Nueva reforma educativa

Aunque a estas tempranas alturas del pre–inicio de la Nueva Administración Federal, después del inobjetable triunfo opositor… Aunque a estas tempranas alturas del pre–inicio de la Nueva Administración Federal, después del inobjetable triunfo opositor, ya se dejan...

23 de julio, 2018

RHT

Aunque a estas tempranas alturas del pre–inicio de la Nueva Administración Federal, después del inobjetable triunfo opositor…

Aunque a estas tempranas alturas del pre–inicio de la Nueva Administración Federal, después del inobjetable triunfo opositor, ya se dejan ver algunas propuestas de cambio en algunos renglones de la misma, aunque al parecer no son del quiebre, como en algunos momentos se dejaba ver en las campañas, pero desde nuestro modesto punto de vista, tienen un poco de más de forma, que de fondo, aunque al parecer, tienen mucho más de conciliar y de acordar, que de confrontar, tanto a la sociedad como a los distintos grupos de poder, pero, a fin de cuentas todos somos mexicanos y con un beneficio bien distribuido, lo más transparentado y equitativo posible, esperemos que todo resulte mejor para MÉXICO.

No es la excepción lo correspondiente al renglón de la EDUCACIÓN DE CALIDAD, en donde se sigue mencionando la CANCELACIÓN de la REFORMA EDUCATIVA, aunque al parecer en lo único que no hay coincidencia del virtual Secretario de Educación, con lo que establece la actual normatividad es el sentido PUNITIVO que se anota en la LEY DEL SERVICIO PROFESIONAL DOCENTE, en donde sin duda alguna, pudiera ser también observable la situación de la forma de ingresar y de ascender las distintas categorías administrativas de base, establecidas éstas, desde siempre para la conducción de los diferentes niveles educativos y que hasta antes de que entrara en vigor la citada ley, se manejaba a través del sistema ESCALAFONARIO, considerado MUCHO MAS MERITORIO, con todas las debilidades que seguramente pudo haber tenido, pero que igual, se pudieron haber corregido y NO LA ACTUAL, que es el MÉRITO o según expresiones de grupos de la iniciativa privada, en alianza con las todavía autoridades educativas, le dieron en llamarle a este acceso y ascenso, principalmente, LA MERITOCRACIA, cuya expresión y los “hechos”, se viene a comprobar o demostrar en un simple, SÍ, ASÍ COMO SE LEE, simple, examen de conocimientos teóricos, ¡¡Aahhh!! Eso sí, después de haber cumplido DOS “LARGOS AÑOS,” donde adquirió este nuevo docente, “toda la experiencia, habida y por haber”, para poder conducir, no sólo un simple y sencillo centro de trabajo, si no que, un SECTOR EDUCATIVO, en los casos de preescolar y primarias y una ZONA ESCOLAR, en el caso de escuelas secundarias, que son en lo general, los niveles básicos de la administración escolar, pero con las “propuestas de avanzada” de los ya miembros de la SOCIEDAD CIVIL y un sistema educativo inquisidor, quisieron “elevar la calidad educativa” con esas reformas tecnócratas o neoliberales de última generación, (según ellos) dando al traste, válgaseme la expresión, con lo que existía, aunque no por ello, era o es a estas alturas considerada perfecta, pero menos injusta y más respetuosa de los méritos laborales de cada uno de los docentes que desde su ingreso iban acumulando méritos para los ascensos que se le fueran presentando a lo largo de su desempeño.

Las debilidades o defectos que se tuvo en la reglamentación de ingreso y ascenso en la norma anterior, fue por la misma dejadez de las autoridades y acuerdos o contubernios con la parte sindical, situación que se desfasó en algunas regiones del país provocando, según algunas informaciones, cantidades desmedidas de maestros ubicados fuera de las aulas o en muchos de los casos en simples comisiones sindicales, que demeritaban tanto el desempeño pedagógico frente a grupo, porque no se hacía, como el desempeño sindical, porque por lo general no se llevaba a cabo por arreglos con la misma dirigencia sindical en turno, para otros fines muy particulares o políticos.

Lo anterior, en definitiva, no es en nada defendible, pero tampoco es para justificar la sacudida que dieron las autoridades, hoy ya casi fuera del panorama administrativo de la educación, en donde más que corregir todo ese conjunto de irregularidades, sembraron el caos y la inconformidad en el magisterio nacional, que lejos de verse apoyados e incentivados en su desempeño, se vieron, se sintieron y realmente fueron amenazados por toda la reglamentación a modo que tuvieron “a bien” implementar y en muchas ocasiones con aplicación de criterios muy faltos del sentido común.

En estas últimas anotaciones, se debe destacar que fue principalmente en lo laboral, de ahí, que la REFORMA EDUCATIVA, como es del dominio público, sea considerada más, una Reforma Laboral, vino a desaparecer lo ya conquistado económicamente por el magisterio, por una reglamentación de fondo profesional, pero que, por la falta de capacidad de las autoridades administrativas para llevar la actualización a los docentes y directivos hasta donde deben de llevarse, impusieron una serie de restricciones económicas para justificar sus acciones y con ello cerrar su círculo perverso y culpar a los profesores.

Es deseable y así lo dejan ver los futuros responsables del SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL, que se lleve a cabo una NUEVA REFORMA EDUCATIVA, o mínimo, una revisión a fondo de la actual, para que cuando menos se hagan adecuaciones pertinentes que superen las fallas de lo anterior, sin pasar por alto las correcciones a lo restrictivo y represivo de la actual.

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