George, the quiet Beatle

"Mi vida es la música. Solo soy yo cuando tengo una guitarra en las manos." (George Harrison 25/02/1973 – 29/11/2001)

27 de noviembre, 2015

"Mi vida es la música. Solo soy yo cuando tengo una guitarra en las manos."
(George Harrison 25/02/1973 – 29/11/2001)

Me ha costado trabajo preparar algo especial para escribir sobre uno de los músicos más grandes de la historia, hablar de George más allá de su paso por The Beatles, pero hablar de cualquiera de ellos es imposible sin mencionar el período de 1960 a 1970. Al final, me doy cuenta de que no hay muchas cosas nuevas que decir, no hay palabras dedicadas al menor del cuarteto que no se hayan dicho ya.

Igual que muchos pienso que la historia no ha sido del todo justa ni con él, ni con Ringo; cuando se habla de los Beatles se menciona mayoritariamente a John y a Paul. No digo que no se acredite a Starr o Harrison, pero generalmente viven a la sombra del dúo Lennon-McCartney.

Es cierto, el 90% de las composiciones eran del dúo maravilla, el movimiento pacifista dio a John más reflectores que a ninguno y Paul es indiscutiblemente el músico más prolífico de la historia, pero no se pueden dejar atrás el impecable desempeño de Ringo en los ritmos del cuarteto, ni el virtuosismo y calidad de la guitarra de George, el Beatle silencioso. Su contribución como guitarrista al sonido de la banda fue decisiva. Aunque al principio no era ningún genio (ninguno lo era y fue sólo por conocer varios acordes diferentes que John lo aceptó en el grupo), la práctica lo convirtió en el más creativo de los cuatro. Aún cuando nunca aprendió a leer partituras, Harrison sabía tocar 26 instrumentos; fue el primero en llevar la música hindú a occidente con el sitar que tocó en canciones como “Whithin you without you” (Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, 1967). Seguramente sin su acercamiento a Ravi Shankar y a la filosofía Hare Krishna, los Beatles no habrían experimentado con el LSD, no se habrían publicado discos como “The Beatles” (White Album) o el ya citado Sgt. Pepper’s, sin lugar a dudas uno de los discos más famosos de la historia. O el caso del ukelele, introducido y popularizado por el cuarteto en la música comercial, específicamente por George, y gracias al cual hoy escuchamos extraordinarias versiones de “Something” (Abbey Road, 1969) y la historia de Paul de cuando llegaba a casa de su hermanito y tocaba con él.

Pero George no sólo fue el extraordinario guitarrista de la mejor banda del mundo. Tuvo una gran carrera en solitario. Fue el primer Beatle en alcanzar el primer lugar en ventas como solista con “All things must pass” (1970), su tercer disco solista, el primer álbum triple de un artista de rock y el que revela definitivamente su creatividad y auge como compositor, sencillamente uno de los mejores discos de la historia. Fue también el precursor de los conciertos con causa, en 1971 (14 años antes del Live Aid) impulsó el “Concierto por Bangladesh”, realizado en el Madison Square Garden a favor de los refugiados del país asiático, en el que se encargó de reunir a Bob Dylan, Eric Clapton, Leon Russell, Billy Preston, Jim Keltner y Ringo Starr (ahí nomás), entre otros, generando 240,000 dólares y un gran disco en vivo.

En 1999 parecía que sufriría la misma suerte que John, fue apuñalado en el pecho por un tipo que entró en su casa. Éste desequilibrado declaró después que estaba poseído por el espíritu del propio Harrison y que Dios lo había enviado para matarlo. Afortunadamente entre George y su esposa lograron contenerlo. 

Finalmente, un 29 de noviembre de 2001, después de aparecer como invitado en un disco de Electric Live Orchestra, y mientras se encontraba preparando un nuevo álbum junto con su hijo, George murió a causa del cáncer (el maldito cáncer) en una de las mansiones de Paul McCartney en Los Ángeles.

El mundo estaba de luto y los aficionados se reunían en los estudios Abbey Road en Londres, los Strawberry Fields en Nueva York, en The Cavern en Liverpool y otros sitios emblemáticos. El productor George Martin declaró que, efectivamente, a diferencia de John y Paul, a Harrison le costó mucho desarrollar su talento como compositor, pero que musicalmente fue el mejor y que trabajó duro para componer uno de los más grandes temas de todos los tiempos, “Something”.

La aportación creativa de George Harrison a la música de The Beatles fue indispensable. Su legado en la obra de la banda más famosa del mundo y dentro del rock, la influencia en los géneros psicodélicos y su introducción de temas espirituales son indiscutibles. Pero sobre todo, familiares y amigos lo han recordado siempre por su sentido del humor, su humanidad, y la capacidad para disfrutar de las cosas más sencillas.

George Harrison fue inducido al Salón de la Fama del Rock and Roll en 2006 y se encuentra entre los 10 guitarristas más grandes de todos los tiempos.

Donde quiera que se encuentre estoy seguro que ve al mundo con Lucy (su guitarra) en la mano mientras nos canta “While my guitar gently weeps”.

Catorce años sin George Harrison, el Beatle silencioso, hasta que enchufaba su guitarra.

Voy vengo.

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