La abu$iva feria de Metepec

Hace ya 20 años que llegué a residir a este municipio procedente de la capital del país y conocí la Feria de San Isidro, también...

29 de mayo, 2015

Hace ya 20 años que llegué a residir a este municipio procedente de la capital del país y conocí la Feria de San Isidro, también conocida como Feria de Metepec. Era un evento sobresaliente que me sorprendió, porque estaba en gran parte a la altura de las ferias nacionales más conocidas. Duraba 2 semanas, había muestra ganadera, muestra artesanal, muchos locales de venta de productos tradicionales de la zona de Metepec y Toluca, juegos mecánicos incluidos en la entrada, plaza de toros donde había corridas con muy buenos toreros del momento y lucha libre, el teatro del pueblo con un gran escenario en donde presentaban a artistas del momento que bien podrían haberse presentado en el Palenque de la misma feria; en el teatro del pueblo vi a artistas como Pedro Fernández, Brozo y su espectáculo, Caló en su mejor momento, Aida Cuevas, Francisco Javier, La Sonora Santanera original y un larguísimo etcétera, aunque a lo largo del día en el mismo lugar había payasos, declamadores, artistas locales, shows para niños, para que a cualquier hora que llegara uno tuviera opción. No faltaban los lugares de comida y los consabidos bares para los chavos, además del ya mencionado palenque que sí tenía costo aparte, ya que además ahí corrían apuestas de gallos. Y claro, no importaba que el evento se realiza en época de aguaceros –después de todo está dedicada a San Isidro Labrador, el que trae la lluvia-, realmente valía la pena y se disfrutaba. Además, las zonas de espectáculos se enlonaban para aligerar la incomodidad a los asistentes. Así fue durante varios años, pero al inicio del nuevo milenio la feria bajó de calidad en contenido artístico y se volvió un tanto precaria, lo que alejó a muchos visitantes. Este pasado fin de semana asistí luego de algunos años de no hacerlo y la verdad, ¡qué decepción!

Primeramente llegue al estacionamiento, 60 pesos, eso sí, tiempo libre; un empleado cobra a la entrada, pero al avanzar te encuentras con monitos de chaleco fluorescente que te señalan los lugares de estacionamiento –que había muchos-, estacioné y al bajar del auto uno de ellos se acerca y me dice: “Ahí lo que guste dar, más de 10 por favor.” ¡Hasta tarifa mínima tienen! ¿Entonces para que di los 60 pesos? El colmo es que revisando el boleto de estacionamiento, este no te ampara por nada, no se hacen responsables por robo parcial ni por daños al vehículo. ¡Valiente cosa! A continuación me acerco a taquilla, donde anuncian con un megáfono que “los niños mayores de 1 año pagan boleto”, y no pagan boleto de niño porque no hay, sino boleto completo. En lugar de decir eso, deberían anunciar que todos pagan boleto, ¿no? Nosotros éramos 4, incluyendo un niño, así que 180 pesos de entrada más 70 del estacionamiento, llevaba gastados 250 pesos –sin contar la gasolina- y apenas puse un pie dentro de la feria. Se puede ver que todo está atiborrado de locales de comida y muchos bares, emergiendo de todos ellos empleados que atosigan casi jalándonos para que consumamos, a pesar de que ya les dijimos que no más de una vez –entiendo que hacen su lucha, pero agobian-.

A continuación vamos a la zona de juegos mecánicos, que están sin funcionar porque empiezan a trabajar hasta después de las 5, pero además los cobran “desde 15 pesos” avisa otra voz en megáfono, aunque checando, solo un par cuestan 15 pesos, el resto se va de 30 y para arriba por persona, sea adulto o niño, claro, recordemos que desde la entrada no hacen distinciones de edad. Antes de esto, nos dirigimos al teatro del pueblo y ¡oh sorpresa! Ya no hay espectáculo salvo el número estelar a las 8 de la noche, pero además la zona para el público está dividida por una valla metálica a la mitad, en un lado hay sillas, mesas, está enlonado ¡y cobran! Lo anuncian como  Zona VIP y maneja uno de los restaurantes del lugar, ofrece cada mesa de 4 lugares por un consumo mínimo de 1,000 a 1,600 pesos –según el artista-, la otra mitad carece de enlonado ¡y de sillas! ¿Así o más discriminatorio? ¿Para espectáculos artísticos pagados no está justamente el palenque? ¿No se supone que se llama justamente teatro del pueblo porque la gente va a disfrutar gratis de su artista predilecto? ¡Ahora ni sillas se merecen! Caso similar cuando comenzaron a anunciar una función de lucha libre gratuita, lo cual también resultó muy engañoso; el cuadrilátero estaba armado, enlonado… y rodeado por mesas altas de 4 sillas que también pertenecían a otro restaurante cercano que también pedía consumo para ocuparlas; terminando la zona de mesas igualmente terminaba el enlonado y ahí podías disfrutar de la lucha libre ¡de pie y bajo la lluvia, detrás de los VIP! Porque aquí tampoco había lona ni sillas para los ciudadanos comunes.

Mencionar la carpa donde estaba la “muestra ganadera” –que solo eran dos caballos, un pony, varios conejos y algunos gallos, además de una carreta de época que tenía en sus asientos vasos desechables y chamarras de locatarios supongo-, un museo de Disney –que también cobraba- y los locales para venta –casi la mitad cerrados- solo complementaria la causa de la poca asistencia. Y es que de nuevo, una familia normal se gasta 250 pesos para entrar y se encuentra con tanta incomodidad y tanta cobradera, que mejor buscas otras opciones.

No sé si esta pésima feria se deba a que la presidenta municipal se fue de chapulina a buscar una diputación y dejó todo al garete o simplemente son ganas de sacar dinero por donde se pueda, como buen año de Hidalgo, pero ni lo disfrazan y vaya que le dieron en la torre a algo que antes era una gran atracción no solo local, sino de varios estados aledaños. La ambición lleva a perder pesos por ganar unos centavos. Por el momento, pasará mucho tiempo para que vuelva a poner un pie en la Feria de San Isidro, mejor buscaré otras opciones en las que el dinero rinda más y no se discrimine entre los normales y los VIP. ¿No cree?

Otro vistazo

Por si le faltara algo a este quemadísimo INE, alguien filtró la grabación de una llamada donde el presidente de ese instituto, Lorenzo Córdova, se burla de la manera de expresarse de uno de los líderes indígenas con quienes se habría reunido para atender una solicitud de candidaturas. Ciertamente es un comportamiento inadecuado dado su cargo y sin duda debería renunciar; no es digno de confianza un funcionario que toma con tan poca seriedad a las personas que atiende,  pero es curioso ver la indignación que hay en las redes sociales. No me malentiendan, lo sucedido es algo reprobable, pero ahora resulta que todos en redes sociales son dignos defensores de los indígenas mexicanos y nunca han hecho la menor broma o comentario despectivo acerca de ellos, por no hablar de maltratarlos en mayor o menor grado. No deja de sorprenderme la valentía, pureza, indignación y solidaridad con tantas causas detrás de un teclado… y que ahí mismo se quedan, sin hacer nada más. ¿Cuántos de estos indignados críticos en Facebook o YouTube han hecho algo por cambiar la situación de los indígenas en México o en su propio entorno? Es pregunta.

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