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Imagen, signo, símbolo y concepto

En general, nuestro conocimiento se construye a través del entrelazamiento y jerarquización de conceptos.

8 de noviembre, 2024

Imagen, signo, símbolo y concepto son distinciones fáciles de confundir, Sin embargo no sólo son distintos, sino que denotan aspectos distintos de la realidad a partir de diversos grados de profundidad y complejidad para comprenderlos se requiere en cada caso un cierto nivel cognitivo.

La Imagen es el más simple de los tres. Se trata de una representación que identifica por semejanza directa el objeto o ente representado. La imagen, por ejemplo, de un coche que he puesto a la venta «se parece», de hecho reproduce con fidelidad al coche real y dicha representación no puede ser intercambiada por la de otro coche, porque se refiere a uno en particular .

Si vemos pegado en un poste del parque un anuncio que ofrece una recompensa por “Tequila”, un perro que se extravió de sus dueños, el anuncio irá acompañado de una foto del perro en cuestión. Esa «imagen» se corresponderá con la apariencia de un perro concreto. No sería posible cobrar la recompensa si lleguemos a casa de la vecina con “un perro”, que no se corresponda con “Tequila”.

Respecto al nivel cognitivo que se requiere para interpretarla, basta decir que Tequila, si ve una imagen de marca de croquetas que suele comer, sería capaz de identificarlas.

Por otro lado, un signo emerge por la relación de aquello que se designa con el designante y con la representación. La marca apple, por ejemplo. Ese signo (apple), en el contexto apropiado, remite a una compañía de dispositivos electrónicos.

Por su parte, un símbolo es una representación gráfica que puede ser parte del signo. En el caso de la empresa apple, la imagen de la manzana característica de ella será un símbolo inequívoco que la represente. Un símbolo representa a una cosa por correspondencia, no por semejanza. Es la representación gráfica de una idea, de un concepto.

El signo y el símbolo peden y suelen acompañarse e incluso una misma cosa puede ser ambas, dependiendo del contexto. Una “E” cruzada con una linea diagonal significa «No estacionarse». La luz verde del semáforo significa avance y roja detenerse. Una vez que se conoce la simbología, no se requiere de explicación; con la pura presencia del símbolo, se entiende el mensaje.

De hecho, los símbolos son importantes y útiles en determinados contextos, pero muchos de ellos trascienden su propio contexto. Los colores del semáforo pueden aplicarse en distintas situaciones y son comprendidos a la perfección. Lo mismo ocurre con una cruz, el escudo de un equipo de futbol o la bandera nacional. Los símbolos son representaciones que significan cosas, sin que la cosa en sí aparezca necesariamente. El escudo nacional representa a la nación, pero en el símbolo en sí, no está la nación; sólo la representa, nos remite a ella.

El concepto, por su parte, es una construcción racional que contiene una unidad de conocimiento. En general, nuestro conocimiento se construye a través del entrelazamiento y jerarquización de conceptos.

Por ejemplo, para entender el concepto «familia» se requiere conocer el concepto «pareja», «madre», «padre», «hijo», etc. Y este listado de conceptos, de unidades de conocimiento se retroalimentan entre sí, porque para saber lo que es un «hijo», resulta muy útil saber lo que significa «familia».

Si al llegar a un establecimiento hubiera un aviso que prohibiera la entrada a los «perros», por más que no hubiese una foto específica de “Tequila”, nuestro cachorro no podrá entrar por el hecho de pertenecer a la categoría conceptual «perro». En este caso el concepto «perro» implica una serie de características que engloba a todos los especímenes de su especie y permite reconocer a un perro (genérico) de un gato o un orangután.

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