De la candidatura de Trump y el auge de los populistas…

Creo que a lo largo del siglo XXI, y pase lo que pase el próximo 8 de noviembre...

12 de octubre, 2016

Creo que a lo largo del siglo XXI, y pase lo que pase el próximo 8 de noviembre, los psicólogos, psiquiatras, sociólogos y politólogos del mundo, intentaran entender que sucedió en Estados Unidos en el 2016, para que un ser como Donald Trump llegara a ser candidato del Partido Republicano de aquella nación. El magnate inmobiliario, el conductor de televisión, el hombre del cabello impresentable, el xenófobo, el evasor de impuestos, racista, discriminador de mujeres y discapacitados, ese… es ahora uno de los dos contendientes a ser presidente de la nación más poderosa del mundo. Para llegar ahí la lucha fue ardua, se debatió con 16 aspirantes, seguramente con mejor formación y maneras, (o mayor hipocresía, algunos) que fueron dejados descuartizados a lo largo de la campaña que lo llevó a la nominación de los conservadores. Trump, despreciando a los inmigrantes, hispanos, musulmanes y a todos los que no piensan como él, Trump diciendo todas y cada una de las estupideces que se le pasan por la cabeza, Trump haciendo comentarios misóginos contra sus entrevistadoras, Trump sacando a un bebé y su madre para que no molestaran en un mitin con sus llantos, Trump diciendo a voz en cuello que los periodistas son “de los peores seres humanos que ha conocido”…y la cereza en el pastel: “si tú eres famoso," dice, "ellas te dejan hacer todo, hasta que las agarres del….”. Bueno, por si faltara alguna atrocidad, con el irreverente y soez entrevistador gringo (tal para cual) Howard Stern, se atrevió a decir que hablando claro, su hija Ivanka, era una “buena nalga”. ¿Ese señor es el que puede ser Presidente de USA? ¿Pues qué pasó?… Al parecer sucedieron muchas cosas, en primer lugar el desencanto generalizado de la población (mundial, diría yo) por los políticos tradicionales, motivado primordialmente por la corrupción e ineficacia de los que gobiernan. Un sistema injusto, lleno de inequidad y de diferencias brutales entre los que tienen y los que no. Basta de realidades…¡queremos mentiras!, parecen gritar los seguidores de estos líderes bien llamados mesiánicos, megalómanos. Buena parte de la sociedad mundial reclama oír de sus dirigentes lo que quiere oír, no importa si sea posible o imposible de llevarse a cabo… a estas alturas da igual. Eso es simple y sencillamente populismo. Y parece que entre más se oprime a una clase media, cansada de luchar a brazo partido para medio mantener su nivel de vida, más surgen especímenes de este tipo. Ahí está Pablo Iglesias en España, que promueve que a su partido Podemos, se le “debe de tener miedo”… o Marine LePen en Francia, donde el mismo discurso racista prende también a parte de los votantes, Maduro el abominable presidente de Venezuela. Aquí mismo en México, AMLO, el Bronco y otros de los llamados líderes más populares, prometen, dicen, condenan a todos los que no piensen como ellos y lo más preocupante, la masa enardecida está tan harta que está dispuesta a creerles, por más sandeces que propongan. Además los populistas nunca apelan a la razón, si no a las vísceras. Promueven el odio, el rechazo al otro y generalmente surgen cuando la economía del planeta está comprometida y existen amenazas de violencia e inseguridad. Trump es perfecto para ese entorno social, parece fuerte, repite una y otra vez que el es un ganador, eso da seguridad a muchos, además de que sus soluciones son muy simples, lo que hace que todos las comprendan (aunque sean falsas) y en el fondo, el candidato republicano, descubre la parte más oscura y criminal que todos los seres humanos llevamos dentro. Millones de años de evolución han hecho que nuestra delgada corteza cerebral inhiba nuestros comportamientos más primitivos, pero existen personalidades, desviadas y torcidas, que logran despertar ese animal violento, narciso y egoísta que hemos podido medianamente domar a través de tantos años. Para el contrincante de Hillary, sus estrategias políticas son muy efectivas por su elementalidad: bufa y asusta con su extrema arrogancia (como fue evidente en el segundo debate con Hillary a quien físicamente acosaba) insulta y desprecia a los otros y claro… culpa de todos los problemas a los demás. Lo más triste es que los verdaderos fabricantes de Trump son los fracasos estrepitosos de muchas de las democracias actuales que no han sabido construir un mundo más justo y mejor. Viendo a Donald, creo que sí estamos muy cerca de la sexta extinción, y casi me da gusto.

Comentarios






Más de categoría

EL AÑO DE LA RATA

Nos pide el director en jefe de esta publicación, léase Eduardo Ruiz Healy, que en este numero de inicio de...

enero 17, 2020

Las mujeres deben decidir libremente.

No se trata de que el aborto sea obligatorio, se trata de que una mujer que está embarazada y...

marzo 14, 2019

Decálogo del Fifí

Yo no pedí ser fifí, el Sr. López Obrador decidió que yo, como muchos millones más, lo éramos. Simple...

marzo 11, 2019

Un mes muy intenso

No cabe duda que con los años la vida se nos va más rápido. A mi edad en un...

enero 7, 2019