En mayo del 2015 escribí sobre los males que aquejan al Sistema de Transporte Colectivo (STC), mejor conocido como Metro y cuyo texto completo pueden leer aquí: https://www.ruizhealytimes.com/opinion-y-analisis/proxima-estacion A poco más de un año, vuelvo a poner el dedo en el renglón pero esta vez desde una visión diferente pues recientemente se ha celebrado el 47 Aniversario de su inauguración.
Tengo la fortuna de conocer a un trabajador que ha hecho carrera profesional en el STC, a sus veintidos años ingresó como peón en los talleres mecánicos de El Rosario, cada mañana salía de su casa con su uniforme de overol y botas industriales para regresar por la tarde con olor a petróleo y grasa, con las manos maltratadas y aunque limpias con olor a taller. Rebelde por naturaleza, nunca sucumbió a los intereses políticos y se mantuvo al margen del amafiado Sindicato; con el tiempo, cambió del turno matutino al turno nocturno en la misma área pero siempre puntual, sin retardos ni faltas. Poco o nada se sabe a detalle de lo que ha sido su experiencia al interior pero no es difícil de adivinar pues habiendo ingresado tan joven tuvo que aguantar las novatadas de los más antiguos; aunque en realidad, el metro y él son contemporáneos pues sólo existe diferencia de un año entre los dos. Con la carrera trunca pero con ganas de superarse, el ingreso percibido le permitió pagarse una carrera en Administración de Sistemas Computacionales, hacerse de una casa propia y mantener su hobby favorito: el ciclismo de montaña. Este año y a 26 de su ingreso goza de un puesto administrativo con un mejor sueldo y sobra decir que ya no es un peón gracias a la carrera que estudió y a su amplio conocimiento y experiencia en el área de mantenimiento a trenes pero sigue siendo puntual y rara vez se le escucha quejarse a pesar de conocer a la perfección los males que impiden que el servicio sea mejor, por lo que él define su trayectoria como “apasionante” pues no ha sido poco lo que ha vivido, padecido y visto en tantos años de labor ininterrumpida.
Sí, el metro tiene fallas (en el servicio, en el mantenimiento y en la administración) y mafias (el ambulantaje) pero conocer de cerca a los que hacen posible que cada día abra sus puertas a las 5:00 a.m. y las cierre a las 12:00 p.m. sin duda, cambia la perspectiva y uno agradece contar con un medio de transporte que por mucho, sigue siendo el más rápido, directo y seguro (claro, sin viajar en horas pico). Como toda instancia pública también sufre de burocracias y corrupciones además del olvido de los dirigentes de la Ciudad de México por lo que la falta de presupuesto ha derivado en una bola de nieve que a pesar de los trabajos que se iniciaron desde el año pasado en el rubro de mantenimiento, parecen ser insuficientes pues los trabajadores realmente hacen milagros con lo que tienen para trabajar.
El pasado mes de septiembre (del 4 al 11) se celebró su 47 Aniversario y la explanada de la Glorieta de Insurgentes sirvió como escenario de conciertos musicales, presentaciones de danza y albergó un “simulador” para manejar un convoy, una exposición fotográfica y un vagón didáctico como parte de los festejos, además de dar inicio a la campaña: “El ABC del Metro” enfocada principalmente a los menores para que aprendan a conducirse como usuarios del metro y que incluye algunas recomendaciones como: “Evita tirar basura en las vías”, “Respeta la línea amarilla”, “No permanecer a bordo”, “Antes de entrar permita salir” y “Activa la palanca solo en caso de emergencia”, entre otras.
Quizá la red del metro en la Ciudad de México no sea la más eficiente ni la más moderna pero transportar a más de 1,600 millones de usuarios, recorrer 226,488 kilómetros de la red en servicio, operar 390 trenes, administrar 12 líneas y 195 estaciones en la Red los 365 días del año no es una tarea fácil y se requiere de un equipo que trabaja bajo presión en condiciones paupérrimas pero que hace posible que sus usuarios puedan trasladarse de un punto a otro y recorran por sus túneles la Ciudad de cabo a rabo sin tener que lidiar con la contaminación, el tráfico, los semáforos, las manifestaciones y todos esos contratiempos que los automovilistas e incluso el metrobús, padecen. Por ello, antes de quejarse la próxima vez por el mal servicio, no deje de recordar que ellos y ellas también son de carne y hueso, que hacen lo que pueden con lo que tienen y que son ciudadanos igual que nosotros.
Felicidades a esos valientes que tienen la camiseta puesta y que realizan su trabajo con responsabilidad y compromiso y que hicieron posible festejar el 47 Aniversario del metro, a todos ellos: ¡Gracias!
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Fuentes
http://www.metro.cdmx.gob.mx/comunicados/detalleComunicados.html?id_comunicado=1360
Imagen tomada de http://www.cdmx.gob.mx/vive-cdmx/post/47-aniversario-del-stc-metro
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