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NUEVO FRAUDE SANITARIO

La salud es un derecho natural de los ciudadanos y debe respetarse y validarse cuando sea necesario.

11 de diciembre, 2024

Apenas nos estamos recuperando del anterior desastre sanitario que nos causó la epidemia del COVID 19 cuando volvemos al escenario con la misma política incierta, dudosa y corrupta que nos gobernó el sexenio anterior. Como si fuese una obra teatral de gran éxito, los personajes, el guion, la escenografía, la música y todos los demás accesorios que integran el gran espectáculo están repitiéndose cabalmente. El fraude, la ineptitud, la corrupción y la injusticia como siempre, están a cargo del gobierno en todos sus niveles. Los decesos, la miseria económica, emocional y el maltrato social los vuelve a sufrir el pueblo.

Por lo visto, los asuntos de salud pública en México tienden a seguir la misma dinámica que el periodo anterior a menos que la ciudadanía lo exija de otra manera. Por razones naturales el artículo consta de dos partes, ambas reclaman tu participación y exigencia; la primera porción puede solucionarse en un breve lapso; mientras que la segunda requerirá un esfuerzo y un tiempo proporcional a la voluntad y el verdadero deseo de las sociedades productivas mexicanas.

La semana pasada empezaron a filtrarse en nuestros medios de incomunicación unos reportes acerca de una infección bacteriana que había atacado a 20 menores en 4 hospitales localizados en el Estado de México. En un principio se hablaba de 12, después fueron 15 y en total aún no sabemos oficialmente el número de infectados; lo cual es típico y normal en la información de la 4T. Obviamente, la noticia fue difundida con el mismo texto, sin cambiar ningún punto ni coma.

La lectura era patética y ridícula, pues algunos reporteros y comentaristas tuvieron dificultades para pronunciar los contenidos; esto, por supuesto sin contar con los ignorantes políticos y diputados que no quisieron perder la oportunidad de aparecer ante las cámaras. Todos comentaron, pero en ningún momento apareció un representante de la Secretaría de Salud que informara en detalle acerca de la tragedia. Nada oficial, todo quedó en ciernes, pareciera que no existiera ningún representante.

Afortunadamente, esta semana Andrea Meraz y otra reportera de CNN entrevistaron a un profesor de la UNAM y a otro profesional que explicaron ampliamente las posibles causas de la infección. Ambos dijeron que era muy posible que la solución nutritiva parenteral estuviera contaminada con alguna bacteria que causó estragos en algunos y la muerte en otros pequeños. Aunque desde un principio se señaló a Klebsiella oxytoca como el agente responsable de la infección, aclararon que esta no es patógena, que vive libremente en nuestro interior (formando parte del microbioma)^1.Es una bacteria que siempre está controlada por los sistemas inmunológicos sanos de cualquier persona, sin importar su edad.

Desafortunadamente, muchos neonatos tienen dificultades en sus sistemas inmunológicos y sufren las consecuencias de la infección porque la bacteria se desarrolla sin control. Además, indujeron que debía revisarse todos los documentos de las pruebas de esterilidad del producto, pues es muy posible que la solución haya estado contaminada con la bacteria y ésta encontró vía libre en el torrente circulatorio. De cualquier manera, el personal médico debió prevenir esta situación y bien pudo haber dedicado más tiempo y otros recursos para mantener a los pequeños en estado de recuperación.

Algo que los entrevistados evitaron a toda costa fue la posibilidad de que los 15 o 20 infectados no sean el número de casos infectados, la razón pudiera ser que se habla de 4 hospitales que fueron el escenario de esta desgracia, cuando en realidad son decenas o centenas de menores que reciben esta nutrición parenteral en todos los hospitales del país, luego 20 casos son una cifra increíblemente exigua en relación con lo que verdaderamente sucedió o está sucediendo en el país. De ser así, estamos ante una flagrante repetición siniestra de la manipulación de datos por parte de la SSA; que los políticos y hasta los presidentes se atreven a comentar en forma pasajera.

La producción de inyectables en la industria farmacéutica es un proceso muy minucioso en la operación y en la documentación, cada etapa y cada lote quedan registrados en actas oficiales. Bastaría con examinar minuciosamente las evidencias documentales para determinar la calidad del proceso y del producto; esto es algo que ni los políticos más avezados pueden alterar o modificar. Recordemos que recientemente han habido otros escándalos de políticos protectores de pseudo farmacéuticos que operan con información incierta y/o manipulada, bástenos con recordar: Chiapas, Tamaulipas, Veracruz y otros estados de la república, esto no es ninguna novedad.

En el 2020, cuando el COVID 19 invadía implacablemente a los países europeos, los políticos británicos y las autoridades del Parlamento empezaron a planear las estrategias para reducir los impactos (disponibilidad de personal médico y servicios de emergencia, kits de diagnóstico, enseres y equipo de seguridad profesional, vacunas, etc, etc), mientras que el público y los medios de comunicación observaban y analizaban con interés los nuevos planes y disposiciones. De repente, hacia el tercer o cuarto día, el personal administrativo sanitario, los miembros del Parlamento y algunos de los periódicos principales recibieron dos documentos emitidos por las principales sociedades de virólogos ingleses donde exigían:

Manos libres en la administración de los recursos profesionales (médicos, enfermeras, laboratoristas, personal de apoyo) y hospitales en posibilidad de atender a los infectados;
independencia y presupuesto para administrar los gastos de operación;
compra y adquisición de todos los materiales e insumos necesarios en las actividades de rescate, transporte y tratamiento de los infectados;
control de la información a cargo de voceros oficiales especializados en manejo de crisis y desastres.

Todos los argumentos de los virólogos fueron irrebatibles, los políticos, los charlatanes y las faunas de acompañamiento tuvieron que hacerse a un lado ante tan poderosa embestida. A la fecha, Inglaterra salió bien librada, desarrolló y comercializó nuevos productos y obtuvo una sólida experiencia para la próxima pandemia.

México cuenta con la gran mayoría de los requisitos necesarios para intentar una serie de acciones semejantes a los virólogos ingleses. Tenemos excelentes profesionales en todas las ramas necesarias para mejorar nuestra defensa contra futuras pandemias. El gravísimo problema que nos ahoga es nuestra paupérrima y corrupta clase política que ha tomado a las generaciones productivas por asalto, el cual parece ser infinito.

La salud es un derecho natural de los ciudadanos y debe respetarse y validarse cuando es necesario. Estamos ante una importantísima disyuntiva de organización y exigencias comunitarias con autoridad y capacidad para discutir y planear futuras acciones que nos conduzcan a un sistema de salud comunitario realista, de aceptable calidad o en la dilapidada indiferencia y carencia de solidaridad donde solo nos ocuparemos de seguir escuchando a los políticos y continuar contando a nuestros muertos.

REFERENCIAS: