Diario de Guantánamo

“Aquellos que abandonan la esencial libertad para obtener un poco de seguridad temporal, no merecen ni la libertad ni la seguridad” Benjamínn Franklin

11 de diciembre, 2015

Tomás Borges

Autor: Mohamedou Ould Slahi
Editorial: Crítica

“Aquellos que abandonan la esencial libertad para obtener un poco de seguridad temporal, no merecen ni la libertad ni la seguridad”
Benjamín Franklin

Tras los lamentables atentados de Paris, Francia, el fantasma del terrorismo vuelve a recorrer el mundo. El terrorismo Islámico auspiciado por el “Estado Islámico” “ISIS” (surgido en 2014 como un apéndice de la Yihad iniciada por Osama Bin Laden con Al-Qaeda) ha puesto al mundo al borde de la paranoia.

Gracias a que el terrorismo surge en las sociedades democráticas, sus miembros y simpatizantes apelando a las garantías individuales, hacen apología de aquellos asesinos que se inmolan en aras de un ideal, sin saber que son manipulados por líderes religiosos que desde el anonimato incitan al odio y a la violencia contra las sociedades que en algún momento les dieron formación como sucedió con el clérigo Al Aulaki, ciudadano norteamericano de origen Yemenita que desde el internet y el YOU TUBE incitaba a los jóvenes islámicos a cometer actos suicidas en aras del islam.

Los atentados al diario satírico francés CHARLIE HEBDO fueron el preludio de los ataques a París, sacando del sopor a una sociedad vanguardista y democrática, cuna de la libertad y la igualdad modernas, pero utilizando la lucha contra el terrorismo, se cometen infinidad de atrocidades contra personas del mundo musulmán, sólo por vivir y estar en lugar equivocados, como le sucedió al autor involuntario de esta tragedia convertida en libro.

DIARIO DE GUANTANAMO cuenta la historia de Mohamedou Ouid quien en noviembre del 2001, en plena cruzada contra el terror iniciada por George Bush Jr., fue capturado en Mauritania cuando fue citado por las autoridades para rendir una declaración de trámite respecto a sus vínculos con yihadistas islámicos.

Desde aquel día, el autor jamás volvió a ver a su madre (quien murió en 2013) ya que actualmente permanece preso en una cárcel inhumana, donde se tortura a cada uno de los detenidos, quienes sin ser juzgados, permanecen en condiciones infrahumanas, dignas de un gulag Staliniano o un campo de concentración Hitlreriano.

El libro salió a la luz con todas las limitaciones que la censura norteamericana puso y está en circulación gracias a la tenacidad de los abogados, quienes instaron al autor a escribir el martirio al que es sometido el junto a cientos de presuntos terroristas, cuyo único delito es practicar una religión utilizada para atacar a occidente.

Acusado de participar en la CONJURA DEL MILENIO, que buscaba cometer atentados en aeropuertos estadounidenses en plenas festividades del nuevo siglo, antes del fatídico 11 de septiembre, sólo por haber peleado en Afghanistan en 1991 de la mano de los mujaidines como Bin Laden contra el gobierno pro Ruso de Kabul.

Detenido en su país y exonerado, fue capturado por agentes de la CIA y trasladado a Guantanamo, donde aún permanece en estado de aislamiento y vejaciones, cuando en distintas cortes internacionales no se le ha comprobado delito alguno.

Un texto crudo que nos hará ver como las amenazas reales como el terrorismo y el narco, son utilizadas por los gobiernos para limitar la libertad de expresión y vejarte y acusarte de delitos que no cometiste, sólo por no estar de acuerdo con las autoridades en turno.

En México, la guerra contra el narcotráfico Calderonista llenó las prisiones de presuntos culpables, gente que fue detenida y exhibidas como delincuentes, como sucedió con los detenidos junto con Edgar Valdés Villarreal “La Barbie” en agosto del 2010, ya que las cámaras de video de Taco Inn de calzada de Las Águilas 1890 captaron a los acusados en otro lugar diferente al que manifestaron las autoridades mexicanas.

Jorge Valentino Landa Coronado fue visto en las cámaras del Restaurante a las 15:38 horas, cuando era obligado por dos agentes vestidos de civil quienes lo “levantaron” y tres horas después mostraron falsamente “capturado” en La Marquesa, según el parte policial PF/DA/CICTA/418/2010 suscrito por seis agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, cuando dizque manejaba un Ford Focus blanco y con una subametralladora calibre .9 mm tipo HK-MP5 “a la altura de su abdomen, con dos cargadores abastecidos y con 48 cartuchos útiles”.

Un libro estremecedor que hará que las palabras de Madme Rolland resuenen en la cabeza y digas como ella: “¡Libertad! ¿Cuántos crímenes se cometen en tu nombre?”

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