En México cuatro personas quedaron amparadas ante la ley para sembrar y consumir mariguana en su versión recreativa, en otras palabras se pueden drogar sin…
En México cuatro personas quedaron amparadas ante la ley para sembrar y consumir mariguana en su versión recreativa, en otras palabras se pueden drogar sin que la ley los toque, el “toque” se lo darán ellos cuatro; tienen permiso de sentir que vuelan, imaginar lo que no es, escuchar lo que no existe, contestar lo que se les dé la gana, reírse sin razón, sentir que les encanta el mundo como es y clavarse en la vida de una piedra. El caso es que, cuatro personas entre millones de mexicanos pueden hacer lo que haría la mente por sí misma sin necesidad de fumar la hierba.
Con el asunto de la mariguana y la ley que es y no es para todos, han salido y finalmente consiguen un reflector, los estudiosos del tema en todas sus versiones, ahora sabemos que ellos han existido siempre. Salen a la luz también, todos los centros de rehabilitación regularizados o no, las serias instituciones que han tratado de persuadir a los jóvenes de consumir drogas y por supuesto los charlatanes que dicen saberlo todo. Es como los pueblitos de nombres complicados que si no fuera por el narcotráfico, no sabríamos que existen.
Que el cigarro y el alcohol matan y que la mariguana no daña. De los daños, uno se va a los pulmones, otro al hígado y el otro a las neuronas, a largo plazo uno no podrá respirar, el otro se intoxicará y el otro no podrá pensar entonces, los riesgos que cada uno quiera tomar y las consecuencias que cada quien quiera enfrentar en relación a lo que le gusta es parte del respeto al derecho ajeno, siempre y cuando el derecho de uno no perjudique a otros.
Socialmente, si se dejan a tres personas juntas: uno fumando mariguana, otro tabaco y el tercero tomando alcohol, la conversación en algún momento perderá el rumbo, cada uno perderá los sentidos de una forma u otra aunque el fumador de tabaco será el único que se dará cuenta que la reunión terminó porque ninguno de los otros dos hace caso, el bebedor estará tirado en un rincón y el ‘mariguano’ andará viajando en otra galaxia. El daño a corto plazo existe porque cada droga legal o ilegal separa a las personas y despersonaliza comunicaciones, el daño a largo plazo es el mismo para todos de una y otra manera, con drogas o sin ellas el ser humano se denigra, se victimiza, se deteriora y muere de la forma que cada quien lo tenga destinado.
Los irresponsables que provocan los peores accidentes de tránsito son quienes están bajo el influjo de sustancias toxicas aunado a los que son adictos, también al teléfono celular, esto no es novedad. Solo imagino a los choferes del transporte público, que aunque muchas veces manejan drogados y podemos no saberlo, si se llegara a legalizar la marihuana, no solo ellos estarían atentando contra su salud, estarían arriesgando a mucha gente mientras su mente se “recrea” en otra actividad menos en el volante. Imagino que si todos se drogan y como está el mundo ahora, terminaremos, o en una carcajada o en un entorno de individualización que no ayudará en nada a la evolución de todo un país.
Digan lo que digan, la sociedad mexicana en general, simplemente no está preparada para tomar en sus manos la libertad del uso de ninguna droga. La educación, tradiciones y costumbres impiden que sustancias toxicas estén en manos de cualquier persona. Se puede estar de acuerdo en que se legalicen todas las drogas siempre y cuando se tenga la seguridad de que la familia y cada individuo tienen el criterio suficientemente firme como para decidir no usarlas y con ello, evitar el daño y el dolor que se cause a terceros producto de la enfermedad o muerte del consumidor.
Y si quieren legalizar, pues ¡que se droguen todos! en una de esas hasta se tomen decisiones fantásticas e increíbles que nos mantengan a todos riendo y valiéndonos un pepino lo que pase en el país.
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noviembre 7, 2023