Reconocer la historia del cannabis en México es fundamental para comprender los esquemas bajo los que se permite la legalización de la planta hoy en día.
Reconocer la historia del cannabis en México es fundamental para comprender los esquemas bajo los que se permite la legalización de la planta hoy en día.
El general Lázaro Cárdenas del Río, con el poder que le confería su investidura de primer mandatario de México, publicó el decreto de la legalización de la mariguana en el Diario Oficial de la Federación.
Nada pudieron hacer las campañas de difamación y guerra sucia a las que fue sometida la hierba, como las de hoy, como las de siempre…
Nadie se rasgó las vestiduras: los políticos no soltaron sus rollos con altas dosis de moralina, los representantes del clero no se santiguaron, la milicia se mantuvo en firmes, los empresarios no vieron afectados sus intereses y los aficionados a la marihuana se “atascaron” de puro gusto y en santa paz.
No hubo gritos ni golpes de pecho. Nadie se dio por ofendido. Si acaso, los corruptos de siempre: políticos, policías y abogados, quienes vieron enflacar sus monederos, se inconformaron con grillas expresadas en voz baja y allá, a lo lejecillos.
La distribución se haría a un costo normal para que los consumidores no acudieran a los traficantes.
Cárdenas abría también la posibilidad de recaudación de impuestos, al tiempo que evitaba que el Cannabis llegara a manos de los que generaban corrupción, violencia, impunidad y deterioro social, como se ve en estos días. Pero la decisión de legalizarla tuvo que ser revocada a los pocos meses, debido a las presiones del gobierno de Estados Unidos, encabezado por Franklin Delano Roosevelt, en plena Segunda Guerra Mudial y dolido aún por la afrenta de la expropiación petrolera.
El tres de julio de 1940 el Diario Oficial de la Federación publicó el decreto que suspendía la vigencia del reglamento federal de toxicomanía.