La celebración del Día Internacional de la Mujer que en su origen nada tuvo que ver con moda, belleza o festividades es el resultado de más de 60 años de acuerdos, luchas, declaraciones y movimientos con el fin de mejorar la situación de las mujeres en todo el mundo y lograr su participación en condiciones de igualdad con el género masculino en los entornos sociales, políticos y económicos de todo el mundo. Para mayor información pueden consultar el siguiente link: http://www.un.org/es/events/womensday/history.shtml ya que la presente entrega no es un tratado sobre el tema sino apenas una mirada personal sobre las que considero mis mujeres favoritas.
El mundo del cine tiene mucha tela de dónde cortar pero empezaré por nombrar a mis actrices favoritas (aunque no todas sean ganadoras de premios como el Ariel o el Oscar) y así tenemos del extranjero para el mundo: Julia Roberts y en la temática de la presente entrega sus filmes La sonrisa de Mona Lisa (Estados Unidos, 2003) en la que vemos el contexto en el que vivían las mujeres durante la década de los años 50 cuando no tenían derecho a decidir sobre sus vidas y el matrimonio era la única opción “decente” a la que podían aspirar en la sociedad. Julia tiene otro filme que le dio el Oscar a mejor actriz por su participación en Erin Brockovich (Estados Unidos, 2000) el cual no es mi favorito pero que se basa en la historia real de una mujer divorciada que en la búsqueda por obtener empleo termina investigando un caso de negligencia por contaminación del agua que provoca enfermedades a los habitantes de la región. De los más recientes Comer, Rezar, Amar (Estados Unidos, 2010) basada en el libro de Elizabeth Gilbert que retrata el resurgimiento espiritual y emocional de una mujer tras su divorcio y la búsqueda que emprende por reencontrarse con su esencia y el amor. Otra actriz que ha protagonizado grandes historias de mujeres es Meryl Streep quien me parece extraordinaria en La Dama de Hierro (Reino Unido, 2011) y que, de hecho le valió el Premio Oscar como mejor actriz en su papel de Margaret Thatcher, Primer Ministro del Reino Unido. Juliette Binoche me fascina en su interpretación de Vianne Rocher en la película Chocolat (Estados Unidos/Reino Unido, 2000) como la mujer que llega a un pequeño pueblo francés y desentona con las reglas de la sociedad conservadora de sus habitantes y nos muestra la lucha que tiene que librar a fin de establecerse con su hija y su chocolatería.
De la industria de la moda sin duda hemos heredado grandes influencias de mujeres que han dejado huella pero mi favorita sin duda es Coco Chanel cuya historia de vida descubrí en un documental y luego recordé con el filme Coco avant Chanel (Francia, 2009) el cual me hizo enamorarme de la esencia creadora y apasionada que movió los hilos del diseño para marcar un estilo contrario al que existía en el momento y que buscaba liberar a la mujer de los convencionalismos.
El cine mexicano tiene celebridades femeninas extraordinarias y aunque no viví en la época de Dolores del Río, Marga López, Libertad Lamarque, Ninón Sevilla, María Félix (aunque no se a mi favorita), Elsa Aguirre, Sara García o Gloria Marín los papeles que interpretaron de aquéllas mujeres de antaño sumisas, abnegadas o maltratadas en contraste con las “mujeres de la calle” o la exigencia y dureza de las matriarcas son documentos valiosos que nos muestran la condición de la mujer en México a lo largo de la historia.
En una época más actual y en el día a día me gusta observar de cerca la vida y obra de mujeres que no son principales actrices o políticas o militantes sociales pero que desde su rol de mujeres contribuyen con su granito de arena y son las mujeres que tenemos como compañeras de trabajo o que encontramos en la guardería o la escuela de nuestros hijos o a las que les compramos la fruta, le verdura, el pescado, los tamales o los dulces, son también aquéllas que dan clases o que corren o que meditan o que escalan en roca o producen programas de radio o televisión o que emprenden nuevos proyectos.
Son las mujeres que tejen los hilos de la historia de la humanidad desde sus diferentes roles en la sociedad y que día a día libran diferentes batallas para hacerse escuchar como las que gritan ¡Ya basta! Ante la injusticia, la violencia, el feminicidio, la desaparición de sus hijos; las que luchan contra el cáncer, las que tienen hijos con capacidades diferentes o las que son infértiles.
Tenemos fascinación por las celebraciones y las festividades pero no debemos olvidar el origen de las mismas y su evolución en el constructo social. Que la vida haya dado mujeres y hombres no debe ser un error sino una forma de complementarnos no porque seamos mitad de algo sino porque somos hombre o mujeres completos que en equipo y codo a codo podemos sentar las bases para un mundo mejor.
¡Honremos a las mujeres por su existencia y su aportación a la vida! (sean madres o no) y procuremos celebrarlas y consentirlas más de un día al año.
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