Autor: Guillermo Gándara y Francisco Javier Osorio Vera (Coordinadores)
Editorial: Paidós
Desde que el hombre es hombre y ha tomado conciencia como tal, la búsqueda por indagar el futuro ha consumido la mayoría de su tiempo.
Conocer el futuro y prever que hará el adversario, orilló a que Oráculos como el Delfos y el de Cumas en la antigüedad, tuvieran gran resonancia, resonancia que incluso ha alcanzado nuestros días.
El arte de prever (tan ajeno a nuestra sociedad, la cual vive el día a día sin importar el futuro, aunque éste ya nos haya rebasado) ha sido tema de debate y estudio, desde que la premisa “la información es poder” es escuchada como mantra en todas las esferas del quehacer humano.
Por tal motivo, Guillermo Gándara y Francisco Javier Osorio Vera, catedráticos de la Maestría en Prospectiva Estratégica, del Instituto Tecnológico de Monterrey, publicaron el libro titulado “MÉTODOS PROSPECTIVOS”, con la finalidad de acercar al lector en el fascinante mundo de la “Futurología”, la ciencia que estudia el mañana, creándolo hoy.
Como refiere Antonio Alonso Concheiro en el prólogo de la obra; “Padecemos por decirlo así, una anemia por el porvenir, de miopía temporal. Lo urgente, el corto plazo, ha dominado la toma de decisiones y las consecuencias a mediano y largo plazo, de éstas, raras veces son estimadas o incluso evaluadas”. Agregando: “El país en un acto de gatopardismo en el que todo cambia, para que poco o nada cambie, intenta reinventarse a sí mismo, por lo menos en el papel cada seis años”.
“Los Planes Nacionales de Desarrollo, son ejercicios diseñados para regir la programación y el presupuesto de la administración pública de las siguientes seis años, pero carecen de una visión de largo plazo que examine lo deseable y lo posible”, refiere el catedrático en el prólogo en comento.
Por tal motivo, los autores, siguiendo el plan de estudios de la maestría (que desde 1999 se enseña en nuestro país), nos llevan de la mano para conocer las herramientas necesarias para crear escenarios y evitar que el futuro siempre azaroso, tenga algo de certeza en un océano de incertidumbre.
“La planeación y la prospectiva son primas hermanas, aunque en cierto sentido la prospectiva es a la planeación, lo que la ideología a la política” dice Alonso Concheiro.
El libro editado por Paidós, nos muestra a lo largo de 15 capítulos englobados en tres partes, los pormenores de esta ciencia variopinta y multidisciplinaria, ideal para que los tomadores de decisiones, puedan planificar y no soñar con un futuro mejor, y no seguir siendo como veletas que los lleva el viento.
A pesar de que el ser humano siempre va a tener un conocimiento limitado de los hechos, la metodología nos ayuda a prever y reaccionar ante los escenarios muy probables, poco probables y adversos, y evitar que el azar y la incompetencia, sean los que lleven las riendas de una nación.
Bajo la premisa de diseñar “Escenarios Alternativos”, el futurólogo, hará análisis siguiendo el diseño adecuado para cada circunstancia, para que el gobierno o la empresa, pueda visualizar el futuro antes tan sombrío, con un grado de certeza y claridad, utilizando los pasos del conocimiento prospectivo, que los autores engloban en cuatro etapas principales:
4.-Construyendo el futuro
3.-Dibujando los futuros
2.-Visualización estratégica
1.-Entendimiento del contexto
Pasos que no deberán omitir que “El comportamiento humano es difícil de explicar y prever; la función del ceteris paribus, nunca se da (Balbi, 2008).
Para los autores, la prospectiva es “la disciplina que se utiliza para desarrollar un pensamiento crítico del entorno en función del pasado, del presente y permite tomar decisiones pertinentes para anticiparnos y diseñar futuros alternativos y responder al cambio”, siempre tomando en cuenta que el ser humano tiene la capacidad de transformar su entorno, tal como sugiere la teoría individualista.
Para la creación de escenarios, los futurólogos, utilizan métodos probados como el “DELPHI”, el cual es un cuestionario llenado por expertos en el tema a tratar, quienes de una manera anónima emiten su opinión sobre un tema determinado, destacando que para la selección de los entrevistados, se toma en cuenta “no a los representantes de las mayorías, sino a las personas conocedoras de los temas”.
Otra herramienta sugerida, es el árbol de competencias de Marc Giget, donde las raíces son las competencias técnicas y el saber hacer; en el tronco se plasman las capacidades de implementación, mientras que en las ramas se colocan las líneas de producto y sus mercados, ello con la finalidad de graficar tendencias.
El uso de herramientas diversas, va encaminado a que no se pueden abordar temas tan disimiles, siguiendo un mismo patrón. También se sugiere delimitar el problema y poner cuando mucho no más de 6 escenarios, ya que si se expanden y no se delimita bien el problema, podemos caer en el círculo vicioso de la planificación excesiva y la inercia que esto llevaría
Algo que llama la atención, es que muchos de los resultados obtenidos a través del método prospectivo, confirman las intuiciones de los tomadores de decisiones, por lo que las metodologías sugeridas, solo vienen a sustentar en un 80% (de acuerdo a los autores) las intuiciones y las impresiones expresadas en el grupo en reuniones previas.
Otro enfoque a tomar en cuenta son los actores que interactúan en los escenarios, ya que cada actor a analizar, buscará que el futuro le sea favorable a él y no a sus competidores, enfatizando que el futuro deseado para X gobierno o sector, no necesariamente es el óptimo para las mayorías.
Para ello, se deben analizar sin cortapisas los actores involucrados para valorar las relaciones de poder entre los actores sociales e identificar sus posturas de divergencia y convergencia frente a objetivos asociados que permitan modificar el comportamiento de las variables estratégicas.
Por último, la obra refiere que “los escenarios no se consideran predicciones ni tampoco estrategias, más bien son hipótesis de diferentes futuros diseñados específicamente para resaltar los riesgos y oportunidades relacionados con asuntos estratégicos específicos”, considerando lo que puede ser visto como un fracaso para la organización, ello con la única finalidad de poder sortearlo.
METODOS PROSPECTIVOS, es un libro que será referencia para los futurólogos, para todos aquellos que buscan basar sus acciones no en quimeras, sino en realidades, sin olvidar que en un mundo competitivo, el que está más preparado es el que sobrevive y más cuando visualizamos nuestras acciones en la certidumbre y el éxito y no en el azar y la incompetencia.
METODOS PROSPECTIVOS es una obra altamente recomendable.
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