Del Chapo Guzmán, los psicópatas y la falta de valores…

A propósito del culto al Chapo…

20 de julio, 2015

Tere Vale

A propósito del culto al Chapo…ahí, en las profundidades de nosotros mismos, en nuestra conciencia, está la capacidad de conocer y discernir entre el bien y el mal. Es el lugar donde se encuentran los valores o la falta de ellos y lo que entendemos por moralidad. El tema es tan antiguo como el hombre, la Biblia habla de cómo en el Jardín del Edén existían dos árboles deslumbrantes: el árbol de la vida que concedía con sus variados frutos y savia la salud y la inmortalidad y el temible árbol del bien y del mal del que no se debían probar sus frutos. Se supone que la famosa manzana que mordió Eva nos dio el conocimiento y rebeló así nuestra bondad o maldad bajo las ordenes de la recién adquirida conciencia. A partir de ese momento los humanos somos capaces de odiar, matar y devastar. Las preguntas detrás de esto son aterrorizantes: ¿todos los seres humanos somos violentos?, ¿en la conciencia está el mal?. Los avances revolucionarios en las técnicas de imagenología han permitido determinar las bases biológicas del mal y acercarnos al asentamiento de la escurridiza conciencia. En estudios realizados con tomografía por emisión de positrones, (PET) en delincuentes, se ha encontrado una reducción significativa en el metabolismo de la glucosa en la zona prefrontal del cerebro. Los neurocientíficos saben hoy que cuando esta zona se encuentra afectada el cerebro queda “gobernado” por la parte más primitiva de nosotros mismos, el sistema límbico, del que dependen emociones como la agresividad, el ataque, la impulsividad y la baja habilidad para relacionarnos socialmente. En resumen hay una correlación entre disfunciones prefrontales y conductas antisociales y violentas. Sin embargo en asesinos seriales no se ha encontrado que se repita está disminución de actividad prefrontal, recordemos que estos delincuentes tienen excelente capacidad de planeación, (la fuga) y gran habilidad para solucionar problemas (el túnel), frialdad y control sobre sus emociones, habilidades puestas al servicio de corromper, destazar, en muchos casos, a docenas de personas, como el famoso Chapo Gúzman Loera o el elegante e hiperviolento James Bond que tiene conciencia de lo que hace pero cero remordimientos. La violencia es una conducta fenomenalmente compleja que depende de otras estructuras cerebrales como el giro angular, que se encuentra en las profundidades del lóbulo parietal de nuestro cerebro, espacio que por su posición integra información visual, auditiva y somatosensorial. En estos asesinos el consumo de glucosa y el riego sanguíneo de esta zona se encuentran significativamente disminuidos. El giro angular tiene que ver también con el aprendizaje de la lecto-escritura y aritmética por lo que muchos investigadores buscan relaciones entre estos problemas escolares y la presencia de conductas delictivas en estos niños. El Hipocampo, es otra parte del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria y también alterada en los delincuentes. En esta parte del cerebro se codifica el aprendizaje del miedo, conducta poco frecuentada por los criminales que tienen en general una actitud temeraria frente a cualquier peligro. Históricamente se ha llamado a los psícopatas “idiotas morales”, ya que tienen una personalidad encantadora que les permite atrapar y coptar fácilmente a sus victimas. Para ellos no existe lo moral o lo inmoral, conceptos que se relacionan con la actividad de la amígdala (seguramente otro recinto de la conciencia) estructura situada en las profundidades del lóbulo temporal, y en la corteza prefrontal. Al parecer los psicópatas muestran una baja activación de estas partes de cerebro ante problemas que impliquen una decisión moral y al mismo tiempo son capaces de tomar decisiones rápidamente, aunque estas afecten a los demás sin ningún tipo de remordimiento. Concluyamos que estos individuos tienen clara conciencia de lo que hacen y no tienen un pelo de tontos. Lo que a mi como psicóloga me perturba enormemente es como una buena parte de la sociedad se puede regocijar y hasta alegrarse por la fuga del Chapo. Más allá de la marcada incapacidad de los funcionarios (altos, medios y bajos) y de los guardianes directos del Señor de los Túneles; más allá de la enorme corrupción detrás de este incidente bochornoso para nuestro país, deberían estar firmes y sólidos una serie de valores y criterios que nos permitan deslindar la maldad de la ineficiencia y no por ese resentimiento contra la clase política cobijar emocionalmente a un peligroso asesino que tanto a lastimado a cientos de familias mexicanas. Si muchos adultos ya no tienen remedio, pensemos en nuestros hijos, un desarrollo moral más allá de las religiones es urgente para México, si queremos un país de gente honesta y apegada a la ley y a la justicia, ahí les dejo esta modesta reflexión…La recomendación de la semana: si en algún viaje a Estados Unidos conocieron los deliciosos pasteles de The Cheesecake Factory tengo a bien comunicarles que ya existe esta franquicia aquí en México. En el centro comercial Santa Fe en Vasco de Quiroga 3800, se van a dar un banquete de miedo. La decoración es muy mona y al estilo de estos restaurantes pero… lo mejor es su infinita variedad de pasteles de queso. El de fresas, el de galletas Oreo, el de chocolate Hershey´s, el de mantequilla de cacahuate, el de chocolate blanco, el de macadamia o el de tiramisú, en verdad espectaculares. En fin, si es o va a ser su cumpleaños o de familiar o amigo… no dejen de visitarlo. Y hasta aquí hoy. Besitos a los peques.

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