El año que recién empieza (cuenta tan sólo diez días) tiene otra faceta que nada tiene que ver con gasolinazos, “eruditos” discursos políticos, amenazas externas del país vecino y defunciones de hombres/mujeres ilustres. Me refiero al color del año Pantone que se refiere a “una selección simbólica de colores; una fotografía del color de lo que pasa ante nuestros ojos en nuestra cultura global que sirve como expresión de un estado de ánimo y una actitud.” Pantone Inc. es una empresa estadounidense creadora del Pantone Matching System, el cual es un sistema de identificación, comparación y comunicación del color para las artes gráficas. Su sistema de definición cromática es el más reconocido y utilizado por lo que normalmente se llama Pantone al sistema de control de colores y año con año, como resultado del análisis de las tendencias en los diferentes campos del diseño y de revisar las tendencias socioeconómicas y los cambios mundiales, elige el color que predominará durante 12 meses y de esta forma, lo vemos aplicado en todos los sectores.
Para 2017, el color elegido es el Greenery (tono refrescante y revitalizante que simboliza los nuevos comienzos) el cual en palabras de Leatrice Eiseman, Directora Ejecutiva del Pantone Color Institute: “Irrumpe con fuerza y nos ofrece la confianza que anhelamos en el tumultuoso contexto social y político en el que vivimos. Al satisfacer nuestro deseo creciente por rejuvenecer, revitalizar y unir, Greenery simboliza la reconexión que buscamos con la naturaleza, con nosotros mismos y con un sentido más amplio de nuestras vidas.”
El uso de color en la vida diaria influye en nuestros estados anímicos, tales efectos psicológicos empezaron a estudiarse a partir del siglo XVIII por lo que se considera que todavía es una ciencia inmadura para la psicología moderna; sin embargo, el estudio de la percepción del color es más común en el diseño, la arquitectura, la moda, la señalética, la publicidad y el arte. Aristóteles fue uno de los primeros estudiosos en analizar las propiedades del color y describió los “colores básicos” relacionados con la tierra, el agua, el cielo y el fuego por lo que no debe extrañarnos que ahora el Greenery tenga un fundamento que lo relaciona con la naturaleza. El precursor de la psicología del color fue Johann Wolfgang von Goethe (poeta y científico alemán) proponiendo que el color en realidad depende también de nuestra percepción, en la que se halla involucrado el cerebro y los mecanismos del sentido de la vista.
El simple acto de vestirnos cada día, implica una elección de color de acuerdo a nuestro estado de ánimo aunque sea de forma inconsciente. La gama de tonos utilizada en un restaurante nos invitará a relajarnos y disfrutar el momento o apresurarlo. Nuestra adorada Ciudad de México ha sido pintada de rosa por todos los rincones posibles (incluidas algunas casetas de vigilancia, así como lo lee) usted decida la connotación que eso implica. La cromoterapia (terapia del color) es una técnica utilizada en medicina alternativa (considerada una pseudociencia) y funciona aplicando una luz con un color que corresponda al color de una enfermedad, infección, virus, bacteria, hongos o parásitos.
Greenery es un color que invita a pintarnos la cara color esperanza (como la canción) a pesar del momento por el que pasamos pero además, en un sentido más profundo también nos alinea con esas cuestiones de la vida que no dependen de políticas exteriores ni precios del dólar o aprendiz de canciller; es un pretexto o una oportunidad para voltear la mirada a un estilo de vida sustentable que nos permita alejarnos de los malos hábitos, de pensamientos negativos, de apatías y tomar decisiones que nos ayuden a ser más asertivos, a deshacernos de lo que nos impide evolucionar para crecer y seguir adelante a pesar de las adversidades.
En la poesía el color también está presente y para muestra el siguiente fragmento de Romance Sonámbulo publicado en 1928 por Federico García Lorca (Poeta, Dramaturgo y Prosista Español) además de que no nos caería mal tener el propósito de leer un poco de poesía como parte de esa vida sustentable que nos propone el uso del Greenery.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.
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Fuentes
http://store.pantone.com/es/es/color-of-the-year-2017
https://es.wikipedia.org
Foto de Elizabeth Cruz
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