¡Día del Maestro!

¡Felicitaciones al magisterio! ¡Felicitaciones al magisterio! Aunque en la colaboración anterior inicié una secuencia de comentarios relacionados con el MODELO EDUCATIVO 2016, con la venia de el, o los que tengan a bien leer esta colaboración, haré...

15 de mayo, 2017
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¡Felicitaciones al magisterio!

¡Felicitaciones al magisterio!

Aunque en la colaboración anterior inicié una secuencia de comentarios relacionados con el MODELO EDUCATIVO 2016, con la venia de el, o los que tengan a bien leer esta colaboración, haré un paréntesis con la finalidad de abordar el tema de hoy, ya que coincidentemente, corresponde esta colaboración con la celebración de el DIA DEL MAESTRO, misma que está directamente relacionada con la temática que siempre abordo en este espacio que amablemente el equipo de trabajo del Sr. Periodista, Eduardo Ruiz Healy, tuvo a bien darme esta gran y agradable oportunidad. La próxima seguiré en el viaje del Modelo educativo.

Con relación al tema de hoy, trataré de ser lo más realista posible, partiendo de dos situaciones que el maestro en su desempeño vive en el día a día, la crítica y la autocrítica, igual pudiera decirse entre las debilidades y fortalezas, o entre simulaciones y realidades, decires y haceres, enseñanzas y aprendizajes, romantisismo y desilusión, verdades y mentiras.

Nada de lo anterior, con todo lo contrastante que pueda ser cada par de expresiones, es privativo de la actividad que se ha encomendado al maestro, o él, de motu propio, ha elegido, o simplemente la vida lo llevó a iniciarse en esa actividad tan comprometida para el desarrollo de la niñez y juventud de nuestra nación; pues en cualquier actividad que el ser humano desempeñe, tendrá que haber un algo de compromiso para salir adelante ante esa tarea que cada uno de nosotros nos echamos a cuestas.

Siempre he pensado, o cuando menos desde hace ya bastante tiempo, ¿Por qué en los discursos dentro de cada gremio laboral o social predomina la autoalabanza, el autoperfeccionismo o autoproteccionismo?, y las fallas como tales se abordan muy marginalmente, situación que creo está más arraigada en México, que en otros países. Esto es una generalidad a ojos vistos y desde luego el gremio del magisterio no es la excepción.

Pero ¿Qué sucede en cada caso? Si se critica por falta de compromiso al burócrata, resulta que “no hay otro gremio tan entregado como ese”, igual al ejército, la policía, los funcionarios, los poderes de la Unión, y así a cualquier sector. Claro, todo esto contrasta con los decires de la población en general, que, descarga con sus expresiones todos los sinsabores que vive en su gestoría cotidiana con cada uno de esos sectores que deberían de atenderlo de mejor forma.

Dentro del magisterio ha existido un discurso oficial, donde tal parece que fueran los únicos “buenos de la película”, situación que da la impresión como si se hubiera nacido especialmente para ser MAESTRO, y en no pocas ocasiones, se apropia tanto de esas expresiones que se considera un desempeño sin fallas y, cuando existen, se justifican con situaciones que hace que se reflejen en el desempeño, tales como: situaciones familiares de los alumnos, desempeños administrativos deficientes, componendas políticas de las cúpulas, carencias en cuestiones materiales, falta de constancia en orientaciones de desempeño escolar y aúlico, asesoramiento pedagógicas sin mayor calidad, falta de un nivel apropiado en su formación, tradicionalismos que invaden la práctica docente, situaciones salariales inapropiadas, sobrecarga burocrática a la escuela y al docente, presión de exámenes de desempeño para llenar requisitos internacionales y no precisamente de la calidad educativa a nivel nacional, interpretación de leyes generalmente en contra del maestro y a favor de alguien, la inseguridad para alumnos y maestros.

Con lo anteriormente mencionado, más lo que se quede en el tintero, realmente SÍ EXISTEN, situaciones que en nada favorecen la labor que deberían llevar a cabo los profesores en su quehacer diario, donde no son más que seres humanos que hacen lo que les corresponde acorde a las condiciones en que se desempeñan

Pero, aunque son justificantes válidos para la falta de un buen trabajo, también es cierto que como profesionales de la educación se debe tener la preparación suficiente, así como el compromiso o disposición de afrontar situaciones diversas que los lleven al logro de un buen desempeño y con ello un mejor reflejo ante la sociedad y no ante instancias extranjeras, que pudieran ser sólo referentes. Hay necesidad que dentro de los análisis gremiales magisteriales se apropien de los ERRORES como tales y se enrumbe a la superación de los mismos, con todo y los pesares existentes, pues lo contrario nos lleva al círculo vicioso de quejarse por la situación que se vive, y, sociedad y gobierno, culpan al maestro, sin ver sus fallas el gobierno y la sociedad esperando algo mejor de las escuelas.

Sin querer “descubrir el hilo negro”, un compromiso de escuela y maestros, puede ser el hecho de que: SI ES posible que, en las escuelas desaparezca el uso del autoritarismo y la estrictez de la disciplina escolar. SI ES posible que, desaparezcan los exámenes memorísticos sin pensar en el tradicionalismo. SI ES posible que, el alumno participe en decisiones y no solo los adultos. SI ES posible que, existan acuerdos responsables entre los actores del hecho educativo y dejar atrás el costumbrismo administrativo.  SI ES posible que, se vivan los derechos humanos en las escuelas dejando atrás la disciplina que nos correspondió vivir a las generaciones de antaño  o más bien, sufrir. SI ES posible que, después de tantos años de reformas educativas en el rumbo del modelo constructivista se deje el memorismo. SI ES posible que, la escuela respete el ESTILO DE APRENDER  de cada alumno, sin descalificarlo solo porque no aprende con el estilo que el maestro enseña. SI ES posible que, se interrelacione con padres de familia con base en una cultura humanista y no autoritaria, en bien de los alumnos. SI ES posible que, las tareas sean por necesidad y no por rutina. SI ES posible que, las tareas sean para los alumnos como un complemento de su aprendizaje y no para los padres. SI ES posible que, la escuela  eficiente el tiempo de revisión de tareas, siendo éstas  parte del aprendizaje y no de la sanción, si no se cumple con ella. 

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