Como he señalado en mis artículos anteriores, los dueños de los caballos se empeñan en seguir divididos. Unos por temor a ser sancionados por la autoridad hípica o la empresa —que aparentemente es lo mismo—; y otros, los menos, para seguir teniendo privilegios. Repito, aunque parezca perico: sin unidad de todo el gremio, las decisiones de quien conduce la permisionaria pasan sobre los verdaderos hípicos y por ello estamos como estamos.
Así pues, la novedad de la semana que me platican mis amigos — auténticos pájaros del riel— es que la señorita Adriana Torres, a quien mantengo informada con mis artículos y a la que he invitado a dialogar, debo confesar que sin éxito, por su iniciativa está juntando firmas para apoyar al Comité Mexicano de Arbitraje y Vigilancia de Carreras de Caballos y Galgos, A.C. y así informar a la Secretaría de Gobernación que están muy contentos con su desempeño. ¡Caray…me llama mucho la atención tanto apoyo! Me comentan que hasta cola hubo de entrenadores y jinetes para firmar la carta. ¿Será que tendrán temor de no mostrar solidaridad? He escuchado unas determinaciones que son una barbaridad, pues el Reglamento se vuelve discrecional y a veces se aplica, a veces les dan una ayudadita.
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Me imagino que la señorita Torres conoce las escrituras constitutivas del mentado “Comité” como para apoyarlo tan decisivamente. Le pregunté sin obtener respuesta. Solo tengo las clásicas palomitas azules de su Whatsapp, con lo que asumo que sí leyó mi comunicación. Me comentan que a menudo encuentran al presidente del Comité, el licenciado Mauricio Ayala Rosique, comiendo, desayunando y platicando con la influyente Adriana. ¿Tramarán algo? ¡Qué hípica tan descompuesta!
Para el que no sabe, es importante estar al corriente de que la señorita Adriana Torres es nada menos que la representante de las cuadras del licenciado Germán Larrea Mota Velazco, con el que, sin su entusiasmo, no habría carreras de caballos Pura Sangre en el Hipódromo de las Américas. Germán es el segundo hombre más rico de nuestro querido México y apasionado de los Pura Sangre. Mantiene sus cuadras de caballos, la San Jorge y la GL en México (de su señora esposa) y la St George Stables LLC en los Estados Unidos, la cual por cierto este año no le ha ido muy bien, como se puede leer en la liga. En el año 2021 le fue de maravilla con la campeona Letruska.
De acuerdo con el reporte de caballos del 2021 que publicó la Asociación de Criadores de Caballos Pura Sangre son cinco los que sostienen la crianza mexicana de la moribunda raza Pura Sangre: San Jorge (32), Pozo de Luna (22), Gaspar Rivera Torres (19), Guillermo Elizondo (17) y San Isidro (11); es decir, el 70% es producido por cinco criadores del total de 144 potrillos; mientras que 43 los producen algunos despistados, todos amantes del espectáculo, de la Industria.
Así pues, el espaldarazo que Adriana Torres le da al Comité, pues deja mucho que pensar. ¿Será para obtener privilegios? Por lo pronto los tiene pues, a la hora de las inscripciones los entrenadores de las cuadras de don Germán, inscriben al último para “llenar” las carreras que más les conviene. ¿Tendrá otros privilegios?
Y como el cuestionado “Comité” que preside Mauricio Ayala no hace caso a mis recomendaciones y no publica los resultados de las pruebas del doping, pues así el “sospechosismo” invade a los escépticos, como nos han vuelto a varios caballistas que cada vez se decepcionan más del deprimente espectáculo que proporcionan.
En lo que sí, nadie goza de privilegios son los propietarios de los ganadores de las carreras adicionadas —los Clásicos—. Me informan que no les han pagado el premio de las carreras que ganaron a principios del mes pasado. ¡Casi un mes y medio después! Del total de la bolsa de los premios, los participantes aportaron más del 60%. En EEUU a los cinco días les liquidan todo el premio, después de que el laboratorio autorizado proporciona los resultados del antidoping.
Ojalá que la señorita Torres, ya que goza de una amistad cercana con la autoridad hípica, pudiera influir para que apresuren el pago. Los entrenadores y jinetes viven de esto y los dueños de los caballos no son financieros de la permisionaria.
A propósito, don Germán ¿sabrá de todo esto? Realmente al no comprar Banamex es muy probable que se pudiera interesar en tener el permiso y las concesiones de las 52 hectáreas de este terreno federal. Tendríamos una hípica de primer mundo. ¡Se lo vamos a proponer…!
Sus comentarios son bienvenidos. Es más, son necesarios.
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