El regalo de bodas (parte 1), por Neil Gaiman

Traducción inglés-español por Diana Morales Morales.

8 de marzo, 2016

Después de todas las alegrías, dolores de cabeza, después que la luna de miel terminara y, antes que el otoño inglés desvaneciera sus bronceados, Belinda y Gordon se dieron a la tarea de desenvolver regalos y escribir agradecimientos; los suficientes para cada toalla y tostador.

“Bueno,” dijo Gordon. “Ya están los agradecimientos por los electrodomésticos. ¿Qué sigue?”

“Lo que viene en sobres” dijo Belinda. “Dinero, espero”.

Recibieron algunos cheques, regalos simbólicos, e incluso un libro de £10 de parte de Marie, la tía de Gordon, quien, según Gordon, era “pobre como una rata de iglesia” pero un encanto de mujer que siempre le daba algún regalo con valor sentimental desde que tiene uso de razón.  Y luego, hasta abajo de todo el montón, había un sobre café que tenía cara de tratarse de algo serio.

“¿Quién lo manda?” preguntó Belinda.

“Quien sabe,” contestó Gordon. “Alguien que todavía usa máquina de escribir. No está firmado”.

“¿Es una carta?”

“No exactamente” dijo. “Parece ser una descripción de nuestra boda. Está muy bien escrita. Mira,” Gordon estiró la mano para dársela a Belinda.

Era un claro día a principios de octubre cuando Gordon Robert Johnson y Belinda Karen Abingdon juraron amarse, apoyarse y honrarse hasta la muerte. La novia se veía radiante, el novio estaba nervioso pero, obviamente, lleno de orgullo y placer.

“Qué lindo” dijo Belinda. “¿Qué dice el sobre?”

“’La boda de Gordon y Belinda’” leyó. “Pero sin nombre”.

“Pues es muy buen detalle” dijo Belinda. “Sea de parte de quien sea”.

Se asomó dentro del sobre para ver si había algo más como una nota, tal vez, de parte de alguno de sus amigos pero no encontró nada. Pero agradeció tener una nota de agradecimiento menos que escribir; agarró el sobre y lo guardó en un archivero junto con otros recuerdos de la fecha, incluida una rosa blanca de su ramo.

Los dos primeros años de su matrimonio fueron muy felices. Tenían diferencias de vez en cuando y sólo peleas grandes esporádicamente sobre algún asunto sin importancia; siempre se disculpaban uno con el otro y las cosas regresaban a la normalidad Al final del segundo año, seis meses antes de dejar la pastilla anticonceptiva, Belinda quedó embarazada.

Gordon le regaló a Belinda una pulsera con rubíes y transformó el otro cuarto en uno para bebé. En el tercer día con bebé en casa, la madre de Belinda y ella vieron juntas los souvenirs de la boda; el tiempo había pasado demasiado rápido, ambas se reían recordando ese día al ver los restos cafés y arrugados de lo que antes hubiera sido una rosa blanca. Al fondo de la caja que contenía los recuerdos se encontraba el sobre café.

“ ‘La boda de Gordon y Belinda’ ” leyó la madre.

“Es una descripción de nuestra boda. Está muy linda, hasta mencionan la presentación que hizo mi papá”. Dijo Belinda mientras sacaba la hoja beige del sobre. Cuando leyó lo que estaba escrito hizo una mueca, luego devolvió el papel de manera apresurada.

“¿Qué pasa?” preguntó su madre, “¿yo no lo puedo leer?”

“Creo que Gordon me está queriendo hacer una broma de mal gusto”.

Esa misma noche, cuando le daba de comer a su hija, Belinda le preguntó a Gordon “¿por qué escribiste todo eso?” mientras él las veía a ambas de manera amorosa.

“¿Qué cosa?”

“Ya sabes, la carta. El regalo de bodas”.

“No, no sé”.

“No me dio risa”.

“Juro que no sé de qué me hablas”.

Belinda le llevó la caja donde estaba la carta y Gordon la tomó. Abrió el sobre y lo leyó cuidadosamente.

“¿Todo este tiempo tuvo esto escrito? Pensé que hablaba de la boda”. Siguió leyendo y mientras más avanzaba más arrugaba la frente. “Yo no escribí esto”.

“¿En serio no la escribiste? ¿No la tocaste siquiera?”

Después de que Gordon le aseguró a Belinda más de una vez que ni siquiera se acordaba de la existencia de ella le creyó.

“Déjame ver eso otra vez”, le dijo Belinda. “Es m uy raro todo lo que dice, eso ni siquiera pasó”.

Lo que estaba escrito en el papel era una descripción del tiempo que llevaba casados. Y, según lo que decía el papel, no habían sido buenos años. Seis meses después de la boda un Pekinés había atacado a Belinda de manera tan brutal que había necesitado puntadas en la cara, sus nervios estaban tan dañados que había empezado a beber; estaba segura que Gordon la encontraba repulsiva por la enorme cicatriz que cubría la mayor parte de su cara y que el bebé sólo era un intento patético de mantenerlos unidos.

“¿Por qué dirían algo así?” preguntó Belinda.

“¿Quiénes?”

Neil Gaiman empezó su carrera en Inglaterra como periodista. Sus primeros dos libros fueron biografías, el primero de Duran Duran que le tomó tres meses escribir. Gaiman dice de su primera etapa profesional: “Era demasiado agarrando una voz que ya existía para parodiarla”. A Neil Gaiman se le acredita el haber sido el creador de los cómics modernos, así como el ser un autor cuyo trabajo captura audiencias de todo tipo. El Diccionario de Biografía Literaria lo nombra como uno de los diez primeros escritores post modernistas aún vivos.

Traducción inglés-español por Diana Morales Morales.

© 1998 por Neil Gaiman. Todos los derechos reservados.

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