Del desastre en Polanco, Mamá Rosa y otras cosas

24 de julio, 2014

AdminRHT

Aquí novedades desde el frente de Polanco: el bombardero de Masaryk, Don Víctor Romo, ha logrado en esta semana lo imposible, colapsar casi totalmente la colonia. No solo ha destruido las aceras de ambos lados de la citada avenida (desde Moliere hasta Mariano Escobedo) no solo ha logrado quebrar a las más exclusivas boutiques y restaurantes avecindados en esta zona, no solo ha cerrado a la circulación todas y cada una de las calles de acceso a la llamada “quinta avenida mexicana, no…en estos días se ha superado a sí mismo y a cerrado (salvo un carril) la glorieta de la mentada Masaryk. O sea, entrar a Polanco es ya cosa prohibida. El único acceso a la calle de Arquímedes (la continuación de Los Pinos) es a través de Campos Elíseos y los embotellamientos que se logran en esas dos o tres cuadras (lo mismo en el día que en la noche) son ya la envidia de bloqueadores profesionales de la CNTE, el SME y hasta de los chicos en contra de la Reforma Energética. Por si no fuera suficiente es el único delegado que ha conseguido simultáneamente unificar los odios de los polanquenses y obtener el desprecio de la sociedad en general, gracias a la “fiestecita” que autorizó a su “amistad” en la Rotonda de las Personas Ilustres. La gran multa que en su inicio aplicó el alto funcionario de la Miguel Hidalgo a la señorita cumpleañera fue de 30,000 pesitos. Por lo que para lograr una sanción un poco más justa tuvo que intervenir la Contraloría General del Distrito Federal con el propósito de que la multa impuesta fuera por un mínimo de 333,650 pesos. Romo, a regañadientes, lo aceptó y supuestamente la aplicó. En fin, aquí (como diría Cristina Pacheco) nos tocó vivir. ¡Que horror!… Otro asunto que verdaderamente me subleva es el famoso caso de Mamá Rosa. Ahora resulta que tan espantoso personaje tiene “demencia senil” y por lo tanto no le puede imputar ningún delito cometido en contra de las más de 500 personas que vivían en su albergue. El diagnóstico a modo tiene que ver seguramente con el asombroso apoyo que ha recibido tal señora de alguna parte de la “intelectualidad” nacional. Según se ve en la peculiar entrevista que le hizo el buen amigo León Krauze, Doña Rosa no presenta ningún síntoma de demencia y se encuentra perfectamente orientada en tiempo, espacio y situación. Entiende perfectamente las suaves preguntas que le formularon y contesta con desparpajo atrocidades tales como: ¿quién no tiene unas ratas y cucarachas en su casa?, ¿qué tiene de malo que los niños tomen refrescos caducados? o “si no pegas, no quieres”. Como psicóloga me gustaría mucho que la PGR explicara quién realizó los peritajes sobre su estado mental, qué elementos neuropsicológicos tomaron en cuenta para llegar al diagnóstico de demencia senil y algo más, si ella no es responsable entonces ¿quién?. ¿A poco va a ser como la línea 12 del metro, donde nadie, ni empresas ni gobierno, son responsables de los graves problemas que impiden su funcionamiento?… El otro día fui a comer al restaurante Máximo Bistró. La comida es buena, sí, pero el lugar es tremendamente pretencioso y el personal es odioso y casi mal educado. Total, si no han ido no se pierden de nada, es simplemente un lugar mamón y sobrevalorado… La recomendación de la semana: si les gusta el teatro contemporáneo y del bueno, vayan a ver Palabras de amor en alemán. Se presenta lunes, martes y miércoles en las 8:30 de la noche en el Teatro El Milagro, ubicado en Milán 24, entre Lucerna y General Prim, en la colonia Juárez. La dramaturgia y la dirección es del inteligente y talentoso Gilberto Guerrero, quien ha dedicado su vida al teatro en México. En verdad no se la pierdan. Y hasta aquí hoy. Besitos a los niños.

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