De una vez habrá que ir ajustando el crecimiento económico con relación al PIB. Se pronostica ahora una tasa de entre un 2% a 2.5% durante 2016. Ya muy lejos del 3% estimado por el Banxico.
Algunos eventos presionarán nuestra economía en los próximos meses uno de los más importantes y cercano será la nube tóxica de PEMEX. Sin descartar la distracción de las elecciones intermedias y como otro asunto la debacle de las elecciones en el vecino país (USA).
Coincidimos con los responsables de la política económica. Nuestra proporción de endeudamiento con relación al PIB nos mantiene en un rango del 38% (al cierre de enero del 2016), lo que nos otorga calificaciones en grados medios de inversión, niveles de A3, A+ para los productos de inversión y deuda.
Sin embargo, el bajo crecimiento estimado obligará a continuar con los fuertes ritmos de endeudamiento de las finanzas públicas federales. Será mucho más amigable para esta administración adquirir deuda, que aumentar la base tributaria e impositiva y por esto es posible que se persiga patear muchas obligaciones expresadas en fuertes pasivos laborales y los excesos de gasto corriente a base del crédito.
Por otro lado este camino del endeudamiento es contrario a la política de mantener una buena calificación. Estar bien “rankeados” es sin embargo fundamental para obtener tasas más bajas en el mercado además de que los inversionistas basan en estas notas de las calificadoras su permanencia y crecimiento en las inversiones bursátiles.
Es por ello que se debe evitar a toda costa una contaminación de PEMEX en las finanzas públicas. Si el precio del barril de petróleo continúa acercándose a los 50 dólares no por ello se debe evitar corregir el percudido y horadado balance financiero. Las calificadoras no tendrían dilaciones y pondrían en un “tris” a la economía mexicana de frente a una nueva ola especulativa de divisas para los meses de julio y agosto que desgastarían los balances comerciales una vez más.
No es pesimismo infundado que con un bajo precio del barril de petróleo y con esta economía estancada, se realizaría una salida de los fondos de inversionistas presionando al tipo de cambio pudiendo por esto romper la barrera del 18.50 hacia el último trimestre del año.
PEMEX y CFE se han convertido en pulmones enfermos de una posible Economía Negra. Si se abona a estos nubarrones desde la marcada distracción de la partidocracia gobernante y no se re-dirigen los esfuerzos al crecimiento y el abatimiento de la pobreza del país, de nuevo habrá debilitamiento en la economía.
CFE y PEMEX son ejemplos precisos del dispendio en el gasto burocrático avalado por el cinismo de los tres poderes. Nuestra economía se halla muy afectada por la disminución de la renta petrolera. Sin aumento de la producción y un precio razonable no se podrán crear las condiciones de gasto social que abone al crecimiento del país.
Si debemos pagar y mantener a esta clase gobernante que se haga en los supuestos de que se creen mejores empleos con calidad, seguridad y un marco económico que detone nuevas inversiones para el país.
Es Economía Negra que el gobierno no detone las condiciones de crecimiento ni apuntale nuevos pulmones empresariales ahora que más se necesitan.
Es Economía Negra también la falta de ejecución de un programa ordenado de gasto social acorde a las nuevas capacidades de solvencia y de gasto sustentable del país que genere obra pública y modernidad y no solo asistencialismo.
Es Economía Negra forzar en su momento al aumento de impuestos directos e indirectos como el de los combustibles (que importamos), o con la propuesta en el futuro de un aumento de IVA porque el gobierno gasta al contentillo.
No puede haber un perfil de gasto excesivo cuando no se cumplen con las condiciones de educación, salud, seguridad y empleo elementales. Mientras no se corrijan plataformas del patrimonio social (que es lo que más nos importa a los mexicanos) no se debe continuar gastando superficialmente por “inercia”. Hay que cambiar primero empresas nacionales como PEMEX, CFE o el IMSS, o las pensiones, todas estas en números rojos.
Es Economía Negra cuando un gobierno no paga a tiempo a sus proveedores. Cuando su desinterés en lo social no apuntala como ahora al crecimiento ordenado del país. Para servir a la mayoría de los mexicanos.
Se hace Economía Negra cuando se ocasiona esta disonancia del poder como la que vive México, con foco en lo electoral antes que la inversión social. En lo que le hace bien a México.
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