Avándaro: a 44 años de rock

No es para menos, los acontecimientos que se recuerdan el día de hoy son de suma importancia para la Historia...

11 de septiembre, 2015

Hassy Sánchez

No es para menos, los acontecimientos que se recuerdan el día de hoy son de suma importancia para la Historia; no se puede dejar de hablar del Golpe de Estado chileno en 1973 que terminara con la muerte de Salvador Allende. Tampoco es poca cosa el atentado terrorista del 2001 en contra de las ciudades de Nuevo York y Washington. Pero en México también tenemos nuestro 11 de septiembre.

Si hay un movimiento en nuestro país que merecería ser nombrado como H.H. es el del rock. El pobre ha sido ninguneado, maltratado, ofendido y censurado desde el principio de sus tiempos, incluso en estos días en que tenemos importantes festivales y una que otra estación de radio; aun así ha sabido conservarse y evolucionar de manera importante y muchos de nuestros grupos son referencia a nivel mundial.

Aniversarios van y vienen, pero pocos se recuerdan la existencia de un festival que reunió a un cuarto de millón de jóvenes en un pueblo del estado de México y que es pilar importante de esta historia.

Un día como hoy, 11 de septiembre de 1971, se llevó a cabo el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro. El evento es un parte aguas porque revela que hay un movimiento fuerte y música inteligente, que la juventud de entonces buscaba un medio de expresión que les permitiera hacerse notar. Anterior a esto ya había rock & roll en México, pero los inicios fueron covers en español de los éxitos americanos. De hecho, las disqueras comenzaron a separar a los vocalistas de estas agrupaciones e imprimirles un estilo más conservador y aceptado por todos, tales fueron los casos de César Costa, Enrique Guzmán y Johnny Laboriel. La sociedad de entonces era demasiado conservadora y el gobierno no ayudaba.

El festival se dio en un ambiente en el que se encontraban muy frescos los recuerdos de la Matanza de Tlatelolco en 1968 y el Jueves de Corpus apenas unos meses atrás (junio 1971). El gobierno represor se había convertido también en un gobierno miedoso.

Avándaro fue concebido como una carrera de autos con grupos invitados, pero la mala organización no previó la llegada de tanta gente y la carrera tuvo que ser cancelada. El concierto se llevó a cabo con un total de 11 bandas. Para el gobierno de Luis Echeverría cualquier agrupación de jóvenes era sinónimo de comunistas rebeldes y peligrosos para la sociedad. Ser joven era una amenaza. Es por ello que la tocada se llevó realizó bajo un ambiente de represión. Los asistentes estuvieron rodeados en todo momento de integrantes del ejército y la policía.

Como era de esperar no faltaron el alcohol, la mariguana y las mentadas de madre, acto seguido, las transmisiones en radio fueron cortadas de inmediato. Canciones como “Mariguana” y “Lets make it now” de los Dug Dug’s y “Nasty Sex” de La Revolución de Emiliano Zapata fueron motivo para acusar a los grupos y organizadores como Armando Molina de provocadores, y las cintas de audio y video fueron escondidas hasta hace unos años, sólo se publicaron algunos fragmentos grabados por Luis de Llano. La represión comenzaba de nuevo, el rock fue prohibido, las estaciones de radio dejaron de tocarlo, los antros fueron cerrados y el rock de nuestro país pasó del hoyo negro a los hoyos funky. Se prohibieron los conciertos masivos y cualquier aglomeración.

Sin embargo, aunque entró en una brecha que dio como resultado el retroceso en la calidad musical de los grupos, muchos no dejaron de luchar por lo que creían. Siguieron adelante a pesar de todo y el festival se convirtió en el punto de partida para varios eventos como el actual Vive Latino.

Es innegable que el rock mexicano está en deuda con el Festival de Avándaro y los grupos que participaron en él. Fue gracias a este festival que, con represión o sin ella, los músicos lucharon por tener un lugar en la historia, en los auditorios, en las estaciones de radio. La gran calidad de los grupos de entonces se vio afectada y en su segunda época el rock sonaba mal, pero resurgió de entre las cenizas y hoy es un género más que popular y aceptado. Grupos como El Tri (que tocó como Three souls in my mind en el festival), Molotov, Caifanes, Café Tacuba, Panteón Rococo y Francisco Barrios son referencia en países tanto de América, como de Europa, e incluso en oriente.

Sin un Festival de Avándaro no habríamos tenido Guacarock, Rock urbano ni Movimiento Rupestre. De no ser por músicos como Javier y Baby Bátiz, Armando Nava (Dug Dug’s), Carlos Dufoó (Tequila), Servando Ayala (La Revolución de Emiliano Zapata), Mayita Campos (Los Yaki), Sergio Figueroa (Tinta Blanca), Alex Lora (Three Souls in my Mind), entre muchos otros, nunca hubieran nacido grupos como Fobia, Zoe, La Gusana Ciega, Monocordio, Bengala o Enjambre.

El festival fue un parte aguas para la música de nuestro país. Es considerado el Woodstock mexicano, e igual que en aquél, fue el reflejo de una juventud que necesitaba alzar la voz y ser tomado en cuenta. El rock mexicano se debe clasificar en dos periodos: Antes y después del festival de Avándaro.

Larga vida al rock.

Voy vengo.

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