El genio alemán Johann Wolfgang von Goethe nació el 28 de agosto de 1749 en Frankfurt, cumpliéndose ya 270 años, y falleció el 22 de marzo de 1832 en Weimar. Sus padres fueron Johann Caspar Goethe y Katharina Elisabeth Goethe.
Su progenitor era abogado y hombre ilustrado, que se retiró de la vida pública y educó a sus hijos él mismo. Su madre fue hija de un antiguo alcalde de Francfort, lo cual le relacionaba con la burguesía patricia de su ciudad. De los hijos del matrimonio sólo sobrevivió su hermana Cornelia Friederike y Goethe. Él fue casi de todo: empresario teatral, crítico, periodista, político, diplomático, pintor, pedagogo, filósofo, historiador, libretista de ópera, científico y finalmente fue novelista, memorialista, dramaturgo y poeta.
Dotado de una fabulosa inteligencia y de un ejemplar equilibrio espiritual, conseguido mediante una rigurosa disciplina, se convirtió en vida en el paradigma de un cierto ideal europeo basado en la cultura y en la curiosidad universal. Cursó estudios de Derecho en la Universidad de Leipzig; donde se interesó por la literatura y la pintura. Estudió ocultismo, astrología y alquimia.
Se cuenta que a mediados de 1772 Goethe conoció a una tal Charlotte Buff, esposa de un funcionario de apellido Kestner. Se enamoró de ella y sufrió por la imposibilidad de ese amor. El poeta tardó dos años en superar su fracaso, y acaso su relación con Maximiliana Brentano actuó como paliativo contra la pena de aquella relación imposible.
En 1774, y en pocos meses, Goethe escribió Las penas del joven Werther. La trágica historia se convirtió en la obra emblemática del Romanticismo. Aunque fue censurado por los sectores religiosos por justificar el suicidio, la novela tuvo una acogida sin precedentes; incluso Napoleón confesó haberla leído más de ocho veces. Entre 1772 y 1775 escribe los dramas Clavijo (1774) y Stella (1775) y muchos ensayos cortos sobre temas literarios y teológicos.
Mientras intentaba abrir sin éxito un bufete de abogados en Frankfurt, en la primavera de 1775, se comprometió con Lili Schönemann, hija de un banquero de la ciudad, pero diferencias sociales y de estilo de vida terminaron por acabar con ese compromiso.
En 1775, Carlos Augusto, heredero del ducado de Sajonia-Weimar, invitó a Goethe a vivir y trabajar en Weimar, su capital, que entonces era uno de los centros intelectuales y literarios de Alemania. Desde 1775 y hasta su fallecimiento, fijó aquí su residencia. La experiencia en la administración pública, que incluyó destinos en cargos importantes del gobierno de Weimar así como un periodo de consejero privado, le dio un amplio conocimiento de los asuntos prácticos.
Estudió mineralogía, geología y osteología. Escribió poco durante los primeros diez años de su estancia en Weimar, si se exceptúan algunos magníficos poemas inspirados por Charlotte von Stein, entre los que se encuentran la lírica “Canción nocturna del caminante” y la balada “El rey de los elfos”. Comenzó la composición de algunas de sus obras más famosas, como el drama en prosa Ifigenia en Tauris (1787) y los dramas de carácter Egmont y Fausto, que luego sometería a cambios como resultado del siguiente acontecimiento importante de su vida: su estancia en Italia desde 1786 hasta 1788.
Estudió el arte, la arquitectura y la literatura de Grecia y Roma. Desde entonces su obra desarrolla temas universales e intemporales, incluyen una versión en versos yámbicos, de Ifigenia en Tauris, los dramas Egmont (1788) y Torquato Tasso (1790); y un trabajo sobre Fausto, parte del cual apareció como Fragmento (1790). Estas obras llevaron a la literatura alemana la disciplina de ideas y formas que inició el así llamado periodo clásico.
Regresó a Weimar en 1788 encontrando oposición a sus nuevos principios literarios y se ganó la enemistad de algunos círculos de la Corte por vivir con una joven, Christiane Vulpius, que en 25 de diciembre de 1789 le dio un hijo. Convertida en su esposa, con ella tuvo cinco hijos, aunque sólo Julius August, el primogénito, alcanzó la edad adulta.
Goethe mismo esperó ser renombrado como un científico. La Biología ha reconocido su larga deuda hacia él, especialmente por el concepto de morfología, el cual es fundamental a la teoría de la evolución. Escribió Elegías romanas (1795), una serie de tiernos poemas amorosos inspirados en su relación con Christiane Vulpius; la novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796) y el idilio épico en verso Hermann y Dorothea (1798). Schiller animó también a Goethe para que volviera a trabajar en Fausto, cuya primera parte fue publicada en 1808. El periodo desde 1805 hasta su muerte en Weimar, fue muy productivo.
En 1806 contrajo matrimonio con Christiane Vulpius. De sus escritos entre 1805 y 1832 destacan las novelas Las afinidades electivas (1809) y Los años de formación de Wilhelm Meister (1821, revisado en 1829); un relato de su viaje por Italia, Viajes italianos (1816); Poesía y verdad, su autobiografía (1811-1833), una colección de poemas, Diván de Oriente y Occidente (1819), que intentan el maridaje del Este y el Oeste, y la segunda parte de su poema dramático Fausto, publicado póstumamente en 1832.
Se ha dicho de Goethe que fue el último hombre del Renacimiento, porque la amplitud de sus conocimientos y la variedad de sus intereses lo emparentaron con figuras como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.
NOTAS
[https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/1094/Johann%20Wolfgang%20von%20Goethe]
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