¿A quién escucha don Andrés Manuel? Reflexiones de Erick Fromm

He leído muchas columnas de la “inteligenzia” del país —comentócratas y opinadores distinguidos… He leído muchas columnas de la “inteligenzia” del país —comentócratas y opinadores distinguidos— en donde, con análisis serios y bien fundamentados cuestionan —critican— la...

18 de julio, 2018

RHT

He leído muchas columnas de la “inteligenzia” del país —comentócratas y opinadores distinguidos…

He leído muchas columnas de la “inteligenzia” del país —comentócratas y opinadores distinguidos— en donde, con análisis serios y bien fundamentados cuestionan —critican— la ruta que empiezan a tomar las propuestas de política económica, social y administrativa del nuevo gobierno. Muchas de las críticas son bien intencionadas: constructivas las miro yo.

¿Cómo las escucharán los principales colaboradores y el próximo presidente de México?

Estoy hablando de plumas —algunas severas— como las de Raymundo Riva Palacio, Salvador Garcia Soto, Macario Schettino, Juan Pardiñas, Jorge G. Castañeda, Alejandro Hope (especialista en Seguridad Nacional) y Guillermo Valdez (ex director del CISEN), muchos de los que colaboramos en el portal de Eduardo Ruiz-Healy, Federico Reyes Heroles, Leo Zuckermann, Héctor Aguilar Camín, María Amparo Casar y Pablo Hiriart — por mencionar algunos cuantos— y me pregunto sí Andrés Manuel los leerá y tomará en cuenta.

Esperemos no siga el camino del clásico de Carlos Salinas de Gortari: “ni los veo ni los oigo” cuando se refería al grupo de perredistas que le querían hacer la vida imposible.

Así, preocupa la forma con que el nuevo presidente de México va a gobernar, aparentemente sin obstáculos, pues tiene en sus manos el H. Congreso de la Unión, pero como quiere ser recordado como un buen presidente, va a tener que demostrar sus dotes de “auténtico demócrata”.

Mi impresión es que, es tanta la información y el acaparamiento de los medios, que es como cuando cae un relámpago, hasta aturde. ¿A poco no?

Pero hay buenas señales, el otro día escuché una entrevista que le hicieron en “El Financiero” a la talentosa Edna Jaime de “México Evalúa”, que encabeza una de las tantas asociaciones de la Sociedad Civil —serias y respetables— que aportan al debate y trataban el tema de la designación del Fiscal, posible sustituto del Procurador General de la República. Relató que en efecto tuvo una primera reunión —un acercamiento— con dos de los subsecretarios de Gobernación designados: Tatiana Clouthier y Zoe Robledo.

Esa es una buena señal.

Así pues, la pregunta vuelve a surgir, ¿a quién escuchará don Andrés Manuel? Es muy probable que atienda los comentarios que le pudiera dar Beatriz Gutiérrez Müeller, su esposa, que al parecer es una mujer inteligente.

Y hablando de escuchar alguna vez, Erich Fromm, el destacado psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista participó en un seminario en Suiza (1974) en el que habló del arte de escuchar.

Su participación fue preparada y editada (junto con material de otras conferencias dadas por él) como un libro póstumo (The Art of Listening, Continuum International Publishing Group, Nueva York, EU, 1994) el libro contiene mucho material y semblanzas de algunos de sus colegas, y es aquí donde está la parte que nos interesa: sus seis reglas para escuchar correctamente.

La regla básica para practicar este arte es la concentración completa de quien escucha.
Nada de importancia debe estar en su mente. En un estado óptimo debe estar libre de ansiedad, y también de querer acabar rápido (prisa).
Debe poseer una imaginación que trabaje libremente y que sea lo suficientemente concreta para expresarse en palabras.
Tiene que poseer una buena capacidad de empatía con la otra persona, que sea lo suficientemente fuerte como para sentir la experiencia del otro como si fuera la suya.
La condición para una empatía de ese tipo es una faceta crucial de la capacidad para el amor. Entender a otro significa amarlo, no en el sentido erótico, sino en el sentido de entenderlo muy bien y de superar el miedo de perderse uno mismo.
La comprensión y el amor son inseparables. Si están separados, entender es un proceso cerebral y la puerta a la comprensión esencial permanece cerrada.

Así pues, a todos nos cae bien reflexionar en eso del “Arte de Escuchar” y el deseo es que el próximo presidente de México —y todo su equipo de colaboradores— lo practiquen.

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