El bendito populismo

El presidente Peña Nieto y ahora su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, insisten que el populismo, sea de izquierda o derecha, es nefasto para la… El presidente Peña Nieto y ahora su secretario de Hacienda, Luis Videgaray,...

13 de octubre, 2015

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El presidente Peña Nieto y ahora su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, insisten que el populismo, sea de izquierda o derecha, es nefasto para la…

El presidente Peña Nieto y ahora su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, insisten que el populismo, sea de izquierda o derecha, es nefasto para la vida política y económica de un país. Por supuesto, a nadie escapa que se refieren a Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La mayoría de los analistas coinciden en el hecho de que el presidente y funcionarios que lo acompañan se equivocan al denunciar al “populismo” porque en realidad le están haciendo publicidad gratuita al líder de MORENA. Por supuesto, en política no sería la primera vez que una campaña contra un personaje o una causa termine beneficiando al destinatario que se pretendía disminuir o destruir. Pero también puede dar resultado.

En principio, el fracaso de las economías como forma de dar beneficios a toda la población, sobre todo las de los países subdesarrollados, ha traído como consecuencia la aplicación de medidas asistencialistas dirigidas a sectores específicos, generalmente vulnerables: tercera edad, jóvenes estudiando, madres solteras, personas en pobreza y pobreza extrema. Poco a poco, aumenta el volumen de recursos que se destinan para esto. También la cantidad de programas de ayuda. ¿Tiene esto efecto en la popularidad de los gobernantes y en las votaciones? No hay una respuesta contundente. Por ejemplo, a AMLO la “pensión” de la tercera edad, le granjeó grandes beneficios. Hasta la fecha, muchos siguen diciendo que es dinero que “les da López Obrador”, cuando en realidad esto no es así. Los recursos salen de los impuestos que muchos pagamos y la “pensión” fue aprobada por la Asamblea Legislativa del DF.

Pero cuando Peña Nieto y sus funcionarios se refieren al populismo, no hablan del que practica su gobierno, sino de AMLO, de su estilo de “apropiarse” del patrimonio público para beneficiarse. Mientras que el populismo del gobierno es instrumental y tiene por objeto paliar lo que las empresas debían dar, el de AMLO es político y tiene como propósito beneficiar su persona. Pero, la verdadera pregunta es si estos ataques apenas velados benefician o perjudican al tabasqueño. La respuesta depende de lo que siga. Si AMLO puede ser relacionado con Chávez (again), Maduro o algún otro experimento social y político fracasado, el daño puede ser enorme. Pero si AMLO da el cambio que permitió que Ollanta Humala ganara la presidencia de Perú y ahora tiene a este país entre los que mejor desempeño económico tienen, entonces será invulnerable.

Sin embargo, AMLO ha demostrado que es como las pirámides de Egipto, no cambia, pero la erosión del tiempo (y su propia lengua) lo desgasta. Confiarse en las encuestas que ahora lo colocan en el primer lugar para el 2018 es el primer rasgo de insensatez que puede tener un político realista.

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