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Familias azucaradas

De todos los objetos que han desempeñado la función de dinero en las diversas economías del mundo, los esclavos despiertan sentimientos encontrados...

9 de julio, 2015

Adriana Salas

De todos los objetos que han desempeñado la función de dinero en las diversas economías del mundo, los esclavos despiertan sentimientos encontrados, aunque no por ello se les deje de utilizar.

Tampoco es tan exacto creer que la única forma de cautiverio laboral es aquella en la que se ve a la gente encerrada en jaulas y amarrada con grilletes. Digamos que eso es el estereotipo para apantallar, para despistar a los que se pueda haciéndoles creer que si no relumbran látigos y cadenas ya no es esclavitud.

La sofisticación moderna exige refinamiento. Por eso se habla de una forma de prostitución de lujo, cobijada bajo el manto de los roles que se juegan en cualquier grupo con pretensiones de consanguinidad y que se precie de ser dinastía:

Sugar Daddy, Sugar Momma y Baby Sugar. Papá, Mamá y Bebé, como en La Sagrada Familia, o la Santísima Trinidad. Bueno, es que aquí se está apelando a La Divina Providencia. ¿Así o más religioso el asunto?

Esas jóvenes que otorgan sus favores sexuales a hombres de la edad de sus progenitores por la simple razón de que son ricos y están encumbrados, me recuerda a las muchachas casaderas del templo de Astarté y los efebos de la Grecia antigua, tatarabuelos de nuestros actuales gigolós.

Ahora la recompensa no es pagar la dote para contraer matrimonio, ni aumentar el erario de Afrodita, sino la graduación en una carrera universitaria y el consiguiente disfrute de todo aquello que se derive de ser licenciad@, maestr@ o doctor@ en alguna rama del conocimiento.

Los viejos dioses no han dejado de adorarse y la palabra “familia”, en su origen, significa “grupo de siervos y esclavos, patrimonio del jefe de la gens”. Esto encierra las implicaciones que ni nos imaginamos.

Al entrar a sitios como http://ellosyellas.com.pe/reportajes/parejas/el-sugar-daddy-66a6 y ver que un sugar daddy eficaz debe tener aspecto impecable (excelente presentación), conocer a profundidad las reglas de etiqueta (saberse al dedillo el Manual de Carreño), cuidadoso de su aspecto físico y a la vez romántico, detallista y no perder la disposición de aprender y… ¡buf!

Me queda claro por qué han cobrado auge las industrias de los cosméticos y la cirugía estética. Hay mucha gente que cree tener la obligación de conservar el atractivo sexual a ultranza.

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