El gas que vino del pasado

"En un futuro lejano la humanidad se ha quedado sin recursos renovables, a pesar de haber logrado dominar el viaje en el tiempo. La solución...

16 de noviembre, 2015

"En un futuro lejano la humanidad se ha quedado sin recursos renovables, a pesar de haber logrado dominar el viaje en el tiempo. La solución que trataran de probar, será usar su tecnología para viajar al pasado, para tomar los recursos de entonces y llevarlos al futuro donde viven. Pero nunca imaginaron las consecuencias al hacerlo".

En nuestro tiempo estamos muy acostumbrados a las tramas de ciencia ficción, así que no nos parecería extraña una trama de viajes en el tiempo como la anterior. No obstante, pensaríamos que nada más es una mera fantasía. Pero, ¿realmente es una fantasía?

Actualmente existe bastante conciencia del fenómeno de "efecto invernadero", causante del calentamiento global. De igual forma, que es provocado por el aumento del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera terrestre, proveniente de emisiones de fábricas, autos y la generación de energía.

De forma sencilla solemos pensar todo se debe a que desde el inicio de la revolución industrial, hace más de 200 años, quemamos de fuentes no renovables cantidades inmensas de combustibles basados en el carbono (carbón, petróleo, gas) y que hasta ahora continúa. En parte sí es correcta esa suposición, pero hay un hecho más profundo detrás de porque ese tipo de combustibles ha aumentado el nivel de CO2.

Sabemos que organismos vivos como las plantas obtienen su energía de la fotosíntesis, donde toman CO2 de la atmósfera, y usan la luz solar para separar el CO2 en carbono y oxígeno. De los anteriores elementos, el primero es usado para crear compuestos de carbono, desde azúcares para alimentarse, a celulosa para tener rigidez. Mientras que el último se descarta como un producto de desecho.

De tal forma, básicamente las plantas toman CO2, retienen el carbono de su molécula en sus células, y mantienen la mayoría separado de la atmósfera de forma inerte.

La única manera de que ese carbono regrese al aire en forma de CO2, es combinarlo de nuevo con el oxígeno por medio de la combustión. Una forma de combustión es la biológica por medio del metabolismo de los organismos, como la que da energía a los animales. La otra forma es la combustión química, como la del fuego, que por ser mucho más energética es la que usamos con el carbono de las plantas.

Desde un punto de vista lógico, podría decirse que dentro de un sistema cerrado puede haber un equilibrio del CO2 que toman y retienen las plantas y del que se libera por combustión. Sin embargo, el ciclo del CO2 en La Tierra no es totalmente cerrado, sucesos geológicos, volcánicos, biológicos y espaciales han hecho que fluctúe el nivel de CO2 durante los 4 mil millones de años de existencia del planeta.

Ahora bien, la mayoría de los hidrocarburos combustibles usados por nuestra sociedad industrial provienen de fuentes no renovables en el subsuelo, resultado de depósitos de plantas muertas que se acumularon bajo el suelo por procesos geológicos. Estos depósitos, después de decenas de millones de años de altas presiones y temperaturas, terminaron por descomponerse en carbón, petróleo y gas.

De esta manera, significa que al quemar esos hidrocarburos, estamos liberando en nuestro tiempo presente un CO2 que fue tomado de una atmósfera de hace muchos millones de años. Es como imaginar que abriéramos un portal por donde el CO2 viajara en el tiempo cada vez que usamos el automóvil.

Así, al agregar este gas de varias eras pasadas a los niveles actuales de CO2, se crea un mayor desbalance a la alta que si se quemaran compuestos de carbono de fuentes presentes.

En parte esta reflexión está detrás del concepto de que usar bioenergéticos y/o biomasa como combustible tendría una huella de carbono mucho más neutral. A pesar de que todavía hay cierta controversia de si es una opción adecuada, por la complejidad de equilibrar cuanta vegetación plantar, cuanto terreno cultivar y cuanto de su carbono quemar.

No obstante, hay una gran cantidad de biomasa desechada de otras actividades humanas (agricultura, industria) que al final, de cualquiera forma su carbono terminará como CO2 por procesos biológicos o la mano del hombre, sin aprovecharse como energía útil. De esta forma, quizás podría ser una mejor forma para acercarse a una huella mucho más neutral, mientras por fin se dejen de usar hidrocarburos con CO2 proveniente de un lejano pasado.

 

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Referencias:

http://www2.inecc.gob.mx/publicaciones/libros/437/jaramillo.html

http://www.eco-huella.com/2015/01/huella-de-carbono-ventajas-desventajas.html

¿Es realmente la biomasa neutra en emisiones de carbono?

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