Filosofia Del Olfato

Autor: Chantal Jaquet Editorial: Paidos Un libro excelso que busca dignificar el tan denostado sentido del olfato, sentido igual de importante para la supervivencia del...

27 de mayo, 2016

Tomás Borges

Autor: Chantal Jaquet

Editorial: Paidos

Un libro excelso que busca dignificar el tan denostado sentido del olfato, sentido igual de importante para la supervivencia del hombre como los demás sentidos, quienes culturalmente tienen preminencia sobre el olfato, tan dejado de lado al ser considerado un sentido no tan importante como los antes citados.

Chantal Jaquet (Profesora de filosofía de la Sorbona de Paris) dice en el sexto, que “el hombre sueña con un sexto sentido…cuando en realidad no posee sino cuatro, a tal grado la capacidad olfativa ha sido desestimada”, siendo éste una apología al olfato, sentido cuya trama magistralmente le dio fama a Patrick Suskind, autor de “El PERFUME” al contar las peripecias de Jean Baptiste Grounille, quien al carecer de olor buscó robar la esencia de sus víctimas

Un viaje fascinante a través de las letras y los olores, al crear una apología a un sentido tan vital como es el olfato, la cual no sólo nos confiere personalidad, sino que nos da una herramienta para poder detectar cualquier anomalía en nuestro entorno a través de los olores, siendo prueba de ello el olor a gas o fuego, que al ser detectado a tiempo, puede salvar vidas.

La autora refiere que el sentido del olfato no tiene el estatus que se merece, al ser considerado como una comparsa del sentido de la vista, poniendo más énfasis la gente a la vista que a cualquiera de los otros sentidos, haciendo que el olfato sea considerado como un vestigio de la animalidad del hombre, ya que para éste el olisquear es característico de las bestias.

Jaquet hace un viaje olfativo desde los presocráticos, pasando por la estética de lo olfativo, las artes, la filosofía y por supuesto, la literatura, donde Marcel Proust autor de “EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO” nos adentra bellamente en su obra a través del olfato y las letras, poniendo constancia de ellos cuando el autor cuenta lo que desencadena el olor de la Madalena que lo reemitía a su niñez por medio de tan excelso sentido.

La autora no puede dejar de lado el arte estético de la perfumería, arte que denota un amor u odio al cuerpo, haciendo que los aromas sean sinónimo de estatus, al crearse desde los tiempos de Alejandro Magno, perfumes exclusivos para que los portadores, además de dar una imagen de superioridad, destilen un aroma que les dé un marco referencial.

“Lo sucio y lo limpio, lo fétido y lo perfumado, son, efectivamente ideas ficticias que nos expresan la esencia de las cosas, sino la manera en que nos afecta” refiere la autora, quien de una manera erudita dignifica a éste sentido tan necesario como denostado.

Agregando que “con la creencia de que todo lo que apesta mata”, los médicos veían en los perfumes antídotos contra las infecciones, haciendo que las esencias fueran además de sinónimo de estatus, fueran vistas como síntoma de salud, esquema tan explotado por la industria de la perfumería.

El olfato es tan importante, que sin éste no habría limpieza ni asepsia, siendo el olfato lo que nos previene de ingerir alimentos que despidan mal olor, lo que infiere que el olfato es tanto en sentido zoológico como teológico al remitir igualmente a la animalidad como a la divinidad.

El olor (dice la autora) “aparece como la firma de un ser, su marca de presentación y su identidad”, ya que el olor “es la expresión de la esencia de la persona y de su fuerza de vida”, por lo que el olfato “aporta un conocimiento teórico y funda una práctica de supervivencia”.

Un libro que nos adentrará en el mundo del olfato y que nos develará el misterio que hay detrás de la anosmia filosófica. Un libro diferente donde los olores son los protagonistas y que buscará rescatar el olfato del terreno de la frivolidad, buscando promover un “arte olfativo” que sobrepase el simple uso cosmético de los perfumes y sustituya el oler bien por el oler bello.

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