Algo no están haciendo bien las autoridades federales, estatales y
municipales encargadas de garantizar que los mexicanos vivamos con
seguridad, libres del temor de ser agredidos en nuestras personas o
bienes. Los datos lo demuestran.
Las cifras oficiales más recientes indican que hasta el 31 de mayo
pasado se habían cometido 9,916 homicidios dolosos en el país, 2,258
más que los 7,658 que se perpetraron en el mismo período del año
pasado, lo que representa un incremento del 29.5%.
Durante los primeros cinco meses del año también se incrementó el
número de secuestros. Hasta mayo de este año se reportaban 584, 155
más que los 429 registrados hasta mayo de 2016, un incremento del
36.1%.
Los casos de extorsión también aumentaron. De 1,856 reportados entre
enero y mayo de 2016 a 2,416 para el mismo período de este año. Es
decir 560 más, un incremento del 30.1%.
De igual manera, para el mismo período se disparó el número de robos
de vehículos con violencia, de 18,846 en 2016 a 23,376 en 2017. Un
aumento de 4,530 casos o del 24.0%.
En lo a cualquier tipo de robo se refiere, en los primeros cinco meses
de este año se denunciaron 267,446 contra 185,331 en el mismo período
de 2016, lo que representa un incremento de 82,115 casos o el 44.3%.
La inseguridad en las carreteras mexicanas es mayor este año que el
pasado. En los primeros cinco meses de 2016 se denunciaron 1,124 robos
en carreteras, en el mismo período de 2017 año llegaron a 1,826, un
incremento de 702 casos o del 62.5%. El 89.8% de estos robos se
cometió con violencia.
Pese a que el Congreso Federal ha autorizado cada año aumentos
sustanciales al presupuesto de seguridad pública, los resultados
distan de ser los deseados. Tan sólo para este año se dedicarán
157,658.9 millones de pesos, según un estudio realizado por la Cámara
de Diputados. Esta cifra es 309.5% mayor a los 50,936.25 millones de
pesos que se presupuestaron para 2006.
¿Cómo explicarse, entonces, que pese al aumento en recursos humanos,
materiales y financieros al rubro de la seguridad nacional siga
aumentando el número de delitos en México, en algunos casos en
porcentajes escandalosos?
Para mí, los principales factores que explican el fracaso de la lucha
contra la delincuencia son la incapacidad e ineficiencia de muchas de
las personas encargadas de prevenir e investigar los delitos, de
juzgar a quienes los cometen y, tal vez el más importante de todos, el
alto nivel de corrupción que existe dentro de las corporaciones
policiacas, procuradurías y juzgados.
Mientras las personas sigan fallando, el gobierno seguirá gastando
miles de millones de pesos en su lucha contra la delincuencia. Igual
sería si ese dinero lo tirara a la basura.
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