Esta vez, en nuestra cápsula del tiempo de cada cinco semanas recordaremos la forma en que la música era un sano pasatiempo para los jóvenes a través de los cancioneros y las serenatas.
Existió un momento en la historia de México en el que tocar la guitarra era un pasatiempo común entre los jóvenes de la época y para ello, utilizaban un cuadernillo que contenía los acordes y letras de las canciones llamado: cancionero. En ese mismo tiempo, el bolero (canción de ritmo lento, bailable y originaria de Cuba con un compás de dos por cuatro y letras melancólicas) llegó a México a través de la Península de Yucatán y de la mano de Guty Cárdenas cuando aproximadamente en 1913 compusiera el primer bolero llamado “Presentimiento” mismo que grabó en Nueva York; sin duda, fue la influencia de la radio y principalmente, de la XEW (estación radiofónica) lo que ayudó a consolidar al bolero durante casi treinta años en el gusto popular hasta mediados de los años sesenta cuando empezó su decadencia.
Con el bolero llegaron también los dúos, tríos o cuartetos musicales y con ellos, se extendió la costumbre de llevar serenata a las damas con ánimos de conquista, reconciliación o simplemente de expresar sentimientos a través del romance de las canciones. Con el tiempo, la serenata tradicional emigró a las estaciones de radio para dedicar por esta vía las canciones a la persona celebrada o amada o como broma entre amigos.
La costumbre de tocar la guitarra como pasatiempo dio lugar a serenatas con motivo del día de las madres, para celebrar el día de la amistad o simplemente para reunirse y pasar un buen rato cantando. Seguramente en algún rincón de la casa, nuestras abuelitas guardan algún disco de boleros o un cancionero.
De entre los compositores e intérpretes más destacados, hemos heredado hermosas letras y melodías:
Solamente una vez se entrega el alma / con la dulce y total renunciación / y cuando ese milagro realiza el prodigio de amarse / hay campanas de fiesta que cantan en el corazón (Solamente una vez, Agustín Lara)
Tú me acostumbraste a todas esas cosas / y tú me enseñaste que son maravillosas / sutil llegaste a mi como la tentación / llenando de inquietud mi corazón (Tú me acostumbraste, Olga Guillot)
Bésame, bésame mucho / como si fuera esta noche la última vez / Bésame, bésame mucho / que tengo miedo a tenerte y perderte después (Bésame mucho, Consuelo Velázquez)
Somos novios / mantenemos un cariño limpio y puro / como todos procuramos el momento más oscuro (Somos novios, Armando Manzanero)
Angustia de no tenerte a ti / tormento de no tener tu amor / angustia de no besarte mas / nostalgia de no escuchar tu voz (Angustia, Bienvenido Granda)
¡Qué dicha y qué privilegio para quienes vivieron la época dorada de un México que parecía marchar a otra velocidad, con una sensibilidad más romántica y una creatividad que daba lugar a composiciones que dieron la vuelta al mundo y que conquistaron más de un corazón o dieron paso a la reconciliación! Ojalá rescatáramos esos momentos al menos por mera cultura general y para descubrir que los antecedentes de la música mexicana distan mucho de lo que hoy conocemos como el pop en español.
¡Ay qué tiempos, señor Don Simón!
_____________________________________________________________________
Fuentes:
Gracias COVID-19 (Parte 3)
“Hay lugares desolados sin gente caminando por las calles, hay hogares felices y otros que han aumentado el infierno...
abril 14, 2020Gracias COVID-19 (Parte II)
“Estamos frente a una situación grave a nivel mundial que no nos había tocado vivir en muchas generaciones pero...
marzo 31, 2020Gracias COVID-19 (Parte 1)
Y fue así que el ambiente cambió de tonos rojos y morados por el alto índice de violencia y...
marzo 24, 2020Classic Blue: Calma, confianza y conexión
Así se define el “color del año” que como ya es costumbre desde hace 20 años, anuncia el instituto...
enero 7, 2020