Hace más de quinientos años que estamos viviendo una crisis económica tras otra. El capitalismo ha tenido de todo menos estabilidad. El dinero a cada rato amenaza con caerse y no ha terminado de hacerlo gracias a la iniciativa o audacia de quienes han creado lo que se llama dinero de necesidad para paliar los problemas que plantea la necesidad de dinero.
En el siglo pasado ocurrieron eventos históricos mundiales sin precedente y a una velocidad de vértigo, las guerras y las inflaciones se sucedieron una a una sin descanso y las monedas de uso local, las notas bancarias y pagarés no se hicieron esperar.
Fue el caso de los notgeld de Alemania, que comenzaron a usarse durante la Primera Gran Guerra, el período de entreguerras y hasta tres años después de terminada la Segunda Conflagración.
Esto se debió a que el metal con el que se acuñaban las monedas hubo de ser usado para la fabricación de armamento, después tampoco alcanzaba el papel para satisfacer la demanda completa de notgelds y hubo que echar mano de otros materiales como cuero, seda, lino, ¡hasta naipes!
Sí de verdad, un naipe se cortaba en trozos. En la parte posterior de cada pedazo se imprimía con un sello el valor que representaban y en el anverso se ponía otro sello de la entidad emisora.
Los notgelds respaldaron su valor en azúcar, carbón, madera, gas, electricidad, trigo y dólares americanos. Después apareció el rentenmark que fundamentaba su valía en hipotecas sobre la tierra impuestas por el estado y las mercancías industriales.
Todo esto me remite a la época de los bilimbiques mexicanos que se utilizaron hasta por ahí de la Guerra Cristera. Me remite al actual tumin, del que ya no se ha hablado en los medios, al sistema BRICS.
¿Será que una parte de la humanidad está rechazando la automatización de las divisas? ¿Sí podría ser que en el afán de buscar transacciones más rápidas y cómodas estemos violentando hasta la naturaleza del dinero?
También me siento motivada a pensar en la baraja. Ahí se apuesta dinero en cada partida y se establece que las deudas de juego son deudas de honor. Tal vez por eso los reyes de bastos, copas, oros y espadas con sus comitivas salieron al quite en la República de Weimar, la entonces futura Alemania.
La magia que tienen los naipes se reduce a una sola cosa: nos promete ganar la batalla que el dinero nos demuestra, una y otra vez, que tenemos perdida. La posibilidad de contemplar el caos y la idea de que podremos restablecer el orden. Para eso se juega. Para rastrear en todo el tablero el chance de atar un cabito y otro y otro hasta poner en orden los cuatro palos de un mazo de cartas completo.
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Referencias
http://www.zolitario.com/ Aquí encontrarán por lo menos 12 variedades del juego de “solitario”.
http://notgeld.com Dinero de emergencia usado en Alemania en el período de entreguerras hasta después de terminada la Segunda Guerra Mundial.
https://es.wikipedia.org/wiki/Notgeld
http://curiosidadesnumismaticas.blogspot.mx/2012/04/los-billetes-notgeld.html
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