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Stanley Cohen, la teoría del pánico moral

El pasado 5 de enero, en el Estado de Nuevo León se llevó a cabo una manifestación pacífica como expresión de inconformidad por el incremento...

12 de enero, 2017

Angélica Murillo Garza

El pasado 5 de enero, en el Estado de Nuevo León se llevó a cabo una manifestación pacífica como expresión de inconformidad por el incremento del precio de la gasolina, o mejor conocido como el “gasolinazo”, en la explanada del Palacio de Gobierno.

Mientras los inconformes lanzaban consignas y con sus manos en alto mostraban carteles con leyendas que intentaban dejar en claro el posicionamiento del malestar social, de pronto se “infiltran” ciertos individuos cuyo oficio es “reventar” el sentido inicial de la manifestación, creando el caos, el pánico, violencia. Estos sujetos quebraron algunos de los vitrales del Palacio de Gobierno los cuales se consideran propiedad del Estado, un edificio histórico de todos los ciudadanos de Nuevo León, bueno para todos los que amamos y respetamos de lo que nos da sentido e identidad.

La presencia de la cantidad los elementos de la Fuerza Civil se vio minimizada en comparación con la cantidad de manifestantes. De manera simultánea, también en diferentes partes de la ciudad, grupos de personas saqueaban comercios, tiendas de conveniencia y de auto servicio. Ahora esos comercios que estaban abiertos día y noche, suspendieron el servicio del turno nocturno y hasta algunas Farmacias, entre otros.

Este problema social perjudica a todos: a los comerciantes ocasionando pérdidas económicas, a los trabajadores que pierden sus comisiones por las ventas, probablemente hasta el empleo, con motivo de la restricción de horarios de trabajo.

Esta es una problemática que se ha salido de control en todo el país, no hay seguridad ni mucho menos tranquilidad. Algunos analistas han comentado que este escenario caótico a nivel nacional, es una acción orquestada desde el interior del Estado para legitimar la violencia institucional, la vulneración de los derechos de los ciudadanos y de las controversiales decisiones del gobierno federal, que a decir verdad, todos los ciudadanos somos responsables de trabajar, de cuidar y de construir un mundo más habitable, pero que desgraciadamente el propio ser humano se está encargando de autodestruirse. Como dice Edgar Morin, el ser felices es cuestión de actitud, de decisión.

Este perturbador panorama nacional, me hacer recordar que reúne las características propias de la Teoría de Pánico Moral.

Precursor

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La Teoría del Pánico Moral, su precursor es el criminólogo recién fallecido en el año 2013, llamado Stanley Cohen.

Definición

No existe una definición única del concepto de “Pánico Moral”, sino que es un término polisémico. Cohen (1972) en su texto titulado Cohen Folks Devils and Moral Panics intenta definir lo que es un “Pánico Moral”, que resumiendo las ideas de éste autor, viene a ser un episodio, un momento, condición, ya sea en lo individual o en lo colectivo, que surge de manera inesperada evidenciándose como una amenaza latente para ciertos intereses de grupo o valores sociales.

Temporalidad del Pánico Moral

El Pánico Moral es tan antiguo como la humanidad, sin embargo, es volátil, inestable, impredecible, incierto. Se viste del factor sorpresa, puede aparentar que ya no existe o efectivamente fenece, en otras momentos renace o simplemente “decide” yacer en los brazos del olvido.

Es necesario establecer el diálogo, la empatía, y de manera conjunta buscar posibles alternativas para construir un mejor Estado y por consiguiente, la estructuración: económica, política, social, cultural y de presencia de nuestro país México, la fortaleza somos nosotros mismos.

Se trata de sumar y no de dividir. ¿Cuál es la imagen o mensaje que estamos enviando al mundo?, si no se tiene la voluntad política ni social entonces, ¿cómo podremos conciliarnos con el exterior? ¿Cómo establecer mejores relaciones internacionales si nosotros mismos no logramos un entendimiento? Falta mucho por hacer y por lograr.

Debemos abrir nuestros sentidos e intentar ver más allá del fenómeno del “gasolinazo”, que probablemente ésto será el principio de otros tantos problemas sociales que veremos y viviremos para este año 2017, y que los que están en la sombra, aprovecharán las diferentes acontecimientos no gratos para hacer la “guerra sucia” con fines electorales.

Como dicen los cubanos: “tan importante es la parte como el todo” y “que los árboles no te impidan ver el bosque ni que el bosque te impida ver los árboles”.

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