¿Le daría usted un escaño en el Parlamento a una inteligencia artificial?

Autor: Verónica Bolón Canedo Profesora Titular de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Universidade da Coruña Autor: Sergio Travieso Teniente Responsable de Reporting y profesor, Universidad Francisco de Vitoria En esta era de transformación tecnológica y...

22 de diciembre, 2023

Autor: Verónica Bolón Canedo Profesora Titular de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Universidade da Coruña

Autor: Sergio Travieso Teniente Responsable de Reporting y profesor, Universidad Francisco de Vitoria

En esta era de transformación tecnológica y social, la inteligencia artificial conquista cada vez más tareas hasta ahora reservadas a los humanos. Pero ¿hasta dónde debe llegar? Por ejemplo, ¿le daría usted un escaño en el Parlamento a una inteligencia artificial?

Realizamos esta pregunta a un total de 90 personas en las Jornadas de Divulgación Innovadora D+i, un evento de divulgación celebrado en Zaragoza. El público tenía que contestar “sí” o “no” y aportar una pequeña explicación.

Se trataba de un público bastante receptivo con la inteligencia artificial, pero el resultado es bastante concluyente: un 78 % de los que respondieron no se lo otorgarían. Tras la mesa redonda compartida por los autores de este artículo, se les invitó a volver a responder a la misma pregunta. Y parece que el debate generado hizo que algunos asistentes cambiasen su opinión, ya que en la nueva votación 3 de cada 10 personas sí le darían el escaño a la inteligencia artificial (el sí aumentó desde el 22 % original a un 30 %). Realmente, disponer de información puede hacer que modifiquemos nuestra opinión, aunque cambiar de parecer sea una de las cosas más complicadas para el ser humano.

Votación del público antes y después de la mesa redonda.

A continuación, pedimos a una inteligencia artificial cuantitativa (la versión 4 de ChatGPT) que hiciese un resumen de las opiniones de los participantes. Entre los argumentos a favor de dar un escaño en el Parlamento a una inteligencia artificial destacaba una mayor objetividad y la oferta de una nueva perspectiva del debate político. Sin embargo, la mayor parte de las respuestas, contrarias a otorgarle el escaño, se centraron en los miedos por la falta de desarrollo y los problemas derivados de la manipulación o los sesgos.

En resumen, hay dos razones fundamentales para negarle el “derecho al voto” a la inteligencia artificial: la pérdida que supone para el ser humano y la incertidumbre que aún genera la IA.

El humano ante la IA

Aunque se lleva investigando desde mediados del siglo pasado, el usuario medio supo que se estaba usando la inteligencia artificial hace apenas un año, con el lanzamiento de ChatGPT 3. Y eso es muy poco tiempo para que nos acostumbremos a una herramienta tan poderosa.

De hecho, según un estudio de KPMG, en España únicamente un 8 % de de empresas admiten haber integrado la IA de forma proactiva en los procesos diarios. Y tenemos la percepción de que este porcentaje es menor en el ámbito personal (aunque no tenemos datos que lo corroboren).

La debilidad de la IA

En cuanto a la propia inteligencia artificial, efectivamente esta tecnología está aún muy inmadura para una tarea de tantísima responsabilidad. Ahora mismo se habla de IA débil o estrecha.

Esto quiere decir que es muy buena en una tarea concreta, superando incluso a la habilidad humana, como ocurre por ejemplo jugando al ajedrez. Sin embargo, esta inteligencia artificial débil no es capaz de generalizar a otras tareas, como hacemos los humanos –y como hace lo que se conoce como inteligencia artificial fuerte o general–.

Por ejemplo, ChatGPT es muy bueno con todo lo relacionado con el lenguaje, pero comete muchos errores si le pedimos operaciones matemáticas simples.

Volvamos a la pregunta del debate: ¿le daría un escaño en el Parlamento a una inteligencia artificial?

Es cierto que los seres humanos nos equivocamos y hacemos elecciones basadas en la pasión, en la irracionalidad, nos creemos mentiras o falsas promesas. Y también es verdad que la política no vive su mejor momento ni en España ni el resto de los países de nuestro entorno (según el CIS, es el problema que mayor porcentaje de españoles considera en primer lugar).

Pero, aún así, somos las personas quienes tenemos la capacidad para equivocarnos. Podemos darnos cuenta de los errores e, incluso, volvernos a equivocar. Ésa es la esencia de la libertad que tenemos.

Es posible que una inteligencia artificial puede llegar a cometer menos errores (todavía no es así), pero ¿estaríamos dispuestos a sacrificar nuestra capacidad de decidir porque una inteligencia “superior” (que se equivoca menos) pueda beneficiarnos?

Que los políticos la usen

Otra cosa muy diferente sería abogar porque los políticos usasen la inteligencia artificial de manera efectiva para tomar mejores decisiones. Usar de manera correcta la IA hace que las capacidades humanas se potencien, que seamos más productivos y creativos.

Eso sí sería un gran avance para la sociedad: tomar conscientemente mejores decisiones apoyados por la tecnología, pero manteniendo el control y la responsabilidad.

La inteligencia artificial se ha ido colando en nuestra vida cotidiana casi sin darnos cuenta. Ya hace más de veinte años que llegó a nuestras casas en forma de aspirador inteligente. Más tarde, hemos confiado a la inteligencia artificial todo tipo de tareas, desde que nos recomiende una película, hasta que envíe un mensaje por nosotros.

Al mismo tiempo, hemos sido testigos de impresionantes avances. Se han creado sistemas inteligentes que pueden aprender y dominar juegos complejos como Go y ajedrez. También hemos visto como la inteligencia artificial puede predecir la estructura tridimensional de las proteínas a partir de su secuencia de aminoácidos, una tarea que hace unos años se pensaba que era imposible de resolver. Nos vamos acostumbrado a ella.

En el camino, si llega al Parlamento, está en nuestras manos que lo haga para ayudarnos.

Comentarios


PERPLEXITY – Una gran opción de IA

La elección entre estas herramientas dependerá del tipo de interacción que busques y tus necesidades específicas.

octubre 31, 2024
como cambia la IA nuestra realidad

Los datos son el petróleo del siglo XXI

En 2006, el matemático británico Clive Humby acuñó la frase “los datos son el nuevo petróleo”. Quizás esta afirmación parezca desproporcionada, pero el valor...

octubre 28, 2024




Más de categoría
Así fue la desinformación que circuló durante las elecciones en Estados Unidos

Así fue la desinformación que circuló durante las elecciones en Estados Unidos

Autores No existe evidencia para sostener que los desórdenes informativos determinaron el resultado de la elección y el triunfo...

noviembre 22, 2024

Por qué los medios abandonan el barco sin rumbo en el que se ha convertido la red X

Autor: Ana Zafra Arroyo Investigadora FPU y profesora de Fotoperiodismo e Imagen Digital, Universidad de Málaga. “Adiós, X. Fue bonito...

noviembre 21, 2024
Estamos viviendo una revolución digital sin precedentes. En su nuevo libro, Yuval Harari reflexiona acerca de la posibilidad de que la inteligencia artificial «tome el control» mediante la manipulación de los humanos para que hagan lo que ella quiera.

Los peligros de la Inteligencia Artificial

Estamos viviendo una revolución digital sin precedentes. En su nuevo libro, Yuval Harari reflexiona acerca de la posibilidad de...

noviembre 15, 2024
Programa de Sobrevigilancia Sanitaria

La alerta viral 

El Programa de Sobrevigilancia Sanitaria busca establecer una serie de acciones para minimizar los efectos nocivos de los patógenos...

noviembre 7, 2024