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De las estrellas y estrellados…

Si existe una periodista a la que admiro por su inteligencia, preparación, belleza y elegancia es sin duda Denisse Maerker.

25 de agosto, 2016

Tere Vale

Si existe una periodista a la que admiro por su inteligencia, preparación, belleza y elegancia es sin duda Denisse Maerker. Tuve la oportunidad de conocerla hace muchos años, en aquel canal 40 que abrió espacios y marcó rumbos al periodismo nacional. De ese pequeño canal surgieron figuras tan importantes como ella misma, Ciro Gómez Leyva y el propio Víctor Trujillo, el famoso Brozo. Todos profesionales del periodismo y todos con sus propias características y maneras de hacer su oficio, se volvieron al paso de los años eso que llaman “líderes de opinión”, sin lugar a dudas los tres lo son. Por el afecto y respeto que siento por estos comunicadores es que lamento enormemente el desposicionamiento que en estos últimos días han sufrido sus carreras. El lunes 22 de agosto, a mi manera de ver, fue un día difícil para Televisa y si no me equivoco, será recordado por mucho tiempo como el inicio de una estrategia de comunicación (desde mi muy modesto punto de vista) gravemente equivocada que no cosechará índices superiores de audiencia que era lo que se buscaba afanosamente con los cambios. El terror que ha llevado a todos estos desatinos ha sido el miedo a que la tele estuviera herida de muerte (por las temibles redes sociales y el streaming) y le quedaran pocas horas de vida. Había que internar esta pantallita en terapia intensiva, llamar a los mejores cirujanos y cortar de tajo aquí y allá, sin miramientos, el supuesto mal que ponía en peligro su existencia. Y vaya que cortaron…para empezar fuera casi todos los viejitos, y ahí desfilaron con lagrimas en los ojos desde Chabelo hasta Lolita Ayala… con un poco de miramientos desfiló hasta el mismísimo López Dóriga, en pocas palabras, pa' fuera…y bueno, desde mi ya provecta edad debo decir que el relevo generacional (por mucho que nos duela a los mayorcitos) es necesario y seguramente había que renovar, explorar, experimentar y darle chance a una pujante nueva generación que se había labrado un lugar protagónico y quería ocuparlo ya. Pero….oh espanto, al parecer la cosa no salió bien. ¿En verdad los creativos de Televisa (o de “las estrellas” como ahora hay que decirle al canal 2) creen que los chavos (el publico objetivo) van a ver diariamente a Carlos Loret o a Denisse por las noches porque dicen su tuiter y pueden reproducir sus programas a cualquier hora en sus tabletas? Si querían un cambio de verdad generacional, había que cambiar desde el look hasta el lenguaje y la propuesta visual. Para mí, una señora cincuentona, Denisse me parece no solo muy bien vestida sino un portento de la elegancia, su corte de pelo (más conservador que el mío, eso sí) y su maquillaje es (como diría Guadalupe Loaeza) digno de una reina de Polanco…¿esas chavitas y chavitos blogeros, que mensajean todo el día y viven, juegan y duermen con sus tabletas sentirán empatía por una señora así de guapa e inteligente?… Me temo que no…me temo que la tele jamás podrá competir con las redes sociales, ni lograr que esos millennials (a los que por cierto, hasta Netflix les parece anticuado) ahora vean series de “las estrellas” que no son más que unas viles, sencillas y disfrutables telenovelas, por mucho que le cambien el nombre. Con el objeto de ganarse a los jóvenes, ha crecido el tono de denuncia, el desprecio a los políticos, el tratar a los funcionarios como delincuentes, el burlarse de ellos, el tufillo antisistema, los mil y un reportajes sobre las fosas de aquí y los descabezados de allá, o mostrar cómo en México nada funciona, me recuerdan sin duda a una gran periodista que hizo de estos temas su sello: Cristina Pacheco…ya no más nos falta que los noticiarios del 2 se rebauticen (por aquello de la retro-renovación) con el famoso “Aquí nos tocó vivir”, en esas estamos… A ver si tanta denostación y desprecio por el llamado “establishment”, tanto diletantismo y esnobería (palabra que acabo de inventar) no le abre la puerta al monstruo del populismo que acecha sigilosamente aquí y en todo el mundo en estos tiempos revueltos. Últimamente me da miedo ver las estrellas…seguiré con el tema…y mejor besitos a los niños. Bye.

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