Música para dos damas

El 8 de abril de 1880 falleció Delfina Ortega, primera esposa del General Porfirio Díaz (1830-1915).

27 de septiembre, 2017

 

El 8 de abril de 1880 falleció Delfina Ortega, primera esposa del General Porfirio Díaz (1830-1915). Al año siguiente conoció a la Srita. Carmen Romero Rubio, y  empezó a tomar de ella clases de inglés, tal vez como pretexto para tener tiempo de contemplar de cerca a la bella joven.

Como suele suceder, los alumnos llegan a sentir un especial afecto por su profesora, y Porfirio no fue la excepción, pues muy pronto le envió una carta donde le dice:

“Yo debo avisar a usted que la amo. Comprendo que sin una imperdonable presunción no puedo esperar que en el ánimo de usted pese otro tanto, y por eso no se lo pregunto; pero creo que en un corazón bueno, virgen y presidido de una clara inteligencia como el de usted puede germinar ese generoso sentimiento, siempre que sea un caballero el que lo cultive y sepa amar tan leal, sincera y absolutamente como usted merece y yo lo hago ya de modo inconsciente”.

La tamaulipeca de diecisiete años aceptó al galán oaxaqueño de 51; dos años menor que el suegro, o sea, que a ella solamente le llevaba 34 calendarios, y se casaron el 5 de noviembre de ese año 1881. Era hija del famoso abogado Manuel Romero Rubio y de Agustina Castelló.

Se acercaba un cumpleaños de la esposa de Porfirio, quien de soltera se llamaba María Fabiana Sebastiana Carmen Romero Rubio y Castelló. No encontraba qué presente sería el apropiado pues la Sra. Carmen no carecía de nada. Seguía pensando en ese regalo…

La noche de aquel 20 de enero cercano a 1888 el salón estaba totamente iluminado; los  meseros por aquí, por allá y acullá sirviendo copas de champán. Las damas  envueltas en corsetes, crinolinas y largos vestidos bailaban valses, polcas y mazurcas con los apuestos y envaselinados caballeros.

 Juventino Rosas -autor de “Sobre las olas“- no podía faltar a esa celebración y, a una señal de don Porfirio tomó la batuta y la orquesta empezó a estrenar el vals “Carmen”,* que por encargo del general, el guanajuatense le había compuesto a la esposa. Un exitoso e inesperado regalo musical para doña Carmen Romero Rubio de Díaz (1864-1944).

Ahora bien, la Srita. Amparo Escalante Montijo se casó con el Sr. Ramón Corral Verdugo (1854-1912) en Hermosillo el 25 de febrero de 1888. Él nació en Álamos, Sonora, y sus padres fueron Fulgencio Corral y Ma. Francisca del Sacramento Almada. Don Ramón inició su vida laboral como escritor y periodista, después, importante empresario. Entre otros cargos públicos importantes llegó a ser el Vicepresidente de la República.

Nos dice Rafael Sánchiz que concibieron 11 hijos: Leonor Corral Escalante (n.1885, casada el 16 de octubre 1918 con José Abiega Frías 1891); Enrique Corral Escalante y Alfonso Corral Escalante que murieron en la infancia; Amparo Corral Escalante (1889-1976, casada el 8 de abril 1911 con Guillermo Obregón Gómez-Vélez 1882-1945); Ramón Corral Escalante (que casaría con Guadalupe Canalizo); Carmen Corral Escalante (casada con Manuel Ramos Sauri); Hortensia Corral Escalante (1893-1984, casada el 27 de mayo 1920 con Federico Antillón Castañeda 1893-1942); ya nacida en la Ciudad de México, Amalia Corral Escalante (n. 1900 y que casaría el 28 de febrero 1924 con Rafael Ramos Urrea 1888); Alberto Corral Escalante (n. 1903 y casado con Maclovia Lacy Araiza 1903-1991); Alejandro Corral Escalante (n. 1907 casado con María Camou Loaiza 1908-1989); finalmente Elvira Corral Escalante (que casaría con Rafael Izabal Monteverde). 1

En 1904, doña Amparo había acompañado al Vicepresidente -su marido- en un viaje a los Estados Unidos (San Luis Missouri, en representación del Presidente Porfirio Díaz), en el que durante el regreso a principio de noviembre, hicieron un triunfal recorrido por Sonora y fueron recibidos en Hermosillo con pompa y celebraciones. La nota más importante -que apareció en los diarios norteamericanos de St. Louis- fue el que “Mrs. Corral” fungiera como interprete durante la visita de estado… 2

En 1910, el compositor y pianista michoacano Miguel Lerdo de Tejada, autor, entre otras, de la canción “Perjura”, gentilmente compuso el vals “Amparo”,** dedicándosela a la señora Amparo Escalante de Corral. Este músico era sobrino de Sebastián Lerdo de Tejada, que fue presidente de México entre 1872 y1876; único presidente mexicano soltero y que jamás se casó. Fue padrino de bautismo de Carmen, esposa de Porfirio Díaz.

Amparo Vélez de Escalante Montijo (nombre completo) era la tercera hija de don Vicente Vélez de Escalante Rodríguez -Alcalde de Hermosillo y acaudalado comerciante sonorense- y María del Carmen Montijo Cervantes, reconocida como una de las bellezas nacionales del siglo XIX, comparada frecuentemente con la zarina Alexandra Románova 3  (esposa del zar Nicolás II de Rusia).

Dicho sea de paso, la señora Amparo Escalante de Corral (1865-1952) era abuela de mi tío político Ramón Corral, -de igual nombre que su abuelo-, casado con mi tía Martha, hermana de mi padre, el Ing. Clemente Ávila Muñoz.

Sin duda alguna, doña Amparo, era una mujer excepcional: en una fotografía que siempre me ha sorprendido y que corresponde a la inauguración de las obras del “Manicomio General” (La Castañeda) el 1º de septiembre de 1910, la apertura incluyó un paseo por los edificios y una amplia y detallada visita a la edificación de Servicios Generales, donde fue captada la comitiva que acompañaba al presidente Díaz. Aunque la esposa del presidente estaba presente, Porfirio Díaz caminó por los jardines dando el brazo a la señora Amparo Escalante de Corral, a quien siempre consideró “Dama excepcional” […]”  4

Al inicio de la Revolución, los ex presidente y vicepresidente de la república buscaron el exilio en París, Francia. Ambos murieron  allí y descansan en esa capital. Ramón Corral falleció el 10 de noviembre de 1912, y está sepultado en el panteón “Pére-Lachaise” -División 11-, (Rue du Repos #16), a unos pasos de la tumba del autor de “La Polonesa”, Federico Chopin, y cerca del sepulcro de Augusto Comte, que escribió el “Discurso sobre el espíritu positivo”.

Porfirio Díaz murió el 2 de julio de 1915, y sus restos reposan en el cementerio “Montparnasse” (Bulevar Edgar Quinet #3). En ese panteón le acompaña Simone de Beauvoir, autora de la novela “Los mandarines”; también le acompaña a don Porfirio el poeta maldito Charles Baudelaire, autor del poemario “Las flores del mal”.

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Referencias

1. Fierro Gossman, Rafael, https://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2017/06/la-casa-de-don-ramon-corral-verdugo-yhtml

 2. Ibid.

 3. Ibid.

 4. Ibid.

* Puede escucharse el vals “Carmen” en https://www.youtube.com/watch?v=oavcCk_2J-o 

** De igual manera el vals “Amparo” en https://www.youtube.com/watch?v=HPk_7rUN7fk

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