Un día como hoy hace 45 años, Paul McCartney anunciaba de manera oficial mediante un comunicado que los cuatro miembros del grupo más grande de la historia no volverían a tocar juntos. El 10 de abril de 1970, la música popular perdía lo más grande que le ha pasado: The Beatles.
¿Cuáles fueron las causas? Muchas: creciente tensión entre los miembros, el comienzo de las carreras en solitario de cada uno, inconformidad por el control y autoritarismo por parte de Paul y John, problemas económicos en la compañía Apple Corps, la falta de un manager para el grupo (Allan Klein sólo representaba a John, Ringo y George, Paul era representado por la familia Estman), los arreglos que Phil Spector hace a The long and winding road sin la aprobación de Paul, el exceso de compromisos sin parar que los tenían necesitados de un respiro y, por supuesto, Yoko.
El comunicado del 10 de abril de 1970 es lo que lo hace oficial pero no fue ese solo hecho el que lo ocasionara, fue la acumulación de años y problemas que bien se pueden empezar a contar a partir de la última gira (1966) cuando John conoce a Yoko y con ella se encuentra a sí mismo, la muerte de Brian Epstein, pieza fundamental del éxito, las momentáneas salidas de Ringo y George del grupo (1968 y 1969), los problemas entre John y Paul al romper los pactos que tenían (primero Paul, luego John), el protagonismo de Paul en el Álbum Blanco (The Beatles), las presentaciones de Lennon sin los Beatles con las que deja claro que tendría éxito más allá de la banda y el anuncio de este en 1969 de que abandonaba el grupo. Todas estas razones poco conocidas y otras que seguramente nunca sabremos son las que llevan a la desintegración del cuarteto.
No quisiera extenderme más en las causas, recomiendo una gran crónica de los últimos días del grupo que se publicó en la revista Rolling Stone en 2011. Lo que quiero es recordar un día tan histórico. El grupo tenía tal importancia e influencia en la gente, que la propia Apple trató de negar los rumores por no afectar a los fanáticos del mismo modo en que se negaba en un principio el matrimonio y embarazo de John y Cynthia, pero siendo tantos y tan constantes llegó un momento en que ya no pudo más. Sin que la empresa lo viera venir la bomba fue soltada desde adentro.
Entiendo (me han dicho) que hay gente que no gusta del grupo, que no entiende sus canciones y no comprende el fanatismo que muchos profesamos. Tengo una amiga, por ejemplo, quien asegura que nunca evolucionaron y que suenan siempre a lo mismo; por su seguridad e integridad física no revelaré su nombre (…).
La importancia del grupo es tal que hoy a cuarenta y cinco años de su rompimiento los seguimos escuchando y admirando. Yo soy un escucha de segunda generación, el grupo le cantó a la de mi padre y, sin embargo, soy aún más fanático que él, ahora intento hacer de mi sobrino un seguidor (no con mucho éxito he de admitirlo). Las generaciones van a pasar tras de nosotros, los géneros cambiarán como ya lo han hecho, seguirán viniendo nuevas propuestas pero The Beatles seguirán ahí, tan vigentes como hoy y tan fuertes como hace casi medio siglo.
Para entender su grandeza debemos conocer el contexto. Probablemente si el grupo naciera en nuestros días el éxito no sería el mismo, pero en una época de post guerra, con una sociedad tan reprimida, temerosa y tradicionalista como la de entonces la juventud encontró en Ringo, Paul, John y George un nexo, alguien irreverente y natural que gritara por ellos, que se revelara por ellos, que les cantara a ellos. Es cierto, cuando el fenómeno Beatle nació sólo eran unos jóvenes queriendo ser famosos, no eran grandes músicos, no tenían técnica ni grandes estudios musicales, pero su sueño era tal que un día sin siquiera darse cuenta se convirtieron en unos virtuosos. ¿No evolucionaron? Su avance y crecimiento es evidente en cada una de sus canciones, en cada disco, en cada nota tocada. Conforme el tiempo pasa las ejecuciones son mejores y más complejas e incluso se dan el lujo de introducir instrumentos y sonidos nunca antes escuchados en la música popular occidental. The Beatles representa la evolución y revolución de la música como ninguna otra banda.
Nunca fueron iguales, siempre tenían algo nuevo, sin exagerar evolucionaron hasta en el peinado. Son el más grande conjunto de gente adecuada en el momento adecuado. Sólo la mágica unión de la irreverencia de John, el virtuosismo de George, la versatilidad de Paul y gran ritmo de Ringo cohesionando al grupo pudo dar este resultado. Se intentó antes con otros miembros, se intentó siendo cinco, pero no fue hasta que The Fab Four estuvo junto que la magia sucedió.
Lo que hoy recordamos no es el fin de un grupo, sino el de toda una era. No ha habido hasta hoy alguien que ocupe su lugar, porque no dejaron un lugar vacío, lo dejaron lleno de éxitos, de ideales, de mensajes.
Todos hablaron siempre de volver a tocar juntos, de hacer nuevos discos aunque siguieran con sus proyectos solistas. Quizás si la situación financiera no se hubiera agravado podría haber sido realidad. En 1974 Lennon y McCartney se reunieron y hablaron de reunir al grupo, pero después el tiempo y la vida nos arrancaron a dos miembros y se encargó de que esto no sucediera. Hoy a cuarenta y cinco a años de la separación los recordamos y les agradecemos. Probablemente ante la conjunción de tanto talento la ruptura era inevitable; fueron diez ininterrumpidos y majestuosos años, escalaron con éxito cada uno de los niveles y los conquistaron todos, se volvieron inmortales al escribir la historia de la musical popular y hoy son lo más grande que le ha pasado. Forman parte innegable del legado cultural y tienen un lugar único e intocable en el olimpo musical.
Se separaron, pero nunca dejarán de existir.
Meet The Beatles.
Voy vengo.
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