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Mujeres, ¡somos importantes para la economía!

Hoy dejemos de lado, por un momento, todos los rollos feministas y de derechos humanos por las que tantas mujeres… Hoy dejemos de lado, por un momento, todos los rollos feministas y de derechos humanos por las...

1 de marzo, 2017

RHT

Hoy dejemos de lado, por un momento, todos los rollos feministas y de derechos humanos por las que tantas mujeres…

Hoy dejemos de lado, por un momento, todos los rollos feministas y de derechos humanos por las que tantas mujeres han luchado por años y años. Yo estoy de acuerdo con muchos de ellos. Gracias al esfuerzo de muchas personas (hombres y mujeres) las mujeres estamos en mejor posición que nunca. Cosa que es un gran logro para nosotras. Sin dejar de lado que todavía nos falta camino por recorrer.

En el marco del día internacional de la mujer, propongo que dejemos esos temas de lado para enfocarnos solamente en la vida económica que tenemos las mujeres y su importancia.

Empecemos por lo más simple: príncipe azul o no, nosotras necesitamos nuestro tener patrimonio. Esto es importante a nivel emocional. Tener patrimonio, es decir, una casa, dinero suficiente para nuestras necesidades básicas y para planear nuestro retiro, nos da infinita tranquilidad.

Tener estabilidad económica nos permite ser más libres. Mantener relaciones de pareja porque queremos y no porque si no, ¿quién nos mantiene?

Las finanzas personales son aún más importantes para las mujeres que para los hombres. Si hay hombre en la casa o no, nosotras somos las que nos hacemos cargo de prácticamente todo lo relacionado con el buen funcionamiento de ésta. Tenemos comida en el refrigerador, las cosas limpias, ordenadas. La ropa lavada y lista para usarse. Cuidamos a los hijos, administramos el gasto y miles de otras labores no pagadas de las que somos responsables.

Para muchas de nosotras, buscar actividades productivas con beneficio económico que sean compatibles con todas estas actividades, es el reto de todos los días. Todas lo podemos lograr, unas mejor que otras, seguramente, pero todas tenemos la capacidad y responsabilidad de ver por nosotras mismas, incluida la parte económica.

Para ayudar en esto, tengo años trabajando en un proyecto de finanzas personales con perspectiva de género que ofrece información gratuita y valiosas herramientas de trabajo para cuidar nuestro dinero. Visiten el sitio en http://www.loquegastamoslasmujeres.com/

Otra cosa que pasa es que muchas mujeres sufren la disyuntiva de dejar la fuerza de trabajo al momento de ser madres. Lo que desde mi punto de vista resulta injusto. Si una mujer lo quiere hacer porque está convencida de que es lo mejor, adelante, pero sinceramente pienso que cada vez más mujeres retrasan la edad para tener hijos por no sacrificar esa parte tan importante del desarrollo de la persona, sea hombre o mujer, que ofrece desempeñarse profesionalmente.

Actualmente los esquemas de trabajo siguen siendo un poco estrechos para que una mujer pueda compaginar ser madre, esposa y productiva a la vez, a pesar de que la tecnología nos permite trabajar prácticamente desde cualquier lado.

Hay algunos avances puesto que ya hay empresas que han asumido el “home office” –trabajar desde casa-, pero tristemente en México, la mayoría están todavía estancadas. Desde los medios de comunicación hasta el gobierno.

Otro punto por el que a las mujeres se nos complica un poco más es la brecha salarial. Tan existe, que nadie la pone en duda y de nuevo, por más que peleemos nuestros derechos, de facto, miles de injusticias siguen pasando en este sentido. Urgen cambios de paradigmas.

La inserción laboral de la mujer en la economía formal es baja en comparación con los hombres y muchas son las razones, como comentaba antes.

De acuerdo con el Inegi[1], al cuatro trimestre del 2016, del 100% de la población económicamente activa que si tiene trabajo, solo el 37% aproximadamente somos mujeres.

Eso quiere decir que ni la mitad de nosotras puede ir creando patrimonio, cosa que nos haría estar infinitamente más tranquilas y estables. Más de la mitad de nosotras es probable que pase una vejez un tanto complicada, y que tal vez a los 60 o 70 años, una mujer todavía tenga que seguir trabajando solo para solventar sus gastos más necesarios.

A menos que nos regalen una casa y tengamos autorizada una tarjeta de crédito sin límite y que nuestro proveedor viva para siempre o al menos, más que nosotras, la única manera de lograrlo es con trabajo, ahorro e inversión.

La economía de nuestro país puede verse beneficiada si las mujeres participamos más. También es cierto que una buena cantidad de nosotras participa en la economía informal. Mi experiencia es que los grupos de Facebook son un verdadero mercado en donde todas nos vendemos de todo. Desde el pastel de cumpleaños hasta los leggins para hacer ejercicio. Y está muy bien desde el punto de vista personal, si no, ¿cómo vamos a crear nuestro patrimonio? Pero muy mal desde el punto de vista económico del país. De todos esos negocitos en Facebook creo que muy pocos pagan impuestos, cosa que nos perjudica a todos (sin entrar en polémicas de: para qué pago impuestos si el gobierno se lo roba).

Pero mujeres, no nos detengamos, inventemos nuestras empresas y aunque ya hay bastantes, podemos crear más, podemos trabajar juntas. Organizarnos más, reconocer nuestras limitantes, pero todas nuestras fortalezas y la riqueza que podemos generar para nuestro país y para el mundo.

Y una última reflexión muy importante: eduquemos a nuestros hijos varones en la igualdad. Hagámosles tender sus camas, participar en las labores del hogar y todas las actividades que se nos ocurran para crear igualdad desde la casa. Así, si nuestro pequeño se vuelve empresario, como los que actualmente están en esos puestos, serán hombres que consideren lo valioso que resulta contar con grandes mujeres entre sus filas, en puestos directivos y aportando a nuestra economía.

¡Feliz día de la mujer! ¡Sigamos avanzando!

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¡A saber más! Que nadie se beneficia de esto más que tú.

[1] Inegi.

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