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Cuando la emigración es sobrevivencia

De acuerdo con cálculos confiables, se ha determinado que las mariposas son capaces de volar de 102 a 112 km diarios.

24 de octubre, 2024

La emigración no es una aventura, un arriesgue, un capricho o un sueño incierto e impredecible; nada de eso. Es una especie de reserva energética intrínseca que todos los seres vivos poseemos en la necesidad de procurarnos una mejor condición de vida que apoye nuestra sobrevivencia. Todos los días y a todas horas numerosas especies de vegetales, animales y el hombre están emigrando en cualquier parte del mundo.

La impresión general es que solo se trata del traslado físico de un grupo de individuos de la misma especie que se dirigen de un lugar a otro, sin mayor problema. La realidad es otra, es un proceso complejo que depende de muchos factores y circunstancias impredecibles que el emigrante tiene que resolver de la mejor manera posible. Existen muchos ejemplos de emigraciones en el mundo biológico, quizá uno de los más espectaculares y complejos sea la emigración de millones de ejemplares de la llamada Mariposa Monarca (Danaus plexippus) que cada año vuelan miles de kilómetros en búsqueda de alimento y temperaturas más propicias para su subsistencia.

Esta extraordinaria odisea se inicia cuando la intensidad del calor en las llanuras norteamericanas y canadienses empieza a disminuir, ocasionando también un decremento en la humedad. Este cambio atmosférico disminuye sensiblemente el crecimiento de la hierba silvestre llamada algodoncillo (Asclepia sp), lo cual induce una serie de cambios genéticos en el desarrollo de las mariposas.

El algodoncillo es una planta silvestre que crece desordenadamente en cualquier lote baldío y al margen de las carreteras, su presencia es un factor esencial en la genética y el desarrollo de las mariposas. La planta es el sitio específico donde las hembras del insecto depositan de 300 a 500 huevecillos en sus anchas hojas. Después de dos a cuatro días, los huevecillos se transforman en larvas o gusanos, los cuales se alimentan de las mismas hojas; de tal manera que la planta es el sitio selecto para la oviposición y la fuente de energía de las larvas. Posteriormente, las larvas adoptan la forma de capullo, también llamada crisálida, la cual en ocho o doce días se transformará en la última fase del desarrollo, o sea, las mariposas adultas. ²

Dichas mariposas, solo viven un corto lapso de 14 a 30 días y mueren. Al mismo tiempo las larvas o gusanos de la otra generación ya están creciendo a expensas de las hojas del algodoncillo. Este proceso se repite 3 o 4 ocasiones. Estas generaciones de corta duración se han interpretado como el desarrollo de una fase evolutiva de una especie biológica en vías de generar una cepa especial con todos las funciones y características necesarias para emprender un gran proyecto. En este caso el proyecto es la sobrevivencia, ya que la especie desaparecería si no emigran a otros ambientes más cálidos.

Esta rápida evolución, sacrifica 3 – 4 generaciones de individuos que carecen de los elementos necesarios para realizar una travesía formidable que requiere un acopio de energía suficiente para realizar el vuelo, un sistema de navegación y orientación precisos que lo conduzcan por las rutas más adecuadas y un mecanismo de protección contra los muchos depredadores que se pueden encontrar en la travesía. Solo la última generación de los insectos (cuarta o quinta) está dotada para emprender esta formidable hazaña. Diversos especialistas han realizado estudios y análisis para tratar de explicar este complejo proceso de la preparación de las mariposas antes de emprender la exhaustiva travesía de 4,500 – 5000 km. Aunque aún no se obtiene una clara idea de todos los avances, se han logrado explicar algunos asombrosos detalles, tales como:

La morfología, la disposición y la estructura de las alas están modificados en estos insectos de la 4ª o 5ª generación. Las alas son mayores, los ángulos con respecto al abdomen del insecto están dispuestos para lograr un avance mayor con un menor gasto de energía, el color amarillo también funciona como un panel captador y transformador de energía. La morfología es diferente, todo diseñado para un gasto y un óptimo uso de la energía.
Esta 4ª o 5ª generación posee un sensible mecanismo magnético que se orienta con la luz solar, asimismo, presenta un sensible sistema de localización en las antenas que son largas y bien desarrolladas. Estos sistemas proveen la orientación y determinan la o las rutas más accesibles para la navegación del espacio.^1,2.
Estos insectos no son nada apetecibles para sus depredadores habituales. El algodoncillo que es el único alimento durante su desarrollo produce un compuesto glucosídico que es incorporado al sistema coloidal del insecto. Dicho metabolito es absorbido por los sistemas cardiovasculares del depredador que empieza a manifestar serios desajustes en sus sistemas electrolíticos, causando descontroles iónicos que producen arritmias cardiovasculares y otros síntomas muy desagradables, por lo que éstos evitan atacarlas. He aquí la gran significancia de esta hierba en la evolución del insecto.
De acuerdo con cálculos confiables, se ha determinado que las mariposas son capaces de volar de 102 a 112 km diarios y que ya han establecido sus rutas y sitios de descanso durante la larga travesía; luego existe un cuidadoso y preciso plan de vuelo para cada etapa del trayecto.
También existe la teoría de que la capacidad olfativa del insecto posee efectos que le pueden orientar en su trayectoria. Otra característica basada en el olfato es el sitio donde se posan las mariposas al llegar a sus destinos, siempre llegan a los mismos lugares y ocupan los mismos sitios que las generaciones anteriores, cerca del Valle de Bravo en el estado de México y en la Reserva del Rosario en Michoacán.
El lapso de hibernación en Michoacán depende también de la temperatura y la humedad, permanecen en los bosques de pinos y oyameles de noviembre a marzo e inician su regreso a las llanuras canadienses y norteamericanas en cuanto se incrementa la temperatura, alrededor de marzo abril. De tal manera que el lapso invernal en nuestro país es de noviembre a marzo

Dentro de toda esta extraordinaria emigración, quizá lo más asombroso sean la precisión de los lapsos de cada ciclo: la oviposición, la transformación de las crisálidas, el tiempo de vuelo y la llegada a los mismos sitios que ocuparon las generaciones anteriores. Todo esto realza la fecha de llegada de millones de mariposas monarca al Valle de Bravo y al Rosario en Michoacán. De manera infalible y con precisión increíble, millones de mariposas monarca llegan cada año a su destino en México en el Día de los Muertos.

Las diversas etnias que habitan estos lugares celebran con gran júbilo este extraordinario acontecimiento que sin duda ha influido en sus tradiciones y culturas. Para los testigos convencionales que hemos presenciado este cielo teñido de amarillo y negro no nos queda sino el asombro y el recuerdo de tan fantástica maravilla. Somos muy afortunados al servir de escenario para una gran función anual que representa una mini evolución genética, una precisión natural increíble y una poderosa presencia capaz de organizar y promover esta formidable demostración cada año.

¡Imagina tan solo que en este preciso instante millones de mariposas vuelan hacia Michoacán!

REFERENCIAS.