La aparición y el desarrollo del internet han revolucionado las comunicaciones. La cantidad y la velocidad de la transmisión de datos y de conexión a larga distancia es cada vez mayor y más rápida, permitiendo que se expanda el número de individuos que interactúan en ella y entre sí. Ello ha permitido que el alcance e impacto de la tecnología sea cada vez más exponencial.
En la actualidad se escucha cotidianamente hablar de la sociedad de la información y de la sociedad del conocimiento, pero ¿cuál es la diferencia entre ambas? ¿A qué se refieren exactamente cada una de ellas?
Iniciemos explicando el concepto de sociedad de la información.
Éste se refiere a aquella sociedad en la que las tecnologías de la información y de la comunicación, mejor conocidas como TIC, se han integrado a la vida cotidiana, por medio de la incorporación y el uso de las computadoras, dispositivos electrónicos, dispositivos telefónicos y móviles, facilitando las actividades y transformando la vida humana.
La sociedad del conocimiento se caracteriza por ir más allá de la ejecución de tareas de índole cotidiana a través del uso de herramientas digitales –como es el caso de la sociedad de la información– y se enfoca en crear y transmitir conocimientos no solo en el campo académico, sino en todos los ámbitos de la sociedad, teniendo implicaciones en lo político, económico, social y cultural.
Para ello es necesario que la población cuente con las herramientas tecnológicas necesarias y sepa manejarlas de tal manera que le permitan el acceso, la obtención, la generación y la transmisión de conocimiento.
Sin la internet –pieza fundamental– ambas sociedades simplemente no serían posibles. Hoy la comunicación y la publicación de información se llevan a cabo de manera instantánea. El mundo globalizado se debe en gran medida a esa interconexión y los usuarios están en un constante intercambio de conocimientos, ideas, negocios e información.
Estos aspectos así como el comercio de bienes y servicios por internet han dado origen a la economía digital, la cual está actualmente dominada en “un 90 % de la capitalización de mercado de las 70 plataformas digitales más grandes del mundo por dos países: Estados Unidos y China”.1
La economía digital está dando paso a través de la red y de plataformas digitales a nuevas formas de comercio electrónico como por ejemplo AirB&B, Uber, Amazon, etc. constituyendo así una parte importante del producto interno bruto mundial.
En este contexto, la economía digital también está dando origen a una nueva disciplina como lo es el estudio de la geografía económica de la economía digital, la cual nos permite analizar y valorar datos relevantes con respecto a las naciones dominantes, los ingresos, las economías emergentes, la brecha de desigualdad entre los países hiperdigitalizados y los países infraconectados, la velocidad del intercambio comercial e informativo, y los problemas como la competencia comercial desleal, la evasión fiscal, delitos cibernéticos y la ciberseguridad, entre otros.
Según el Informe sobre la economía digital 2019 de la conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo (UNCTAD) “las estimaciones del volumen de la economía digital oscilan entre el 4,5 % y el 15,5 % del PIB mundial. En cuanto al valor añadido generado en el sector de las TIC, los Estados Unidos y China representan en conjunto casi el 40 % del total mundial. Sin embargo, como porcentaje del PIB, las TIC son el sector más importante en la Provincia china de Taiwán, Irlanda y Malasia. El empleo en el sector en todo el mundo pasó de 34 millones de trabajadores en 2010 a 39 millones en 2015, siendo los servicios informáticos los que representan la mayor parte (38 %). La participación del sector de las TIC en el empleo total aumentó durante el mismo período, al pasar del 1,8 % al 2 %”.2
Lo anterior nos da un panorama de la relevancia de las TIC en el comercio digital y en la economía mundial así como su importancia y su desarrollo en el futuro.
Sin embargo, este crecimiento implica no solo un constante flujo e intercambio de información y conocimiento, sino también la exposición y la vulnerabilidad de datos sensibles, de información confidencial y de información privada que se ve expuesta y amenazada en la esfera pública, llevando a planteamientos como lo es la ética en la red y las medidas de seguridad y de neutralidad.
Por lo tanto, la ética en la red, implica una serie de medidas que deben ser tomadas en cuenta para evitar que las publicaciones o el uso de la información que se haga de ellas sea inadecuado y ponga en peligro la integridad de la persona o genere daños a terceros.
En algunas profesiones como la medicina, se recomienda a los alumnos que desde sus primeros años de formación conserven una imagen profesional adecuada y una actitud seria, que eviten el lenguaje soez, material de contenido sexual o evidencias del consumo de substancias, mantener el respeto hacia los colegas, hacer un uso adecuado de la publicidad y ser responsables sobre la información difundida en las redes.
Lo anterior bien podría traspasarse a otras profesiones o simplemente ser tomado en cuenta para nuestras publicaciones personales y de nuestra cotidianidad así como con respecto a la publicación o etiquetas correspondientes a empresas, sitios que visitamos, amistades, lugares de trabajo, familiares y menores de edad que se pueden ver expuestos a peligros en la red, a ser víctimas de delitos y que incluso se les violente en su derecho a la privacidad.
Todo ello conlleva a la necesidad de legislar con rapidez acerca de esos temas e implicaciones con la finalidad de salvaguardar y proteger de la manera más completa posible la actividad en la red.
Retomando lo que se expuso en un inicio sobre la enorme cantidad de datos, de información, de conocimiento y de negocios que se intercambian a través de la internet, es importante hablar acerca de la neutralidad en la red así como sus causas y efectos, especialmente en una época en la que el tráfico en ella no solo se eleva sino que la velocidad adquiere una preponderancia tal, que el desarrollo e implementación de la 5G está siendo tema de análisis, de batallas y de acuerdos entre potencias mundiales.
La neutralidad en la red requiere también de una atención especial, pues implica a todos los usuarios de la red y no solo a ciertas empresas o proveedores de internet y a los gobiernos. Este principio aboga por la imparcialidad en la red en cuanto a contenido y acceso. Sin embargo, se está prestando a la ambigüedad, pues en algunos casos está siendo visto desde una óptica de la economía digital y de mercado afectando al usuario que se le observa como un consumidor al que se le podrán aplicar tarifas para poder permitírsele el acceso a cierto contenido y velocidad, lo cual pone en peligro la libertad y el derecho a la información en la sociedad del conocimiento.
Como podemos apreciar, la internet tiene implicaciones en diversos campos que van desde el económico hasta lo político, social, educativo y cultural, y por ello es importante considerar cada uno de estos aspectos en lo que a la neutralidad de la red se refiere y no solo que se le vea como un objeto monetario que ponga en desventaja tanto a usuarios como a generadores en cuanto a acceso y publicación de contenido y que además provoque una brecha entre ellos, producto de la posibilidad económica que posea cada individuo.
A través de una adecuada regulación sobre la neutralidad en la red se estaría incidiendo en evitar que existan bloqueos de contenido en base al proveedor o a la empresa que lo produce, así como a acciones que incidan en lentificar el tráfico en la red.
Estas acciones tienen un impacto y un efecto negativo en la sociedad y en los usuarios, ya que no solo afectan el servicio, sino que impiden al usuario final acceder a contenido que es de su interés y el cual no necesariamente tiene que ser de índole económica o comercial.
Por todo lo anterior es que en la sociedad del conocimiento debe ser la ética la que prevalezca y desde donde se parta tanto en el intercambio de información como en la generación de conocimiento; en los negocios, en el intercambio comercial, en la protección de datos, la confidencialidad, las legislaciones y el uso que le demos a las redes.
La sociedad del conocimiento es una época única en la historia de la humanidad en cuanto a generación, acceso e intercambio de información y como tal debe ser valorada y apreciada, por ello debe ser cuidada y tratada con la atención que merece para que no solo nosotros, sino cada vez más personas así como futuras generaciones se vean también beneficiadas.
1 Fuente: https://unctad.org/es/PublicationsLibrary/der2019_overview_es.pdf
2 Ibidem
Bibliografía:
Consultado con fecha de 04 de abril de 2020 https://www.bbvaopenmind.com/articulos/etica-e-internet/
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Consultado con fecha de 10 de abril de 2020 https://expansion.mx/tecnologia/2020/02/28/cinco-preguntas-para-entender-lo-que-es-la-neutralidad-de-la-red
Consultado con fecha de 05 de abril de 2020 https://enciclopediaeconomica.com/economia-digital/
Consultado con fecha de 04 de abril de 2020 http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422016000300036
Consultado con fecha de 05 de abril de 2020 http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-74672018000100847
Consultado con fecha de 10 de abril de 2020 https://searchdatacenter.techtarget.com/es/definicion/Neutralidad-de-la-Red
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