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El Último de los Caballos Pura Sangre… ¿Será como El Último de los Mohicanos?

“Cuando Uncas muere, su padre Chingachgook no sólo lamenta la pérdida de un miembro de su familia, sino la extinción de toda su tribu para siempre”. JFC “Cuando Uncas muere, su padre Chingachgook no sólo lamenta la pérdida...

11 de octubre, 2017

RHT

“Cuando Uncas muere, su padre Chingachgook no sólo lamenta la pérdida de un miembro de su familia, sino la extinción de toda su tribu para siempre”. JFC

“Cuando Uncas muere, su padre Chingachgook no sólo lamenta la pérdida de un miembro de su familia, sino la extinción de toda su tribu para siempre”. JFC

Como en la novela de James Fenimore Cooper, El último de los mohicanos (The Last of the Mohicans: A Narrative of 1757), el tema central del célebre libro narra la tristeza que todos los personajes sienten por la raza en extinción de los nativos americanos.

De manera semejante y viendo lo que viene —y no se necesita ser brujo para saberlo— es muy probable que suceda lo mismo con la irremediable extinción del caballo Pura Sangre mexicano.

El nulo interés mostrado por la autoridad responsable, la Secretaría de Gobernación, a través de la Dirección General de Juegos y Sorteos, y de la pésima operación de la empresa permisionaria, la española CODERE, asociada con CIE de Alejandro Soberón, al parecer se han empeñado en querer extinguir la crianza de este maravilloso animal. Y lo están logrando…

Mi pronóstico es que en cuatro años —o menos— ya no van a existir suficientes caballos para completar una función, pues se está dejando morir el espectáculo que presentan los caballistas y criadores mexicanos, en el otrora célebre Hipódromo de las Américas.

Y vuelvo a retomar el tema que en tantos artículos he escrito, pues es que ahora otro personaje de forma anónima circula una carta por medio del correo electrónico. Cuatro caballistas y una periodista me han preguntado quién es este individuo.

No tengo la menor idea de quién se trata, pero es probable que ni a la primaria asistió por la pésima redacción y ortografía que muestra en dicho documento que se puede leer en esta liga.

A pesar de todo, la carta, es fundamentalmente un llamado al rescate de la industria y aunque tiene muchos señalamientos sin sustento, muchos de ellos están en boca de muchos de los participantes: los probables favoritismos para ciertas cuadras, la ineficacia de los directivos del Hipódromo, la parcialidad de la supuesta autoridad hípica —que es de la empresa—, etcétera. ¡Es un desastre!

En esencia, y eso lo digo yo, las carreras que se ofrecen en la planta hípica dejan mucho que desear, pues no se cumple con los principios fundamentales de la hípica —y de paso no hay garantías para el público apostador— cuestiones que por el momento no voy a discutir.

El joven denunciante, comienza su misiva de la siguiente manera:

“Señores Propietarios Caballistas del Hipódromo de las Américas:

Siendo yo caballista e hijo de un gran caballista ya finado, siendo una molestia quiero expresarme les pediré u a disculpa de antemano por todas las personas que se sientan agraviados levanto la voz manifestando estar asqueado arto me da vergüenza ser caballista después de que hace años era un orgullo, jovi, elegancia ahora se convirtió en una basura.

—Vaya este amigo, no sabe que la industria hípica no es un “jovi” (hobby) pero es cierto que se convirtió en una basura… En fin.

Así pues, el tema sustancial de esta nota es una simple pregunta: ¿cómo rescatar la Industria Hípica de Carreras de Caballos Pura Sangre?, si no existe el menor interés de la empresa permisionaria y de la autoridad reguladora, la SEGOB, no le exige el cumplimiento de su permiso.

Para decirlo claro, este asunto es producto de la asombrosa impunidad que barre con muchas actividades de nuestro país. ¿O alguien duda que existe?

En fin, en consecuencia, el movimiento —el reclamo— no tiene que venir de un individuo aislado, como es el caso que comenté al principio de esta nota, que al parecer sí se leyó en el gremio hípico. Tiene que revelarse, como está sucediendo en muchos ámbitos en el país, de la sociedad civil, que en este caso son los propietarios y los pocos criadores que quedan en la planta hípica, que deben levantar la voz y exigir o el cumplimiento del permiso —tener una hípica de clase mundial— o su revocación.

La Asociación Civil que represento, la Unión Mexicana de Propietarios Caballos de Competencia, A.C., está esperando la resolución del amparo que estudia el Décimo Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, en el que esencialmente pedimos la invalidación de las funciones de Comisión Mexicana de Carreras de Caballos y De Galgos, A.C., que es un organismo de facto y vaya que sustentamos nuestra petición.

La misma Dirección General de Juegos y Sorteos de SEGOB dice que los Órganos Técnicos de Consulta y no así para regular o vigilar un espectáculo en especifico como lo son las carreras de caballos que se desarrollan en el HIPÓDROMO DE LAS AMÉRICAS, bajo el amparo del permiso … (sic)”.

“En consecuencia, la función de dichos órganos no es regular y vigilar un espectáculo en especifico como son las carreras de caballos que se desarrollan en el HIPÓDROMO DE LAS AMÉRICAS, bajo el amparo del permiso DGG/SP/450/97 otorgado a Administradora Mexicana de Hipódromo, S.A. de C.V.”

Atentos a lo anterior, según la interpretación que la Dirección General de Juegos y Sorteos da en el oficio aludido—salvo prueba en contrario— el Órgano Técnico de Consulta autorizado no posee facultades expresas para sancionar, multar y cobrar derechos, otorgar licencias y demás atribuciones que en su momento fue facultad exclusiva de la derogada H. Comisión Nacional de Carreras de Caballos y funciones que ahora tiene la Dirección General de Juegos y Sorteos de acuerdo al primer párrafo del artículo 2 del Reglamento.

Todos estos alegatos y argumentos quedaron claros en la demanda que hicimos ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa que se pueden leer en la siguiente liga y cuya resolución fue en contra nuestra y por ello llegamos a presentar el amparo ante el Tribunal Colegiado. Veremos qué resuelven.

En conclusión, el llamado para el rescate debe venir de todos los individuos y/o asociaciones a quienes les interesa que las carreras de caballos Pura Sangre no desaparezcan en la Ciudad de México —prácticamente en el país—, y debieran unirse a la demanda a formular para exigir el cumplimiento del permiso (o en su caso su revocación) e invitemos a una empresa nacional o extranjera a que se haga cargo de la operación del Hipódromo de las Américas.

Alguien nos podrá explicar por qué CODERE-CIE disfrutan de 50 hectáreas de terrenos nacionales y no hay autoridad gubernamental o judicial que les cuestione porqué no le dan cabal cumplimiento a su permiso.

Fácil: se llama impunidad.

Para mí y me da pena decirlo, “El Último de los Caballos Pura Sangre Mexicano correrá con la misma suerte que El Último de los Mohicanos”.

A menos… ¡que les salga la clase a los caballistas mexicanos!

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