A partir de esta semana comienza el mundial de Brasil 2014 y por si alguna pena nos faltara, comienza también para millones de aficionados en México y en el mundo…
A partir de esta semana comienza el mundial de Brasil 2014 y por si alguna pena nos faltara, comienza también para millones de aficionados en México y en el mundo la fiesta del dolor. Dolor físico para muchos jugadores, dolor emocional para los fans que verán perder a su equipo (cualquiera que este sea, no sólo México); en fin, para los que les gusta este deporte se avecina un mes lleno de angustias, de algunos pequeños ratos felices (cuando se produce el ansiado gol) y mucha presión y hasta depresión.
Durante los mundiales de fútbol aumenta significativamente la violencia familiar en los hogares de todo el mundo, especialmente en los países europeos y americanos. Los aficionados están tensos, nerviosos, hasta desesperados y la violencia se desata más fácilmente, fenómeno lamentable.
Los humanos no tenemos remedio….en la familia, en la sociedad, en el trabajo, en las diversiones y también en las justas mundiales no podemos dejar de ser agresivos. Y como botón de muestra, todo lo que ha sucedido en la historia del futbol mundial: que si le metió una zancadilla, que si le escupió un ojo, que si le fracturó la pierna, que si se dieron casi, casi de trompones. Total, que además de los sufrimientos que trae consigo la propia vida y la competencia nos encargamos entre todos de hacernos la existencia más pesada y dolorosa de lo que es. Prepárense, pues, para este mes lleno de emociones fuertes.
El dolor es compañero inseparable de los seres vivos. Lo más curioso es que se ha descubierto que en el cerebro de los mamíferos se producen unas maravillosas sustancias, las llamadas endorfinas, que inhiben o al menos aminoran el dolor de nuestros cuerpos. Haga usted de cuenta que tuviéramos nuestra propia fábrica de aspirina o morfina dentro de nosotros mismos. Hacer ejercicio, jugar fútbol, comer chocolates, oír música o tener sexo genera un aumento de estas sustancias placenteras.
Ahora bien, el dolor, más allá de consideraciones masoquistas o filosóficas, cumple una función muy importante en el organismo. El dolor es una señal de alarma de nuestro ser para evitar daños mayores.Cuando a un mediocampista le dan una patada y siente que literalmente su pierna se quiebra de dolor, tal sensación tiene el cometido de alertarlo sobre la necesidad de atención y cuidado hacia su extremidad inferior y lo obliga sin más pretextos a mantenerse determinado tiempo en reposo o inmovilizado. Recordemos el reciente caso Montes y su imposibilidad de asistir al Mundial.
Así que trágicamente el dolor es muy importante en nuestras vidas, nos guía y protege ¡aunque nos duela! Digamos que el 99.9% de las veces que consultamos a un doctor y atendemos nuestra salud es porque algo nos duele. Sin esta llamada de atención no nos daríamos cuenta de que algo anda mal en nuestro cuerpo. Además, hay notables diferencias individuales y cada quien percibe los dolores de diferente manera y con distintas intensidades.
Lo más terrible es que el dolor, agudo, crónico o lacerante es indescriptible, invisible, inmanente. Los médicos se guían por las descripciones que hacemos de ellos, más o menos afortunadas, pero definitivamente es imposible mostrar nuestros dolores de una manera perfecta, explicita o completa. Somos incapaces de transmitir nisiquiera de una manera aproximada lo que estamos sintiendo. El dolor es, por tanto, abstracto, personal, privado e intransferible.
En todo, absolutamente todo nuestro organismo existen puertas de acceso o entradas a las vías del dolor gracias a nuestro sistema nervioso. Cuando alguna parte de nuestro cuerpo es lastimado o está enfermo, diversas clases de nervios y receptores de dolor son activados e inmediatamente una sensación viaja a través de fibras nerviosas para informarnos del peligro. Desde el dolor al que reaccionamos instantaneamente cuando nos quemamos con una flama (en un acto reflejo que se procesa a nivel de nuestra médula), hasta el complejísimo dolor que integramos a nivel cerebral y que se produce al experimentar una fractura, una contusión o un daño interno.
En Brasil 2014 habrá mucho dolor, aunque muchos apasionados de este juego dicen que se trata de un “dolor sabroso”, lleno de esperanza, pasión e intensidad. Mejor preparémonos para ello.
Total que a la mejor tenía razón el depresivo Dostoievski cuando decía: " El hombre ama la vida, que es dolor y angustia, porque ama la angustia y el dolor", creo que tenía mucha razón.
Agentes de IA: Transformando el Mundo del Trabajo en 2025 - Eduardo Ruiz-Healy Times
Mientras avanzamos hacia un futuro más integrado con la IA, los agentes de inteligencia artificial representan tanto una promesa...
enero 17, 2025¿Enseñar a leer o enseñar a ser lector?
Autores: ¿Por qué todos sabemos leer, pero no todos disfrutamos de hacerlo? Leer no es solo aprender a reconocer...
enero 6, 2025Un huracán azota Quintana Roo, se llama Rafael Marín Mollinedo - Eduardo Ruiz-Healy Times
Fragmento de la emisión del lunes 06 de enero del 2025 Sígueme en mis redes sociales: Facebook: / eruizhealy Instagram:...
enero 6, 2025Aldeas Infantiles SOS promueve la perspectiva de género y la garantía de derechos sexuales y reproductivos en cuidados alternativos
Aldeas Infantiles SOS reafirma su compromiso con la promoción de los derechos de niñas, niños y adolescentes en cuidados...
diciembre 3, 2024