Entre más se acerca el día de la elección y las estrategias de los distintos equipos de campaña van tomando forma…
Entre más se acerca el día de la elección y las estrategias de los distintos equipos de campaña van tomando forma, queda claro que a lo que algunos de estos equipos apuntan, es a la tropicalización de la estrategia de campaña de Emmanuel Macron en las últimas elecciones francesas, en donde el desapego hacia la clase política, la defensa de un mensaje positivo , y la capacidad de unión de personajes de distintas posturas políticas por el bien del país, fueron considerados como los tres factores decisivos en el éxito del actual presidente francés, y mismos que, poco a poco, ya se comienzan a ver en las estrategias de campaña de algunos de los aspirantes más importantes a la presidencia de nuestro país.
Las campañas de José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador -a pesar de pertenecer a polaridades totalmente opuestas-, presentan cada vez más y, sobretodo, cada uno a su manera, más similitudes con la campaña de Emmanuel Macron. Porque bajo la imagen de un honesto funcionario apartidista de uno y la imagen de vengador social del otro, ambos se separan del sistema. Así como también, ambos envían un mensaje positivo para sus electores, ya sea bajo la bandera de “cambio sensato” o la del “cambio del hartazgo” y también porque en un intento de posicionarse como una opción de “unión en la diversidad” -que en el caso de nuestro tradicional surrealismo nacional podría rayar en el cinismo- han logrado que personajes de distintas posturas políticas dejen sus tradicionales cuadros para unirse a sus filas. Logrando que hace cinco días el senador Javier Lozano se incorporara a la Precampaña de Meade Kuribeña y que ayer Tatiana Clouthier se incorporara a la del líder de MORENA. Rindiéndole tributo al surrealismo que da paso a la tragicomedia.
Es así como se traduce la estrategia macroniana a la mexicana que, depuso, llama la atención de todos aquellos panistas que no están de acuerdo con la designación de Anaya.