“Abstente de ilusiones e insiste en el trabajo, no en las palabras. Con paciencia busca la verdad divina y científica”, Mendeléyev
Autor: Leonard Mlodinow
Editorial: Crítica
¡Por fin un libro diferente! Emulando al excelso texto de “CAZADORES DE MICROBIOS” de Paul de Kruif, el autor nos introduce de una forma fácil y amena en el apasionante mundo de la ciencia. Una entrega donde el autor cuenta la maravillosa vida del hombre desde el desarrollo de su cerebro y su propensión a preguntarse el ¿Por qué? de las cosas, así como el origen de la escritura, las matemáticas (el lenguaje de Dios) y el concepto de ley, herramientas más que necesarias para llevar al hombre de las copas de los árboles hasta el espacio infinito.
También el autor nos adentra en el origen de las llamadas ciencias duras, a través de la vida y obra de personajes fascinantes como Galileo, Newton, Lavoiser, Mendeléyev y Darwin, quienes gracias a su persistencia e ingenio (y ¿Por qué no? al azar) moldearon el mundo en que vivimos.
Con un lenguaje nada pretencioso y una prosa muy coloquial (sin perder el estilo), el autor quien además de ser asesor para series de televisión en materia de ciencia y tecnología como STAR TREK, es doctor en Filosofía por la Universidad de California y coautor con STEPHEN HAWKING de la BREVISIMA HISTORIA DEL TIEMPO, lo que infiere que el texto es ya una garantía en cuanto a contenido.
El libro está plagado de anécdotas y personajes que gracias a su ingenio y curiosidad, crearon herramientas que nosotros ya damos por sentadas, como por ejemplo la historia del creador de las gráficas utilizadas en estadística, ideada por Nicole Oresme (1320-1382) con el objeto de mostrar un problema de la manera más fácil posible, al igual que la invención del reloj de péndulo por William Clement (herramienta tan indispensable para la medición) así como el surgimiento de paradigmas que han provocado la evolución tanto de la ciencia como el pensamiento, herramientas que todos damos por hecho, pero que no surgieron de la nada.
Una obra que nos hará amar la ciencia y tener un acercamiento con ella y verla desde una arista diferente y no como un territorio sólo apto para nerds y freakies, donde gracias a la curiosidad e investigaciones de gente valiosa, han hecho que un ser pueda posarse “Sobre hombros de gigantes”, parafraseando a Newton, quien alcanzó la cúspide gracias a un encargo del astrónomo Edmond Halley (el descubridor del cometa que lleva su apellido), quien pagó con sus propios recursos el tratado que le dio fama mundial a Isaac.
También en las páginas podemos atestiguar el origen de la tabla periódica, la Ley de la Gravedad de Newton y de la relatividad de Einstein, así como el descubrimiento de la teoría cuántica y la ley de la incertidumbre de Heisemberg (apellido tomado como alter ego por Walter White, personaje central de la laureada serie televisiva BREAKING BAD), mostrando el lado humano de éstos genios, cuyas ideas siguen moldeando el mundo en que vivímos.
En fin, un texto que debe de ser referente para que las nuevas generaciones rompan el miedo de adentrarse en el universo de la ciencia y que hará que amemos el fastuoso mundo de la ciencia al igual que sus protagonistas.
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