Los nubarrones de la Economía Negra no han desaparecido. Finalmente hemos terminado por reconocer que México se halla en medio de una fuerte ola especulativa de divisas, una gran “Tempestatis” (Tempestad).
Los petro-precios, la recesión mundial, han hecho que los tenedores de dólares del mundo(los bancos), sencillamente no quieran traer sus golondrinos doblones (dólares) y están reservando las ansiadas divisas a las empresas mexicanas, apretando/calentando los ahora apreciados dolaritos de a 18 para-arriba.
En esta tempestad, parece leerse que el mensaje de estos piratas neoliberales es muy claro: Si México quiere dólares deberá duplicar sus tasas gubernamentales de custodia para las inversiones extranjeras en cetes a la de ya. Abandonar su política estéril de inflación baja y comportarse como el país de desigualdad y oportunidades que es.
No ha gustado a los neo-piratas (oportunistas financieros) que durante 2014 y 2015, cuando trajeron sus inversiones en dólares (sus cofrecitos); se les vendiera un México bogante con un mercado líquido en capitales, mercado de dinero y supuestamente divisas. En el fondo les ha dolido este nuevo riesgo contingente de tener que ver sus utilidades en pesos echadas por la borda en forma de pérdida cambiaria.
El lamentable acontecimiento de la depreciación del peso y la sobreoferta mundial del petróleo ha puesto al Gobierno Mexicano contra la pared. Se veía que con la entrada de Irán había este riesgo pero se trató con el discurso reformista evitar o diferir el abordaje de estas repentinas naves piratas a las arcas de la nación. Traen en la mira depredar reservas, exigir sus dólares de vuelta, su pan y su vino.
Estos inversionistas extranjeros se cansaron de promesas y no tienen fama de neo-piratas por ser lindas personitas y con buenos modales. Nos están regresando la afrenta de haber faltado a su confianza. Quieren que se les pague lo perdido aumentando las tasas.
México a mediados del 2014 tenía unos 152 puntos de riesgo país (RP). 182 puntos para finales de ese mismo año. El 31 de diciembre del 2015 nuestro RP subió a 232 puntos base y para finales del mes pasado enero del 2016, perdimos 20 puntos más de “confianza” para estar en unos sensibles 252 puntos. Hemos deteriorado la “confianza” en la economía unos 100 puntos 39.7% en tan solo 14 meses. Si multiplicamos 13.50 del tipo de cambio promedio de ese mismo tiempo por este factor de confianza 39.7% nos da 18.85 por cada dólar. ¿Les parece familiar?
Es entonces la apreciación del dólar ¿un asunto de variables exógenas? (externas) o ¿es un asunto también de confianza en México?
Es muy tarde para una reparación de daños “exprés” de la confianza. La economía mexicana tiene 24 años desde Zedillo en esta fiesta pirata, fiesta neoliberal de excesos y de bonanza “relativa”.
Fue muy fácil vivir así: de los de afuera. En lugar de crear los pilares de crecimiento interno, de fortalecer el consumo. No sabemos si la tempestad de la Economía Negra golpeará más los bolsillos de los mexicanos, por lo pronto hay vientos negativos de esta presión de un 39.7% sobre ciertos insumos con origen en dólares.
La única manera de fortalecer nuestra economía es ejercer con soberanía un nuevo marco regulatorio para las inversiones en dólares. Los bancos y aseguradoras en México con participación mayoritaria extranjera, cerveceras y armadoras no deben sacar dólares de sus utilidades en corto; deben seguir en pesos al final de cada año fiscal si quieren estar en México.
30 años nos acostumbramos a los dólares de afuera, es tiempo de hacer dólares en casa de crecer. Se debe aumentar la productividad, el turismo, mejorar el estado de derecho, no endeudarse y crear fondos contingentes de ahorro en dólares. Hay que abrir por ello las aportaciones voluntarias de las AFORES a dólares. Dar esa opción; si puedo ahorrar mi pensión prefiero en dólares que en estos débiles pesos no importa que el custodio sea el Banxico, ni modo uno no elige a sus familiares.
Si no cuidamos las ganancias en los tiempos de calma, estamos obligados a terminar la fiesta pirata. Hasta que el precio del petróleo suba o que los que invierte en México regresen la confianza. México tendrá que levantarse una vez más y dar la batalla de su vida pero esta vez liberalismo pensado en la microeconomía, en empleo, seguridad y bienestar.
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