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Serpientes y Escaleras

Cuando la presente colaboración vea la luz, tendremos una idea más aproximada del resultado de la jornada electoral

6 de junio, 2017

Cuando la presente colaboración vea la luz, tendremos una idea más aproximada del resultado de la jornada electoral en el Estado de México, Veracruz, Coahuila y Nayarit la cual se ha visto manchada por dimes y diretes entre los diferentes actores políticos involucrados o no, en el proceso.

No sabemos si en un golpe del destino y como en un juego de serpientes y escaleras, quien lleve la delantera encuentre una serpiente por su camino y regrese al punto de partida alejándose de la meta o si quien esté rezagado, tenga la fortuna de ir a parar con una escalera que lo apuntale hacia la cima; todo puede suceder aunque de sobra sabemos que las triquiñuelas son el recurso favorito de los que se niegan a perder pero gane quien gane, en las profundidades del mar social dudo que las cosas cambien pues tanto pelearse el poder, no debe ser porque mueran de ganas de mejorar las condiciones de vida de los mexicanos sino porque a pesar de tanto saqueo vil como dicen por ahí: “algo habrá quedado”.

El asunto es que han sido días de verdadero miedo y vergüenza, todos sacando los trapitos al sol del contrincante y olvidándose (como siempre) de que ostentarán un cargo público para servir a los ciudadanos. De miedo y vergüenza es que estemos “sitiados” por las mafias del poder, que no podamos confiar ni en nuestra propia sombra, que hayamos hecho de la violencia un estado mental como víctimas o victimarios. Este año sentará las bases de lo que será una trágica carrera electoral de cara a la Presidencia en 2018, así que esto apenas comienza.

El Estado de México circunda a la Ciudad de México con su capital Toluca de Lerdo y su municipio más poblado: Ecatepec, es uno de los estados fundadores de la federación que aporta el 9.8 del PIB nacional y también es el estado con el mayor número de personas en franca pobreza sin olvidar que once de sus 125 municipios tienen una Alerta de Violencia de Género desde el año 2015 por las conductas criminales que destacan en la región; principalmente, feminicidios. Nací en Ciudad de México a la que amo profundamente pero también soy parte mexiquense por los años que viví ahí junto a mi madre y hermano, nada de lo pintoresco y belleza natural que encontramos al llegar a vivir allá en el año de 1990 se conserva hoy y lo sorprendente es que han pasado tan sólo 27 años pero en los últimos quince el crecimiento ha derivado en transporte ilícito e inseguro, en una policía estatal corrupta y mal pagada, en vialidades saturadas, en la construcción de un mexibus ineficiente, en la proliferación de comercio ambulante y venta de cosas “semiusadas”, en el descuido por parte de las autoridades municipales y principalmente, en inseguridad porque lejos están hoy los mexiquenses de poder salir a la calle después de las nueve de la noche sin temor a ser asaltados, lo cual nosotros pudimos hacer decenas de veces cuando niños con mi madre e incluso ella, lo hizo muchas veces sola al regresar de su trabajo y sin problema alguno. Pareciera que el Estado de México encontró una serpiente que lo ha llevado en picada año tras año y mucho tiene que ver la actitud que asumen algunos de sus habitantes, esperando que sea el gobierno quien resuelva sus problemas cual varita mágica y la mala noticia para ellos es que eso no va a suceder ahora y menos después, no existe tarjeta de salario rosa que cure el dolor de las madres de mujeres desaparecidas o muertas o que sacie el hambre de los que no tienen acceso a mejores oportunidades.

Los mexiquenses (y la ciudadanía en general) tendrán que apostar por encontrar una escalera propia que los lleve a la cima y los haga triunfadores, no mediante programas sociales o la aplicación de políticas públicas pues para eso, los políticos se toman su tiempo y no tienen prisa sino recordando que “Roma no se hizo en un día” y que el buen ánimo, el entusiasmo y las ganas de salir adelante no dependen de los colores de un partido o del voto en una papeleta sino del carácter, los sueños y metas que cada uno tiene para sí.

¡Se los dejo de tarea!

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