judicial y el enorme nivel de impunidad que se presenta en el país.

El derecho del aborto y su despenalización no se cumplen a cabalidad en el país, el oasis que es la Ciudad de México contrasta con otros estados donde las mujeres están en la cárcel por haber abortado. En pleno año 2017 un derecho que debería ser respetado sin mayor contaminación ideológica, sigue en peligro por grupos reaccionarios de perfecta doble moral comprobada, pero que inciden y buscan imponer desde sus cotos de poder, su muy particular forma moral de vivir.

Lejos de las conciencias y creencias personales, el derecho al aborto debe prevalecer para las mujeres que deciden interrumpir un embarazo no deseado, sin padecer el estigma social o ser condenadas penalmente. Se debe privilegiar el derecho de cada fémina a decidir y enfrentar la carga emocional de tan difícil decisión en su vida, sin el miedo de terminar purgando una sentencia condenatoria de lo que debería ser un derecho inalienable. Según datos del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, en el año 2015 en México por cada mil embarazos se dieron 33 abortos.

El comercio sexual es otro de los grandes pendientes donde las mujeres que lo ejercen están abandonadas a su suerte, con la terrible agravante del delito de trata de personas, como los que se han documentado en la misma Ciudad de México, a pesar de su visión y misión vanguardista con respecto a los derechos y libertades que se han logrado. El negocio millonario de la moderna esclavitud sexual no es ajeno a las grandes urbes, ya que es solapado por políticos, jueces y policías coludidos que se benefician económicamente de la prostitución e incluso la consumen en su forma más refinada y ejecutiva.

En una doble moral se busca que las calles del centro histórico de la Ciudad de México se vayan limpiando visualmente de comercio ambulante y de prostitución, pero sin brindar los espacios higiénicos y seguros donde se ejerza el trabajo sexual. Muchas mujeres que no tuvieron la oportunidad de recibir una educación de calidad, ante un mundo más complejo y agresivo con los menos preparados, deciden vincularse al mundo de la prostitución ante su enorme rentabilidad económica. Es terrible que cualquier empleo doméstico, maquilador, comercial en forma tradicional, no ofrezca la remuneración económica que puede generar el comercio sexual para sus trabajadoras, siempre y cuando sea de manera consensuada y no exista la trata de personas de por medio.

Por ello en el día destinado a reconocer los enormes retos que enfrentan las mujeres mexicanas, en especial el grupo vulnerable que son las trabajadoras sexuales, se debe luchar a su lado para que puedan ejercer su difícil y estigmatizada profesión libre de lenones, extorsiones por parte de las policías, así como fomentar que desde las instituciones se facilite su acceso a la seguridad social que todos merecemos.

En el mundo de las injusticias cotidianas, desde las más pequeñas faltas cívicas, los robos y asaltos diarios, los abusos de autoridades policiacas, judiciales así como poderes fácticos en contra de la población en general, toda esta interminable batalla diaria es doblemente difícil para las mujeres mexicanas que más que una felicitación, requieren del apoyo y solidaridad de la sociedad civil en su conjunto.

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