Y ahora, Michoacán

El día de ayer se dio un fuerte enfrentamiento en la zona de La Ruana, Michoacán, entre fuerzas rurales comandadas por Hipólito Mora, uno de los líderes constituyentes de las… El día de ayer se dio un...

18 de diciembre, 2014

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El día de ayer se dio un fuerte enfrentamiento en la zona de La Ruana, Michoacán, entre fuerzas rurales comandadas por Hipólito Mora, uno de los líderes constituyentes de las…

El día de ayer se dio un fuerte enfrentamiento en la zona de La Ruana, Michoacán, entre fuerzas rurales comandadas por Hipólito Mora, uno de los líderes constituyentes de las autodefensas, y el grupo de Luis Antonio Torres, alias El Americano. El suceso dejó 11 muertos, entre ellos uno de los hijos de Mora.

Durante el enfrentamiento, Hipólito Mora tuvo tiempo de hacer de corresponsal gonzo y, con el mayor dramatismo, telefoneó a Pepe Cárdenas para narrarle que él y su gente estaban rodeados por el grupo de El Americano. Una de sus últimas frases fue: muero por México. Como corresponde a un hecho de esta naturaleza, Mora ha culpado de los hechos a Alfredo Castillo, el comisionado federal en la entidad.

La situación prevaleciente en La Ruana, municipio de Buenavista, en plena Tierra Caliente, se conocía casi desde el principio del levantamiento de los grupos de autodefensa. La tensión entre ambos personajes –Mora y Torres- no es nueva. Muchos reporteros alertaron sobre el peligro de que hubiera un enfrentamiento entre las fuerzas de estos dos personajes. Lo de ayer fue, como diría García Márquez, la crónica de un suceso anunciado. ¿Por qué no se previó?

Mora y otros han denunciado que Torres ha pertenecido a la estructura del narco que asola la entidad. A su vez, Torres ha acusado a Mora de ser una especie de “cacique asesino”. Éste ya ha sido acusado de secuestro. Esta es una parte del problema. Se sabe que en la conformación de la policía rural, se han integrado muchos elementos de lo que fueran los grupos de autodefensa, algunos de los cuales trabajaron para los Caballeros Templarios, pero fueron “redimidos” por sus comunidades y el propio comisionado Castillo.

Michoacán, en especial la región de Tierra Caliente, sigue siendo una bomba de tiempo. La acción del gobierno federal logró en tiempo récord capturar o eliminar a los mandos más prominentes del cártel de los Caballeros Templarios, con excepción de Servando Gómez, alias La Tuta. También se arrestó a algunos de los presidentes municipales ligados al narco, pero desde hace meses el gobierno federal ha bajado la guardia, rebasado como está por los sucesos de Guerrero y algunos más. El propio Alfredo Castillo es ya una figura desgastada. Si el gobierno federal no regresa por sus fueros al estado, se corre el riesgo de perder lo ya logrado.

POSTDATA: varios periodistas han presentado una denuncia formal contra ocho integrantes del Movimiento Popular Guerrerense por el delito de secuestro y los malos tratos de los que fueron objeto. Esta es una oportunidad para que los gobiernos federal y local procedan o, para no buscarse más problemas, guarde silencio. Lo que enviaría otro mensaje de que esta violencia social es tolerable.

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