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Inicio de año incierto | El Meollo del Asunto

4 de enero, 2021

Iniciamos el año con una alegría fingida ante la incertidumbre del mismo. Es cierto, para muchas personas es solo una continuación de las actividades que venían desarrollando durante 2020, pero para millones de mexicanos, 2021 es una gran incógnita. Nadie sabe o conoce el futuro. Ni madame Mhoni, ni el llamado “Brujo Mayor” conocen lo que va a pasar. El futuro es lo más incierto que hay en la vida humana. Por lo mismo es que la gente actúa como lo hace para tratar de asegurarlo. Lo que es también incierto.

Iniciamos el año con un presidente que cada día que pasa se hace más patente que miente. Con otro encargado de dirigir los esfuerzos contra un enemigo invisible, el Coronavirus, que provoca hasta el momento 127 mil muertes y miles de infectados que hace gala de una gran incongruencia. Dos personas que son la viva imagen de la demagogia.

Por un lado, tenemos un presidente que no se da cuenta cuando de su boca salen datos y cifras que no tienen sentido alguno, mucho menos base sustentable. AMLO dice que se cuenta con 120 mil vacunas y asegura que para finales de marzo, todos los adultos mayores de 60 años habrán sido vacunados. El presidente no solo no tiene idea de que, al último censo del INEGI, se trata de una población de arriba de 12 millones de personas. Esta tarea será algo muy difícil de llevar a cabo debido no solo al número de personas, sino a lo disperso que éstas se encuentran. ¿Dónde y cómo se van a vacunar 133 333 mexicanos en 90 días?

Pero eso no es lo único incierto en lo que el presidente declara. En materia económica, en números de empleos que se crearán, lanza unos muy alegres y con una facilidad que espanta por lo descabellados de ellos: “Se crearán 650 mil empleos”. Pero no toma en cuenta que estamos dentro de una economía casi quebrada por el parón que la pandemia nos ha impuesto. Son miles de empresas pequeñas y medianas que han quebrado ante la mala administración que se ha hecho de la misma, por parte de la administración federal y no pocas administraciones de los estados de la República.

Es cierto que se han recuperado millones de ellos. Sin embargo, hay otros tantos desempleados. Y una cosa es recuperar empleos y otra crear nuevos empleos. De acuerdo con la revista Expansión (24 noviembre 2020):

“La ENOEN en octubre de 2020 reportó un incremento de 1.7 millones de personas en la PEA, con una Tasa de Participación Económica de 57.4% respecto a la población de 15 años y más, cifra 1.8 puntos porcentuales superior a la de septiembre pasado. Las Tasas de Participación Económica de hombres y mujeres resultaron en 74.1% y 42.2%, respectivamente.

“La ocupación informal en octubre de 2020 ascendió a 29.7 millones, al tiempo que la Tasa de Informalidad Laboral 1 (TIL1) se situó en 56%, cifra superior en 1.1 puntos porcentuales comparada con la del mes previo.

“La población desocupada fue de 4.7% en octubre y de 5.1% en septiembre como proporción de la PEA, porcentaje equivalente a 2.6 millones de personas en octubre de este año, mientras la población ocupada en jornadas de 35 a 48 horas semanales y de más de 48 horas semanales aumentó 2.1 millones de personas entre septiembre y octubre de 2020”.

En el país no se generan más de un millón y medio de empleos al año y eso bajo condiciones de crecimiento en el orden del 2.4% al 3% anual. Y el indicador del año pasado será negativo en al menos 4 puntos. Hay que esperar a finales de mes para conocer el número aproximado, que no será positivo.

El año inicia con una incertidumbre por el Covid. Se espera un repunte en los contagios como consecuencia de las fiestas de navidad y de Año Nuevo. La población en general se descuidó en cuanto a los protocolos para evitar los contagios. El Dr. Hugo López-Gatell no hizo su mejor esfuerzo para convencer a la gente de que se quedara en casa. Declarar frente a un micrófono no es suficiente. El ejemplo que venga del mensajero es determinante y fundamental. El doctor no lo transmite.

A la gente le ha importado más la fiesta y el jolgorio de fin de año que el prevenir y combatir los contagios quedándose en casa y usando cubrebocas. No obstante lo anterior, mucha gente se quedó en casa de manera responsable. Pero con el mal ejemplo del ya apodado “doctor muerte”, el señor Hugo López-Gatell, poco se puede esperar. Por si fuera poco, éste ha sido fotografiado sin cubrebocas en las playas de Oaxaca, acompañado sin guardar la sana distancia. Por lo anterior, se infiere que no tiene autoridad moral para motivar a la población en general a quedarse en casa.

Sus mensajes son huecos, vacíos, sin la convicción necesaria para generar que la gente responda a los llamados a mantener protocolos de salud y coadyuvar con los llamados que hacen desde los hospitales el personal médico. Mismos que están al borde del colapso.

Al corte del 1 de enero, la Red IRAG (infección respiratoria aguda grave), reportó 241 hospitales en esta situación. De éstas, 136 ubicadas en 24 entidades federativas ya no tenían disponibilidad. De acuerdo al informe que presentaron: “Desde el pasado 22 de diciembre, el país igualó el pico máximo de hospitalizaciones por la enfermedad que se registró en julio 2020, cuando había 18 mil 223 personas internadas por el virus. En este periodo se notificó un máximo de 226 nosocomios por encima del límite de seguridad, 104 de estos con 100 por ciento de ocupación”.

2021 nos presenta a un presidente cuyas mentiras se hacen cada vez más evidentes, a un médico demagogo que pondera la política sobre la salud de los mexicanos, una economía quebrada y una campaña política que amenaza con sacar lo peor de quienes participarán, a una población harta por el confinamiento pandémico.

Estas son las señales que se vislumbran en un horizonte venidero y futuro. El que todos deseamos sea de felicidad, pero difícil será. Así está el inicio de año y El Meollo del Asunto.

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