Autor: Vicente Quirarte
Editorial: Joaquín Mortiz
"El escritor real escribe lo que debe y calla cuando debe"
Vicente Quirarte
La Invencible, es el nombre de una cantina ubicada al sur de esta gran urbe y es el título con el que su autor, rinde homenaje al profesor Martín Quirarte quien además de ser su padre y mentor, es el héroe de esta historia íntima y apasionante sobre el mundillo de los libros y las letras.
En éste texto, el autor rinde pleitesía a su padre quien agobiado por el estrés, cometió el acto de suicidio (el más ruin según la religión y el más heroico de acuerdo al existencialista Camus) en los terrenos de la máxima casa de estudios.
“El suicida es el más grande de los ególatras, pero también el más justificado: luego de superar todos los miedos encuentra que la existencia es absurda y no reconoce más la recompensa del diario transcurrir” nos narra el autor como una justificación al acto cometido por su padre, quien además de dejarlo en la orfandad en plena adolescencia, lo dejó con el temor de que la “Dama de Negro” hiciera su aparición tal como aconteció con su progenitor.
Debido en parte a que el escritor es el “más solitario de los seres y por ende el más expuesto a invocar al diablo” la presencia del suicidio (que es una constante en la vida del autor) hizo que se metiera en el mundo de los libros y la docencia, en parte para continuar con el legado de su padre y en parte como para entender el motivo de tan reprobable acto.
Plagado de citas y de anécdotas que serán el deleite del lector, Quirarte nos muestra un retrato de su padre, profesor de literatura de la UNAM y quien además de desempeñar tan noble oficio, fue un lector prolífico y autor de textos universitarios.
Quirarte nos cuenta como los libros fueron los objetos venerados y valuados por su padre, amor que le transmitió a su hijo, quien gracias a las enseñanzas de su padre y maestro, hizo de la literatura su modus vivendi.
Escrito en una prosa fluida y entretenida, nos muestran el mundo de los libros a través de las enseñanzas del maestro Quirarte, a quien le encantaba leer los autores franceses, como Guy de Maupassant y Balzac en su idioma original, afición que inculcó a su hijo Vicente, y gracias a los textos galos aprendió la lengua de Moliere.
Como refiere Vicente Quirarte “Somos la extensión de quienes nos dieron vida”, hace de su obra una extensión de su ser al presentarnos magistralmente un recorrido por la vida y obra de su padre a través de los ojos de un Vicente adolescente y de un maduro escritor, quien en cada palabra abonada en su texto, rinde un homenaje a su progenitor.
En sus páginas, el autor nos cuenta cómo su padre tenía una afición enfermiza por los libros, los cuales ocupaban un lugar especial en el hogar de los Quirarte, y pese a las penurias económicas, jamás carecieron de éstos.
En esta novela, el proceso creativo es el protagonista al adentrarnos en el mundo de los libros y sus autores; y para ello Vicente plaga el texto de la obra de frases y sentencias que hacen de la lectura algo más entretenido y excelso.
Respecto a la creatividad del escritor, cita la frase de Fernand Braudel quien refería que al escribir un libro, éste se rebelaba y que al igual que un hijo, “había que dejarlo ir”.
“La mejor recompensa del artista es llevar al terreno la realización lo que se imaginó” dijo Baudelaire y por tal motivo, Vicente Quirarte quiso exorcizar el demonio del suicidio adentrándose en el mundo de los libros y en el proceso creativo, para que a través de él, la muerte no hiciera acto de presencia en la plenitud de su vida.
“El verdadero escritor nace en la calle y no en las aulas” parafrasea el autor citando a Sabater y con esta premisa nos invita a recorrer el arte de escribir de la mano de autores tan discordantes como Henri Pirenne (historiador) y Marcel Proust, quien escribió POR EL CAMINO DE SWANN entre paseos matinales para encontrar la palabra precisa en el párrafo correcto, haciendo que escribir además de ser una imperiosa necesidad, sea más que un arte para paliar el ego que todos los literatos tienen de alcanzar la inmortalidad a través de un miserable pedazo de papel.
LA INVENCIBLE es un libro que será el deleite para todos aquellos que vemos a los libros no como objetos, sino como mundos paralelos que proporcionan más que placer y argumentos para vivir nuestra efímera existencia.
Plagado de consejos para los amantes de la lectura y de la escritura, hará que se despierte el bardo interior al tomar en cuenta los siguientes consejos:
- No creas en quien dice que escribir es un placer.
- La escritura es un monstruo cuya autonomía el escritor es el único responsable.
- El crítico es un amante rechazado.
- Las hazañas de los escritores no ocupan las primeras planas.
- Leer es otra forma de escribir.
- Escribe para nadie, solo así estarás escribiendo para alguien.
Un libro para deleitarse, meditar y compartir. Una obra que despertará si no al escritor en ciernes, sí al lector que todos llevamos dentro.
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