¿A la congeladora la primera iniciativa de ley ciudadana?

El 15 de agosto del año 2014 escribía en este espacio “No sea malo ciudadano presente una iniciativa de ley”. En su contenido expresaba los temas legislativos a discutir en… El 15 de agosto del año 2014...

18 de marzo, 2015

RHT

El 15 de agosto del año 2014 escribía en este espacio “No sea malo ciudadano presente una iniciativa de ley”. En su contenido expresaba los temas legislativos a discutir en…

El 15 de agosto del año 2014 escribía en este espacio “No sea malo ciudadano presente una iniciativa de ley”. En su contenido expresaba los temas legislativos a discutir en el periodo ordinario de los legisladores durante los meses de septiembre a diciembre del 2014. Entre otros la creación de un órgano nacional anticorrupción; el fuero constitucional de legisladores y otros servidores púbicos, la creación de una nueva ley de propaganda gubernamental y/o la reforma política del Distrito Federal.

Iniciativas de ley presentadas ya sea por los legisladores, por el Presidente de la República o legislaturas de los estados, y no por los ciudadanos. No obstante, como lo apunte anteriormente “…imagínese usted querido lector, que cada ciudadano de este país también tuviera el derecho a iniciar leyes y presentarlas ante los diputados y senadores. Bueno, la verdad, es que usted ya tiene ese derecho. Si, ya no se lo imagine, ahora es verdad constitucional. La fracción VII del artículo 35 constitucional fue reformada y publicada en el Diario Oficial de la Federación el 10 de febrero del año pasado, cuyo propósito radicó para que el ciudadano tenga el derecho de iniciar leyes”.

En efecto, la participación política se amplifica de manera directa al ciudadano con su derecho a iniciar leyes. Tal y como se nos dice que un grupo de ciudadanos el año pasado presentó a los senadores la iniciativa de ley en materia de revocación del mandato y la segunda vuelta electoral.

El primer término es con el efecto de remover al servidor público que fue electo por la mayoría de los electores, ya que existe incertidumbre en la eficacia y eficiencia de su función pública.

Mientras que el segundo término se produce para designar una segunda vuelta electoral, ya que para candidatos a jefes de estado (sistemas presidenciales), el resultado de las elecciones, no fue por mayoría absoluta para el candidato que logró un mínimo margen del resultado de los votos con relación al segundo candidato. Luego entonces, los candidatos se presentan a una segunda votación.

De tal suerte, las modalidades de la segunda vuelta son varias, es decir, por lo menos tres: en segunda vuelta se puede decidir al ganador por el resultado de la elección con mayoría simple; sin ningún candidato obtiene una mayoría absoluta, esto es más del 50%, entonces se pasa a la segunda vuelta; y, cuando no se obtiene el 50 % y con una diferencia de 10 puntos entre el primero y segundo candidato.

En definitiva, estimado lector, el 29 de septiembre del 2014 se publicó en la Gaceta del Senado, la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan 7 artículos constitucionales. La participación política fue con 227 mil 130 firmas de ciudadanos, y con representación en Culiacán, Sinaloa.

Así que, querido lector, el proceso legislativo de la primera iniciativa ciudadana, se encuentra en ya veremos. Pues, al menos, no tengo noticia de que los senadores, diputados y legislaturas estatales les interese aprobar su vigencia en este periodo ordinario de sesiones, y que termina en el mes de abril. Es posible que no sea tema de interés de la agenda legislativa, sobre todo, porque existen otros temas más importantes, tales como el sistema nacional anticorrupción y/o la reforma política para el DF. Sin embargo, para progresar con la consolidación de la democracia en nuestro país, las mencionadas figuras de la revocación del mandato y la segunda vuelta electoral son elementos fundamentales del régimen electoral, y por ende, es inevitable su vigencia.

Al tiempo, tiempo…

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