De la estupidez en estado puro…

La estupidez en estado puro resulta siempre un espectáculo deslumbrante. Los lugares comunes, los prejuicios, las ideas delirantes, el pensamiento mágico, la superchería, en fin…...

16 de marzo, 2016

La estupidez en estado puro resulta siempre un espectáculo deslumbrante. Los lugares comunes, los prejuicios, las ideas delirantes, el pensamiento mágico, la superchería, en fin… la idiotez, cuando se nos entrega de frente, desnuda y sin tapujos se transforma en un horrorizante objeto de estudio. Esa sensación de arrobamiento ante la estulticia se apoderó de mí cuando escuche hablar al “cineasta” Francisco del Toro, director de la dizque polémica cinta Pink. Desde luego, este bodrio cinematográfico pertenece (como diría mi hijo) al genero “no la vi y no me gustó”. Tal engendro al parecer trata de cómo los niños criados por homosexuales crecen con tendencias igualmente “gays”. El señor del Toro, confiesa trabajar para el de “arriba” y solo apegarse a lo que dice la Biblia en cuanto a estos temas, porque es un fiel seguidor de eso que él llama “la Palabra” (sí… con mayúscula), porque la dijo el “señor”… perdón que eche comillas y comillas pero solo así me siento un poco menos tensa al hablar del tema. Otro de los giros argumentales apabullantemente imbéciles, es cuando un homosexual deja de serlo gracias a la mera intervención de la Biblia que lo “salva” después de que se entera de que Dios ha “castigado” a su pareja con el virus del Sida. En fin, la discusión de fondo es la defendida (desde luego también por mí): libertad de expresión. Personalmente, rechazo cualquier forma de censura, y el Sr. del Toro tiene derecho a hacer semejante película. Sí, pero…no deja de preocuparme que en una sociedad mayormente homofóbica como la nuestra, cintas como esta generen un mayor clima de discriminación y odio hacia la comunidad LGBT. En medio de todo esto, celebro el buen gusto de Cinépolis de no prestarse a exhibir tal engendro… Y ya que estamos hablando de monstruos, asombrosas las declaraciones de la Sra. Kate del Castillo. Ahora resulta, en voz de su papá, que la “chamaquearon”. Sí, a su edad, la actriz no sabía que estaba relacionándose con uno de los criminales mas buscados del mundo, pues o es esquizofrénica o sufre de retardo mental. ¿Por qué le damos tantas vueltas al asunto? Si nos atenemos a los hechos, a la “Reina del Sur” le atrajo el peligro y las ventajas que seguramente podría sacar de una relación con el poderoso narco. Lamentable la inversión de valores de ella y de muchos en el país. Ahora resulta que “pobrecita” Kate, una inocente criatura idealista y peor aún, “pobrecito Chapo”, tan justiciero como el mero Robin Hood. Los miles de muertos, violentados, secuestrados y extorsionados y torturados por tan finísima persona y su perniciosa organización no cuentan, ni el dolor de tantas familias afectadas. Pero ya nada puede sorprendernos…en un mundo donde un xenófobo, racista y violento como Donald Trump puede convertirse en presidente de la nación más poderosa del mundo, todo puede pasar. Recomendación final: no dejen de ver la cuarta temporada de House of Cards en Netflix, es también una serie de monstruos y terror, digo…se las recomiendo para no salirnos del tema. Bye y besitos a los niños.

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